–¿Qué es una chincheta? Dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul…
–¿Azul? Será negra, como la de to quisqui, ¿no, mi arma? Yo lo que tengo azul es el iris.
–Vaya, ya saltó la marisabidilla. ¿Acaso no eres también rubia de bote y el suave terciopelo que adorna tu entrepierna despunta morenote? Pues eso mismo. Dedícate a paladear el vuelo leve de mi poesía y deja de buscarle tres pies al gato, princesa.
–Menos poesía y más cumplir como es debido, chaval, que me tienes a dos velas.
–Bueno, bueno, dejémoslo estar y vamos a lo que íbamos. Para que veas que mis conocimientos técnicos no van a la zaga de mis conocimientos anatómicos, rubia, te ilustraré brevemente acerca del apasionante universo de las chinchetas. Una chincheta, para que te enteres, es un elemento de sujeción pequeño y por lo general metálico, cuyo uso principal consiste en fijar sobre una superficie fácilmente penetrable (corcho, pladur, etc.) un objeto igualmente fácil de perforar y de escaso grosor, por lo común, hecho de papel o derivados (una nota de la compra, un póster, una comanda de paella, un contrato, etc.). ¿Estamos?
»Y una chincheta es un dispositivo mecánico simple, que consta de tan sólo dos elementos, indisolubles entre sí y que conviven en perfecta simbiosis, como uña y roña o anémona y pez ******: Mel y Espina…, estooo, que diga cabeza y púa. Cada uno de ellos cumple a la perfección su función, y así como la anémona pica a los intrusos invasores mientras el pez ****** se dedica despreocupadamente a sus quehaceres, es decir, a sus pezpayasadas, así, cuando se presiona la cabeza de la chincheta, la púa pincha sin piedad y sin miramientos hacia nada ni nadie. Principio de acción y reacción, se llama. ¿Jabe lo que te digo?
–Fí, fí. Perdona, pero ej que tengo la boca llena de langostinos. Tu figue, figue, que yo los voy comiendo no fea que fe enfríen.
–Te noto atenta, mi bien, pero creo que no has terminado de captar mi explicación en toda su dimensión. A ver, te pondré un ejemplo ilustrativo. Imagina que el Real Betis Balompié es un gran cuadro, e imagina que su Director Deportivo, Eduardo Macià, es el corcho que lo reviste externamente. ¿Bien? Ahora imagina que la cabeza de la chincheta es sometida a presión. ¿Qué hará la púa para intentar fijar nuevamente un contrato en el cuadro? Pues clavarse una y otra vez en el corcho hasta obtener resultado, ¿OK? Si el cuadro en su totalidad resulta dañado en esta operación, ¿qué cöjönes importa? La limitada pero implacable misión de la chincheta es ir a lo suyo, cumplir con su obligación chinchetil fielmente. ¿Te da cuén? Y para que no me digas que to son sólo pajaritos míos, te dejo aquí un par de recortes de prensa, y ya me dices. A veces la puyita es más solapada, por lo bajinis…:
Los 'mejores' de Merino también venían de Segunda
Nueve de los 14 futbolistas que jugaron este martes en el Pizjuán son del año pasado. Los dos holandeses, en la grada. La dirección deportiva, más señalada aún
Diario As. Jose A. Espina. 13-1-16
Adán, Piccini, Bruno, Portillo, Ceballos y Rubén Castro, todos provenientes de Segunda, salieron en el once inicial bético en el Sánchez Pizjuán. Sólo dos cambios respecto a los que Pepe Mel sacó en Getafe, y uno de ellos obligado pues N'Diaye, que probablemente hubiera jugado, cumplía sanción. Los 'mejores' de Juan Merino, como anunció el linense en la previa sacaría en el derbi de vuelta, se parecieron mucho a los que Mel había considerado ideales para el partido en el que se jugó y perdió el puesto, el del Coliséum el pasado sábado.
[…]
–… y otras veces, en cambio, opta por clavarse a fondo:
Merino: dos veces sufriendo a Macià
Diario As. Jose A. Espina. 13-1-16 (otro artículo, también de ayer miércoles)
[…]
El Betis post-Donmanué se vuelve a descomponer entre ineptos como se deshizo en la 13-14, cuando Bosch se creyó Rummenigge y descargó también sobre Mel lo que en realidad se había gestado en los despachos, mediante una planificación digna de aficionado al PC Fútbol. Pobre Merino, que poca culpa tuvo en lo ayer porque lleva dos días. Que se comió el marrón como posiblemente se coma lo de Villarreal y la terrorífica visita del Real Madrid la semana que viene. Con humillaciones así, quizá esta tormenta se lleve por delante al entrenador linense, quien no merece tanto escarnio: en el filial, que pena aún más por los últimos puestos de la Segunda B, también andaba pagando los experimentos en fútbol internacional del que ya apodan ‘camelo’ Macià.
–Bueno, qué, ¿te ha quedado ya claro, cariño? Si es que a mi verita, nunca te acostarás sin saber una cosa más.
–Verdad que sí. Eres un genio, amor. Oye, ¿te importaría acercarte a la barra y pedirme otro verdejito y una de percebes? Gracias mi vida. Eres un solete.
