En uno de los peores derbis que se recuerdan, Betis y Sevilla se repartieron los puntos en un encuentro donde el fútbol pasó a segundo plano. La intensidad y la tensión dominaron un derbi que no deja a ninguno de los dos contentos. Mel, y sus jugadores, parecieron conformarse con el empate en la recta final.
Se enfrentaban uno de los peores equipos como local contra un equipo que aún no había ganado fuera de casa y el resultado no podría ser más, o menos según el punto de vista, significativo. Empate a nada, o a todo, ya que los dos propusieron lo mismo, intensidad en perjuicio del fútbol. Lo que viene siendo un derbi de verdad. La intensidad, tensión y los nervios hicieron olvidar a un fútbol que se echó de menos. 42 faltas en 90 minutos, echen las cuentas.
Y es que en partidos de este calibre, cuanto más corra el marcador con empate a cero, mayor es el miedo a perder. Y cuanto mayor es el miedo a perder, peor es el partido de fútbol. Siendo un gol, la única forma de desatar el encuentro. Un gol que estuvo muy lejos de llegar para el Betis.
Porque el Betis mostró todas las carencias que lleva arrastrando durante la temporada. Esa poca creación de fútbol ofensivo tan preocupante que ha hecho que el Betis haya sido incapaz de tirar un disparo a puerta en noventa minutos en su casa y ante el eterno rival. Inaceptable y algo que no se puede dejar pasar viendo los jugadores ofensivos de nivel que tiene el equipo.
Por el contrario, el Betis compitió, como bien se hartó de repetir hasta la saciedad su entrenador, ante un rival presuntamente superior aunque la tabla muestra que solo son tres puntos los que le separan. Compitió, igualó y, a veces, superó, la intensidad del rival. Si no se puede ganar en juego, se gana en intensidad y en estar metido en el partido. Y el Betis lo estuvo.
Sin perder la concentración, el Betis neutralizó el caudal ofensivo del Sevilla, en perjuicio, claro, de su juego ofensivo y el partido se convirtió en una guerra de guerrillas continuas con interrupciones y trifulcas constante.
Un derbi de toda la vida. Y aún quedan dos asaltos más.
El uno a uno:
Se enfrentaban uno de los peores equipos como local contra un equipo que aún no había ganado fuera de casa y el resultado no podría ser más, o menos según el punto de vista, significativo. Empate a nada, o a todo, ya que los dos propusieron lo mismo, intensidad en perjuicio del fútbol. Lo que viene siendo un derbi de verdad. La intensidad, tensión y los nervios hicieron olvidar a un fútbol que se echó de menos. 42 faltas en 90 minutos, echen las cuentas.
Y es que en partidos de este calibre, cuanto más corra el marcador con empate a cero, mayor es el miedo a perder. Y cuanto mayor es el miedo a perder, peor es el partido de fútbol. Siendo un gol, la única forma de desatar el encuentro. Un gol que estuvo muy lejos de llegar para el Betis.
Porque el Betis mostró todas las carencias que lleva arrastrando durante la temporada. Esa poca creación de fútbol ofensivo tan preocupante que ha hecho que el Betis haya sido incapaz de tirar un disparo a puerta en noventa minutos en su casa y ante el eterno rival. Inaceptable y algo que no se puede dejar pasar viendo los jugadores ofensivos de nivel que tiene el equipo.
Por el contrario, el Betis compitió, como bien se hartó de repetir hasta la saciedad su entrenador, ante un rival presuntamente superior aunque la tabla muestra que solo son tres puntos los que le separan. Compitió, igualó y, a veces, superó, la intensidad del rival. Si no se puede ganar en juego, se gana en intensidad y en estar metido en el partido. Y el Betis lo estuvo.
Sin perder la concentración, el Betis neutralizó el caudal ofensivo del Sevilla, en perjuicio, claro, de su juego ofensivo y el partido se convirtió en una guerra de guerrillas continuas con interrupciones y trifulcas constante.
Un derbi de toda la vida. Y aún quedan dos asaltos más.
El uno a uno:
Adán: El mejor del Betis, otra vez. Tuvo poco trabajo pero sacó las dos únicas ocasiones del partido: dos manos a manos a Gameiro. Dos paradas a contrapié de nivel. Ficha de Adán |
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Molinero: Su amarilla al comienzo hizo saltar todas las alarmas. Pero fue creciendo mientras el partido maduraba. Aun así se pudo irse expulsado, sin entrar a valorar el arbitraje general del partido que ese no es mi cometido. Tenía delante a un jugador importante y no sufrió mucho debido a las constantes ayudas de Petros. Ficha de Molinero |
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Bruno: Mejor que su pareja. Sus pocos cortocircuitos se solventaron sin problemas y se mostró muy seguro por arriba y en carrera ante Gameiro. Saliendo al corte es el mejor central del Betis Ficha de Bruno |
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Westermann: Completó un buen partido a nivel general pero Gameiro le ganó varias veces la espalda y dos pudieron ser perfectamente gol. La amarilla, que no fue, también le perjudicó. Ficha de Westermann |
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Vargas: Se le vio bajo de forma y le costó llegar a línea de fondo pero aportó, como Westermann, su veteranía. Con jugadores como ellos, que pase lo de los derbis de la vergüenza, es bastante más complicado Ficha de Vargas |
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N'Diaye: Al igual que Petros recorrió todo el campo pero de una manera distinta y es que Alfred abarca demasiado. El medio del campo del Betis aporta una estabilidad y equilibro al equipo Ficha de N'Diaye |
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Petros: Se multiplicó y apareció por todas partes. En el juego ofensivo se le notan bastantes carencias pero el fútbol defensivo y táctico se lo conoce mejor que nadie Ficha de Petros |
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Joaquín: Al igual que Cejudo estuvo más pendiente de cubrir su espalda que de atacar y así dejaron a Rubén demasiado solo. Aguantó 70 minutos en el campo viniendo de lesión, lo que es de elogiar. Igualmente se le debe pedir mucho más. Ficha de Joaquín |
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Dani Ceballos: Excesivamente revolucionado. Estuvo en todas y le dieron por todos lados. El Sevilla conocía que era la llave del Betis y tenía siempre a dos o tres jugadores encima cada vez que recibía para que no se diera la vuelta con facilidad. Se perdió en guerras inútiles pero aun así dio la sensación que si el Betis ganaba el partido hoy era por una acción suya. Ficha de Dani Ceballos |
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Cejudo: Seguramente completó un de sus partidos más completos con el Betis, estadísticamente hablando, y es que perdió poco balón, acertó en sus pases y estuvo Ficha de Cejudo |
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Rubén Castro: Si en anteriores partidos, ya rascaba poco balón, hoy ni lo rozó. Cinco balones contados le llegaron a Rubén y ninguno en condiciones. Sacó un tiro de la nada y se perdió entre tantos cambios de posiciones. Ficha de Rubén Castro |
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Varela: A falta de Piccini, tuvo que salir por la lesión de Molinero. Ficha de Varela |
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Van Wolfswinkel: Salió en un partido donde ya reinaba el miedo y poco pudo aportar. Se le vio con ganas después de los dos goles del martes Ficha de Van Wolfswinkel |
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Digard: Con Ceballos fundido, Mel tenía dos opciones: ir a por el partido con el riesgo de perder en una o resguardarse con un jugador de corte defensivo. Mel eligió lo segundo y dio salida al francés en vez de Van der Vaart. Que cada uno juzgue. Pasó inadvertido en el partido y su actuación fue correcta. Ficha de Digard |
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