Después del enorme cabreo con el que me acosté ayer viendo el enésimo ridículo del Betis propiciado una vez más por su incompetente entrenador, viendo a jugadores corriendo como pollo sin cabeza, y a otros vagar por el campo sin saber ni donde ni cuando actuar, o viendo como la condición física de muchos no es profesional, pensé que sería insostenible seguir defendiendo a José Mel públicamente... Pero ojiplático me quedo viendo como sigue habiendo muchos béticos de mi entorno que siguen con la peregrina excusa de "con este equipo más no se puede hacer", y se quedan tan panchos tras perder contra el colista con Momo y Valerón casi con bastón como máximas estrellas. Alucinante.
Con el ánimo de que los profesionales de la pluma sean más rigurosos, me pongo a leer la prensa esta mañana, pero no cambia nada, los adeptos a los que mandan ahora siguen sin dar los palos necesarios con el miedo a que la opinión pública cargue contra la directiva... Y los que bailan al son de Lopera-Castaño-Bitton, pues haciendo palmas con las orejas dando palos en el lomo a Maciá y justificando a su Pepe... Hay algunas crónicas, verbigracia Diario de Sevilla-Javier Mierida que dan vergüenza ajena.
¿Merece la pena seguir teniendo en nómina la figura de un Director Deportivo en estas condiciones? Para mí, este consejo está desacreditado mientras no se defina: O se apuesta de verdad por un Director Deportivo todopoderoso que construya seriamente un club con estructuras(tipo Monchi, mal que nos pese) llámese Maciá o quien sea, o se apuesta por la clásica del entrenador que se vea con la responsabilidad de fichar y que los palos o loas le caigan a él en exclusiva... Pero hay que definirse, no vale jugar al buenismo barato de aguantar a un entrenador porque tienes miedo a que la afición (o parte) se te echa encima aún sabiendo que no es apto para el puesto. Si estais ahí, es para tomar decisiones, asumiendo las responsabilidades, en lo bueno o en lo malo, pero es inadmisible esta situación rocambolesca (una vez más) que desemboca, como casi todo aquí, en la ya cansina guerra de poderes que nos está destrozando y que terminará por lo peor que puede pasarle a un club: el alejamiento y la falta de identificación con sus seguidores.
Al final, todo se resume en lo de siempre, somos lo que somos y estamos donde estamos por los mediocres gestores que siempre hemos tenido. Siempre. Espero que algún día alguno sea capaz de dar ese giro de timón que tanto anhelamos.
Con el ánimo de que los profesionales de la pluma sean más rigurosos, me pongo a leer la prensa esta mañana, pero no cambia nada, los adeptos a los que mandan ahora siguen sin dar los palos necesarios con el miedo a que la opinión pública cargue contra la directiva... Y los que bailan al son de Lopera-Castaño-Bitton, pues haciendo palmas con las orejas dando palos en el lomo a Maciá y justificando a su Pepe... Hay algunas crónicas, verbigracia Diario de Sevilla-Javier Mierida que dan vergüenza ajena.
¿Merece la pena seguir teniendo en nómina la figura de un Director Deportivo en estas condiciones? Para mí, este consejo está desacreditado mientras no se defina: O se apuesta de verdad por un Director Deportivo todopoderoso que construya seriamente un club con estructuras(tipo Monchi, mal que nos pese) llámese Maciá o quien sea, o se apuesta por la clásica del entrenador que se vea con la responsabilidad de fichar y que los palos o loas le caigan a él en exclusiva... Pero hay que definirse, no vale jugar al buenismo barato de aguantar a un entrenador porque tienes miedo a que la afición (o parte) se te echa encima aún sabiendo que no es apto para el puesto. Si estais ahí, es para tomar decisiones, asumiendo las responsabilidades, en lo bueno o en lo malo, pero es inadmisible esta situación rocambolesca (una vez más) que desemboca, como casi todo aquí, en la ya cansina guerra de poderes que nos está destrozando y que terminará por lo peor que puede pasarle a un club: el alejamiento y la falta de identificación con sus seguidores.
Al final, todo se resume en lo de siempre, somos lo que somos y estamos donde estamos por los mediocres gestores que siempre hemos tenido. Siempre. Espero que algún día alguno sea capaz de dar ese giro de timón que tanto anhelamos.
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