–¿Azul? Será negra, como la de to quisqui, ¿no, mi arma? Yo lo que tengo azul es el iris.
–Vaya, ya saltó la marisabidilla. ¿Acaso no eres también rubia de bote y el suave terciopelo que adorna tu entrepierna despunta morenote? Pues eso mismo. Dedícate a paladear el vuelo leve de mi poesía y deja de buscarle tres pies al gato, princesa.
–Menos poesía y más cumplir como es debido, chaval, que me tienes a dos velas.
–Bueno, bueno, dejémoslo estar y vamos a lo que íbamos. Para que veas que mis conocimientos técnicos no van a la zaga de mis conocimientos anatómicos, rubia, te ilustraré brevemente acerca del apasionante universo de las chinchetas. Una chincheta, para que te enteres, es un elemento de sujeción pequeño y por lo general metálico, cuyo uso principal consiste en fijar sobre una superficie fácilmente penetrable (corcho, pladur, etc.) un objeto igualmente fácil de perforar y de escaso grosor, por lo común, hecho de papel o derivados (una nota de la compra, un póster, una comanda de paella, un contrato, etc.). ¿Estamos?
»Y una chincheta es un dispositivo mecánico simple, que consta de tan sólo dos elementos, indisolubles entre sí y que conviven en perfecta simbiosis, como uña y roña o anémona y pez ******: Mel y Espina…, estooo, que diga cabeza y púa. Cada uno de ellos cumple a la perfección su función, y así como la anémona pica a los intrusos invasores mientras el pez ****** se dedica despreocupadamente a sus quehaceres, es decir, a sus pezpayasadas, así, cuando se presiona la cabeza de la chincheta, la púa pincha sin piedad y sin miramientos hacia nada ni nadie. Principio de acción y reacción, se llama. ¿Jabe lo que te digo?
–Fí, fí. Perdona, pero ej que tengo la boca llena de langostinos. Tu figue, figue, que yo los voy comiendo no fea que fe enfríen.
–Te noto atenta, mi bien, pero creo que no has terminado de captar mi explicación en toda su dimensión. A ver, te pondré un ejemplo ilustrativo. Imagina que el Real Betis Balompié es un gran cuadro, e imagina que su Director Deportivo, Eduardo Macià, es el corcho que lo reviste externamente. ¿Bien? Ahora imagina que la cabeza de la chincheta es sometida a presión. ¿Qué hará la púa para intentar fijar nuevamente un contrato en el cuadro? Pues clavarse una y otra vez en el corcho hasta obtener resultado, ¿OK? Si el cuadro en su totalidad resulta dañado en esta operación, ¿qué cöjönes importa? La limitada pero implacable misión de la chincheta es ir a lo suyo, cumplir con su obligación chinchetil fielmente. ¿Te da cuén? Y para que no me digas que to son sólo pajaritos míos, te dejo aquí un par de recortes de prensa, y ya me dices. A veces la puyita es más solapada, por lo bajinis…:
Los 'mejores' de Merino también venían de Segunda
Nueve de los 14 futbolistas que jugaron este martes en el Pizjuán son del año pasado. Los dos holandeses, en la grada. La dirección deportiva, más señalada aún
Diario As. Jose A. Espina. 13-1-16
Adán, Piccini, Bruno, Portillo, Ceballos y Rubén Castro, todos provenientes de Segunda, salieron en el once inicial bético en el Sánchez Pizjuán. Sólo dos cambios respecto a los que Pepe Mel sacó en Getafe, y uno de ellos obligado pues N'Diaye, que probablemente hubiera jugado, cumplía sanción. Los 'mejores' de Juan Merino, como anunció el linense en la previa sacaría en el derbi de vuelta, se parecieron mucho a los que Mel había considerado ideales para el partido en el que se jugó y perdió el puesto, el del Coliséum el pasado sábado.
[…]
–… y otras veces, en cambio, opta por clavarse a fondo:
Merino: dos veces sufriendo a Macià
Diario As. Jose A. Espina. 13-1-16 (otro artículo, también de ayer miércoles)
[…]
El Betis post-Donmanué se vuelve a descomponer entre ineptos como se deshizo en la 13-14, cuando Bosch se creyó Rummenigge y descargó también sobre Mel lo que en realidad se había gestado en los despachos, mediante una planificación digna de aficionado al PC Fútbol. Pobre Merino, que poca culpa tuvo en lo ayer porque lleva dos días. Que se comió el marrón como posiblemente se coma lo de Villarreal y la terrorífica visita del Real Madrid la semana que viene. Con humillaciones así, quizá esta tormenta se lleve por delante al entrenador linense, quien no merece tanto escarnio: en el filial, que pena aún más por los últimos puestos de la Segunda B, también andaba pagando los experimentos en fútbol internacional del que ya apodan ‘camelo’ Macià.
–Bueno, qué, ¿te ha quedado ya claro, cariño? Si es que a mi verita, nunca te acostarás sin saber una cosa más.
–Verdad que sí. Eres un genio, amor. Oye, ¿te importaría acercarte a la barra y pedirme otro verdejito y una de percebes? Gracias mi vida. Eres un solete.
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