Ya con la cabeza más en frío, pasado el bajón de lo vivido anoche, algo sigue rondando mi pensamiento. Ayer sufrimos una derrota más ante el eterno rival, duele y escuece por ser precisamente ellos, hasta ahí normal. Sabemos lo que significa un derbi, con su guasa, sus nervios, tensiones, suerte, resultados justos e injustos...
Pero es que vivimos algo más que una serie de goles. Y no es que el equipo que tuviésemos enfrente nos arrollara precisamente, ya que prácticamente daban por bueno su resultado anterior, nos dieron el balón y esperaban para salir a contragolpearnos. Conocemos otros partidos más intensos, eficaces y funestos a nuestros intereses tanto en resultados como en juego. Hablo de respeto.
Cuando un campo entero te corea cosas como las que pudimos escuchar a lo largo de todo el partido, gustándose en el culmen de su placer personal, independientemente del partido que se estaba viendo. Una afición completamente tranquila, sintiéndose superior hasta moralmente, permitiéndose el lujo de escupir sobre todo aquello que amamos, riéndose de todo y todos los que llevamos estos colores.
Esto, señores míos, no debe olvidarse jamás. No estoy haciendo apología al antisevillismo, cada uno que lo interprete y lo viva de la manera que quiera y entienda. Yo me siento más dolido si cabe por ésto último que por la derrota siempre dolorosa en sí misma, ante cualquier equipo. Esto no puede seguir así. Que tenga que hacerse lo que se deba. Claro que sí, ellos tienen mayor presupuesto, mejor entrenador y mejores jugadores, pero el respeto es algo que nunca puede perder un equipo. Se puede perder, como se puede empatar y ganar, pero no se puede volver a repetir ésto.
Pido disculpas de corazón por el vomitivo vídeo que pongo de enlace. Pero de los errores se aprende, esto no es una mala noche, que pase pronto y que se olvide lo antes posible. No señor, que al menos esta situación sirva de motivación para salir a muerte y demostrar quienes somos. Que cada jugador sepa a quienes se enfrentan y a quienes representan. Nos han tirado un guante sin precedentes. Ya va siendo hora de despertar de una puñetera vez.
Por un REAL BETIS BALOMPIÉ orgulloso, digno, respetado y capaz de todo. Buenas noches y soñemos con lo bueno que el futuro nos depare.
Pero es que vivimos algo más que una serie de goles. Y no es que el equipo que tuviésemos enfrente nos arrollara precisamente, ya que prácticamente daban por bueno su resultado anterior, nos dieron el balón y esperaban para salir a contragolpearnos. Conocemos otros partidos más intensos, eficaces y funestos a nuestros intereses tanto en resultados como en juego. Hablo de respeto.
Cuando un campo entero te corea cosas como las que pudimos escuchar a lo largo de todo el partido, gustándose en el culmen de su placer personal, independientemente del partido que se estaba viendo. Una afición completamente tranquila, sintiéndose superior hasta moralmente, permitiéndose el lujo de escupir sobre todo aquello que amamos, riéndose de todo y todos los que llevamos estos colores.
Esto, señores míos, no debe olvidarse jamás. No estoy haciendo apología al antisevillismo, cada uno que lo interprete y lo viva de la manera que quiera y entienda. Yo me siento más dolido si cabe por ésto último que por la derrota siempre dolorosa en sí misma, ante cualquier equipo. Esto no puede seguir así. Que tenga que hacerse lo que se deba. Claro que sí, ellos tienen mayor presupuesto, mejor entrenador y mejores jugadores, pero el respeto es algo que nunca puede perder un equipo. Se puede perder, como se puede empatar y ganar, pero no se puede volver a repetir ésto.
Pido disculpas de corazón por el vomitivo vídeo que pongo de enlace. Pero de los errores se aprende, esto no es una mala noche, que pase pronto y que se olvide lo antes posible. No señor, que al menos esta situación sirva de motivación para salir a muerte y demostrar quienes somos. Que cada jugador sepa a quienes se enfrentan y a quienes representan. Nos han tirado un guante sin precedentes. Ya va siendo hora de despertar de una puñetera vez.
Por un REAL BETIS BALOMPIÉ orgulloso, digno, respetado y capaz de todo. Buenas noches y soñemos con lo bueno que el futuro nos depare.
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