Re: Estupendo artículo de Mateo González sobre Mel
Gran articulo de Mateo , otro que me gusto fue este en MARCA .
Mel pasó del "no le pongo un pero a la plantilla" a pedir "tres fichajes".
Habrá tiempo para analizar si la decisión del Consejo de Administración del Betis de destituir a Pepe Mel ha sido o no la más adecuada. Pero resulta evidente que el cambio de discurso del técnico madrileño de un tiempo a esta parte ha enterrado la confianza del club en él y ha revivido tiempos pasados, no muy lejanos.Mel culpó del fracaso en su anterior etapa -dejó al equipo colista, con 10 puntos en 15 jornadas- a su permisividad con la configuración de la plantilla tras, según su criterio, haber aceptado una lista de refuerzos que no cumplían con los requerimientos mínimos exigibles para un equipo que iba a disputar tres competiciones -Liga, Copa del Rey y Europa League-.Los malos resultados no sólo se lo llevaron a él por delante, sino que tres semanas después liquidaron también a Vlada Stosic, director deportivo y, por aquel entonces, máximo responsable de la configuración del equipo -con las enormes limitaciones económicas impuestas por José Antonio Bosch, administrador judicial y consejero-.Un regreso con condiciones ineludiblesSu regreso al club, un año después, vino marcado precisamente por un discurso ambicioso e inconformista, en el que exigió que sus opiniones fueran tenidas en cuenta por la Secretaría Técnica como condición ineludible. Y así fue desde el primer día, con los fichajes de Portillo y Héctor Rodas, que contribuyeron a lograr el ascenso a Primera el pasado mes de junio.Antes de finalizar el curso llegó al club Eduardo Macià como nuevo responsable del área deportiva. Y desde el primer día, Mel aseguró que su relación era muy buena porque ambos tenían "las mismas ideas". "Vemos el futuro del club de la misma manera. Aquí no hay jefe, nos vamos a entender bien. Nadie interfiere en mi trabajo y tengo todos los apoyos que necesito", llegó a decir Mel con Macià ya trabajando para el club. Y aunque es cierto que, tras alguna dolorosa derrota de pretemporada, pidió más refuerzos para las bandas, se dio más que por satisfecho con la plantilla en cuanto llegó Joaquín: "No le pongo ni un pero a la planificación. La plantilla está capacitada de sobra para conseguir el objetivo que el club nos propone", dijo en septiembre.Cambio de discurso cuando vienen mal dadasMeses después, cuando empezaron a llegar los primeros malos resultados, la racha negativa en casa y las dudas, Mel comenzó a desdecirse y a quejarse del excesivo número de jugadores con el que trabaja a diario -en esto tiene parte de razón- y a reclamar un jugador de desborde para la banda izquierda, donde creía que su equipo estaba 'cojo'.A finales de año, cuando la situación era más que tranquila, agitó al club con una entrevista en la que aseguraba no verse en julio en el Betis. Desde ahí, una imparable cuesta abajo de reproches, críticas y declaraciones fuera de tono. Un permanente desaire, una desidia absoluta sobre su eventual despido y, ayer, referencias directas a la Dirección Deportiva: "Tenemos que sacar a cinco o seis futbolistas, porque trabajamos con 29 futbolistas, y he pedido tres fichajes. Creo que el equipo necesita rejuvenecerse, necesitamos gente con desborde, pero no el 9 de febrero, lo necesitábamos el 6 de julio. Hemos puesto casi el mismo equipo que jugaba en Segunda división".Un cambio radical de discurso que, como en su anterior etapa, llegó al mismo tiempo que los malos resultados creando un cisma en un club. Hasta el punto de dar la sensación en cada rueda de prensa de buscar el despido. El Consejo, en vista de la crisis deportiva, de juego, resultados y sensaciones, y tras conocer la opinión de la Dirección Deportiva y la plantilla, ha optado por zanjar cuanto antes la situación. Sólo el tiempo dirá si ha acertado poniendo fin a la segunda etapa de Mel en el banquillo verdiblanco.
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