El Betis, fiel a demostrar que siempre se puede hacer peor, recibió una goleada inaceptable ante el Eibar en casa y se mete en un serio problema en la clasificación. El Eibar, que fue muy superior, consigue su mayor victoria a domicilio en primera división entre los aplausos de la afición bética.
El Betis es un juguete roto. Un equipo muerto, sin ideas, desesperado, nervioso, sin trabajo e individualista. Con una planificación en entre dicho y con unos planteamientos que simplemente exponen todas las carencias de sus jugadores. Y esto se lleva viendo más de un mes. Y se veía venir desde hace más de tres. Pero nadie hizo nada.
El Betis vivió durante meses en un puesto clasificatorio que no se correspondía con el juego mostrado gracias al acierto en las dos áreas y ahora lo está pagando. Está pagando el no haber encontrado soluciones o alternativas, o ni siquiera haber intentado buscarlas, cuando tenía una tranquilidad clasificatoria estable. Unas soluciones que pasaban, y pasan, por encontrar una línea de juego concreta, una identidad, y a partir de ahí crecer. Y no ver como el Betis se choca una y otra vez con las defensas rivales por sus propios errores y ver como las únicas opciones ofensivas que tiene el equipo de Mel son centros cuando solo tienes un jugador en el área y es Rubén Castro. Un despropósito táctico, que tiene en el punto de mira, y con razón al entrenador.
Qué a Mel le encanta jugar con dos bandas se sabe, desde el momento que siempre alinea a Cejudo pese a llevar un mes lamentable, aunque hoy fue de lo poco salvable, pero, ¿qué sentido tiene alinear a dos bandas y salir con un único delantero siendo el que peor va por alto del equipo? Ninguno, como ningún sentido tiene que no exista una presión al equipo rival, que Petros, N’Diaye y Ceballos corran tras el balón jugando en casa ante el Eibar y que ningún jugador se ofrezca a su compañero y le de alternativas.
Parecía que los jugadores del Betis daban problemas, en vez de pases a sus compañeros. Y a partir de ahí, nadie se quiso ofrecer. El Betis necesita control para crecer en los partidos, y más si vas 0-2 a los veinte minutos. No se puede ganar si tus jugadores han perdido la confianza. Y la confianza se recupera con balón. Pero llega el entrenador y el único movimiento que hace al descanso, es sacar un delantero por un centrocampista dando a entender que no cree en sus jugadores y solo confía en el empate en base a los balones largos. Quedando 45 minutos.
Mientras jugadores como Portillo, un jugador que no tiembla con el balón en los pies, sentenciado en el banquillo y ya por detrás de un descarte como Kadir. Otro sin sentido y este hasta dejando a Mel en evidencia que fue el principal valedor de Portillo en detrimento de Kadir.
Obviamente, la culpa no es toda de Mel. Que te marquen un gol de rebote en el minuto dos no es culpa de Mel aunque sea ya una casualidad muy repetida esta temporada. Que los jugadores hagan la guerra por su cuenta y que tengamos dos centrales suplentes que no dan el nivel tampoco lo es. Echar a Mel es opción pero que el Betis necesita algo más que una simple destitución es un hecho.
En definitiva, el Betis está, incluso, peor que el Betis de la segunda vuelta de la 13/14, el de Calderón, que al menos tuvo dignidad y suavizó una caída de la que Mel fue protagonista. La historia se repite. Esperemos que no con el mismo resultado.
El uno a uno:
El Betis es un juguete roto. Un equipo muerto, sin ideas, desesperado, nervioso, sin trabajo e individualista. Con una planificación en entre dicho y con unos planteamientos que simplemente exponen todas las carencias de sus jugadores. Y esto se lleva viendo más de un mes. Y se veía venir desde hace más de tres. Pero nadie hizo nada.
El Betis vivió durante meses en un puesto clasificatorio que no se correspondía con el juego mostrado gracias al acierto en las dos áreas y ahora lo está pagando. Está pagando el no haber encontrado soluciones o alternativas, o ni siquiera haber intentado buscarlas, cuando tenía una tranquilidad clasificatoria estable. Unas soluciones que pasaban, y pasan, por encontrar una línea de juego concreta, una identidad, y a partir de ahí crecer. Y no ver como el Betis se choca una y otra vez con las defensas rivales por sus propios errores y ver como las únicas opciones ofensivas que tiene el equipo de Mel son centros cuando solo tienes un jugador en el área y es Rubén Castro. Un despropósito táctico, que tiene en el punto de mira, y con razón al entrenador.
Qué a Mel le encanta jugar con dos bandas se sabe, desde el momento que siempre alinea a Cejudo pese a llevar un mes lamentable, aunque hoy fue de lo poco salvable, pero, ¿qué sentido tiene alinear a dos bandas y salir con un único delantero siendo el que peor va por alto del equipo? Ninguno, como ningún sentido tiene que no exista una presión al equipo rival, que Petros, N’Diaye y Ceballos corran tras el balón jugando en casa ante el Eibar y que ningún jugador se ofrezca a su compañero y le de alternativas.
