Hay victorias que dejan mal sabor de boca, como la de Málaga -comparable a cuando te despiertas un día, tras una noche de farra, y a la preciosa rubia de 1'80 que te ligaste la noche anterior, le empieza a salir algo que parece una espesa y negra barba-, y otras como la del Viernes, que sin ser para tirar cohetes, al menos sí se vio algún apunte interesante.
-El Betis fue capaz de descansar un rato con el balón, y eso fue gracias a Ceballos. Es cierto que caracoleó en lugares peligrosos, pero no es menos cierto que si no caracolea, hubieran sido balones perdidos o jugados al pelotazo. Es cuestión de sistema de juego: el Betis con Mel siempre ha sido un equipo que al recuperar la pelota, los jugadores se alejan unos de otros buscando espacios. El ir y venir que le gusta a nuestro entrenador. Los jugadores se juntaron algo más gracias a la inercia que provocó Ceballos.
-Además de Ceballos, Petros ayudó al ser un jugador con fondo tanto para la cobertura, como para apoyar la jugada.
-Joaquín hizo su mejor partido porque el balón le llegó a las zonas donde puede hacer daño. Los extremos, con nuestra forma de jugar habitual, sufren una barbaridad. Miren los números ridículos que los extremos de Mel han tenido durante años, en asistencias y goles: Montero, Campbell, Pabón cuando jugó de extremo, Juankar... el propio Joaquín tiene números impropios de su clase -un gol y dos asistencias. Es lo que ocurre cuando el extremo tiene que perseguir al contrario constantemente sin descanso.
-Portillo: no ayudó porque no jugó.
-¿No es mejor juntarse en torno a los que saben jugarla que la eterna lotería de ir y venir, que ya está tan vista? ¿No es mejor aprovechar que tenemos a Ceballos, Joaquín, Rubén, Portillo -a la espera de Wander Brá?
-Ahora llegará un bético Doña Rogelia y dirá: "¿Tú que te cree, que semo como er Barça?". No, no le creo, y como no estoy diciendo eso, es usted un poco vaina.
-El toque erotiza a la afición, el toque es tradición bética, el toque lubrica, favorece la penetración -de los extremos o los medios-, calma, permite descansar sin ese "pim-pam" constante. Recuerden cómo a Javier Clemente se le rió la gente en la cara cuando dijo que no éramos capaces de dar diez toques. Pues sí éramos capaces, lo que pasa es que él no quería.
-La carrera de Wander Brá fue como las de "Oliver y Benji". Me hice sangre apretando los puños animándole en su interminable y heroico camino al área. El vejete que ve el fútbol conmigo, que come aceitunas sin hueso porque las que tienen hueso no puede levantarlas, parecía Schwarzenegger en sus mejores momentos.
-¿Es cosa mía o N'Diaye se está poniendo hermosote otra vez?
En fin, creo que hay que insistir en lo bueno que se vio el otro día, pero si el próximo partido empatamos o perdemos, y volvemos a cambiar, será demostración de que no se sabe qué hacer.
Si se cree en algo hay que mantenerlo.
Viva el toque erótico.
-El Betis fue capaz de descansar un rato con el balón, y eso fue gracias a Ceballos. Es cierto que caracoleó en lugares peligrosos, pero no es menos cierto que si no caracolea, hubieran sido balones perdidos o jugados al pelotazo. Es cuestión de sistema de juego: el Betis con Mel siempre ha sido un equipo que al recuperar la pelota, los jugadores se alejan unos de otros buscando espacios. El ir y venir que le gusta a nuestro entrenador. Los jugadores se juntaron algo más gracias a la inercia que provocó Ceballos.
-Además de Ceballos, Petros ayudó al ser un jugador con fondo tanto para la cobertura, como para apoyar la jugada.
-Joaquín hizo su mejor partido porque el balón le llegó a las zonas donde puede hacer daño. Los extremos, con nuestra forma de jugar habitual, sufren una barbaridad. Miren los números ridículos que los extremos de Mel han tenido durante años, en asistencias y goles: Montero, Campbell, Pabón cuando jugó de extremo, Juankar... el propio Joaquín tiene números impropios de su clase -un gol y dos asistencias. Es lo que ocurre cuando el extremo tiene que perseguir al contrario constantemente sin descanso.
-Portillo: no ayudó porque no jugó.
-¿No es mejor juntarse en torno a los que saben jugarla que la eterna lotería de ir y venir, que ya está tan vista? ¿No es mejor aprovechar que tenemos a Ceballos, Joaquín, Rubén, Portillo -a la espera de Wander Brá?
-Ahora llegará un bético Doña Rogelia y dirá: "¿Tú que te cree, que semo como er Barça?". No, no le creo, y como no estoy diciendo eso, es usted un poco vaina.
-El toque erotiza a la afición, el toque es tradición bética, el toque lubrica, favorece la penetración -de los extremos o los medios-, calma, permite descansar sin ese "pim-pam" constante. Recuerden cómo a Javier Clemente se le rió la gente en la cara cuando dijo que no éramos capaces de dar diez toques. Pues sí éramos capaces, lo que pasa es que él no quería.
-La carrera de Wander Brá fue como las de "Oliver y Benji". Me hice sangre apretando los puños animándole en su interminable y heroico camino al área. El vejete que ve el fútbol conmigo, que come aceitunas sin hueso porque las que tienen hueso no puede levantarlas, parecía Schwarzenegger en sus mejores momentos.
-¿Es cosa mía o N'Diaye se está poniendo hermosote otra vez?
En fin, creo que hay que insistir en lo bueno que se vio el otro día, pero si el próximo partido empatamos o perdemos, y volvemos a cambiar, será demostración de que no se sabe qué hacer.
Si se cree en algo hay que mantenerlo.
Viva el toque erótico.
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