Parecía que los jugadores del Betis daban problemas, en vez de pases a sus compañeros. Y a partir de ahí, nadie se quiso ofrecer. El Betis necesita control para crecer en los partidos, y más si vas 0-2 a los veinte minutos. No se puede ganar si tus jugadores han perdido la confianza. Y la confianza se recupera con balón. Pero llega el entrenador y el único movimiento que hace al descanso, es sacar un delantero por un centrocampista dando a entender que no cree en sus jugadores y solo confía en el empate en base a los balones largos. Quedando 45 minutos.
Mientras jugadores como Portillo, un jugador que no tiembla con el balón en los pies, sentenciado en el banquillo y ya por detrás de un descarte como Kadir. Otro sin sentido y este hasta dejando a Mel en evidencia que fue el principal valedor de Portillo en detrimento de Kadir.
Obviamente, la culpa no es toda de Mel. Que te marquen un gol de rebote en el minuto dos no es culpa de Mel aunque sea ya una casualidad muy repetida esta temporada. Que los jugadores hagan la guerra por su cuenta y que tengamos dos centrales suplentes que no dan el nivel tampoco lo es. Echar a Mel es opción pero que el Betis necesita algo más que una simple destitución es un hecho.
En definitiva, el Betis está, incluso, peor que el Betis de la segunda vuelta de la 13/14, el de Calderón, que al menos tuvo dignidad y suavizó una caída de la que Mel fue protagonista. La historia se repite. Esperemos que no con el mismo resultado.
El uno a uno:
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Adán: Poco pudo hacer en los cuatro goles. El Eibar llegó tres veces y marcó cuatro goles. El último, un gol de libro. El penúltimo, un contrataque de los que hay que enseñar en las escuelas de fútbol. Mientras, el Betis mirando. Ficha de Adán |
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Molinero: Señalado. Se ganó la titularidad sin merecerlo debido al bajo nivel y a los problemas físicos de Piccini pero no mejora ni de lejos el lateral derecho. Incompresible sus movimientos en el segundo gol del Eibar, el que mató el partido, dejando libre a su marca que acabó rematando a placer. Ficha de Molinero |
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Pezzella: Necesita tiempo, mucho tiempo, crecer al lado de un central con experiencia que corrija sus errores. Errores normales a su edad y al periodo de adaptación que debe pasar tras el cambio de liga pero con un jugador como Jordi al lado, más que tapar sus errores, se exponen. Ficha de Pezzella |
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Jordi Figueras: Cualquier acción que no suponga la marcha de Jordi del Betis este mercado de fichajes sería hasta un insulto a la propia afición. No tiene el nivel ni la confianza para jugar en primera división. Y cada vez que juega. el Betis tiembla. Ficha de Jordi Figueras |
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Vargas: Se espera algo más de jerarquía para alguien de su trayectoria. Se espera que grite, que coloque a sus compañeros en la zaga y que muestre un nivel superior. Se espera, porque hasta el momento no ha mostrado ni el intento de demostrarlo. Ficha de Vargas |
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Cejudo: Seguramente el menos malo del Betis hoy. Cuando ningún jugador se ofrecía, él fue el único en tener el orgullo y el respeto hacia las 33.000 personas que estaban en el campo, para bajar y subir el balón aunque no tuviera la calidad para ello. Ficha de Cejudo |
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Petros: Un centro del campo con el brasileño y N’Diaye supone que el Betis no tenga el balón. Apuesta por la contundencia y el equilibrio, aunque Petros y N’Diaye son especialistas en los contrario, en perjuicio claro de la posesión. Pero si, aun jugando ellos, te vas con un 0-4, ¿qué lectura haces del partido? Pues una muy clara, alinear a Petros y N’Diaye juntos es una mala idea salvo en casos específicos. Ficha de Petros |
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N'Diaye: Si es el bueno de Alfred el que debe subir el balón en el Betis y el que debe generar fútbol ofensivo es que el Betis está haciendo algo muy mal. Lo intenta pero ese no debe ser su cometido. Ficha de N'Diaye |
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Vadillo:No debió ser titular y no debió ser cambiado. Me explico: Vadillo es un jugador que puede hacer estragos ante un equipo cansado, ¿qué sentido tiene sacarle del campo cuando ya estaba el partido casi perdido? Ninguno. Ficha de Vadillo |
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Dani Ceballos: Lleva unos partidos perdiéndose en riñas con los jugadores rivales. Los equipos rivales ya le conocen, saben que el fútbol del Betis pasa por Ceballos y van a por él. Hoy dos patadas en el primer minuto de partido del mismo jugador. Es fútbol y debe aprender a recibir y seguir jugando. Ficha de Dani Ceballos |
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Rubén Castro: Que el Betis iba a caer en cuanto Rubén bajase el nivel era un hecho que todos veíamos venir y miramos hacia otro lado. Está lento, desganado y no le sale nada. Ficha de Rubén Castro |
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Jorge Molina: Cuando las cosas están mal, es del primero que recurre Mel. Poco pudo aportar a un equipo que ya estaba pidiendo a gritos la toalla blanca. Ficha de Jorge Molina |
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Kadir: Por lo menos, aportó ganas y se ofreció a todos. Algo que pocos hicieron. Ficha de Kadir |
| Portillo: · Mel le dio los minutos de la ****** como se llaman. Poco pudo hacer. Ficha de Portillo |