El actual entrenador del Granada es el típico hombre de fútbol que siempre aparece en la mente de los aficionados de aquellos equipos que andan malamente a modo de salvador. Sin embargo, ando convencido de que preguntando por él en los lugares donde ha entrenado, habría muchísimas más valoraciones negativas que positivas al respecto de su trabajo. Insisto, por supuesto que sí, en que es tan solo una opinión personal que tengo de este técnico.

José Ramón Sandoval no es santo de mi devoción. No me pregunten por qué. No me refiero a su curriculum para hacer valoraciones ni mucho menos, es un pensamiento global que tengo. Su ascenso en el Rayo Vallecano le dio una cantidad de vidas a modo de videojuego enorme. Pero igualmente ha tenido toda esa suerte que otros muchos grandes entrenadores no. Suele pasar, como también con los futbolistas. ¿Cuántos se han quedado en el camino?, nos preguntamos siempre. Sandoval se metió en la rueda y ahí sigue.

Rayo Vallecano, Sporting de Gijón y Granada CF son los equipos de más caché que ha dirigido este hombre de 47 años. Se le presupone un fútbol alegre y descarado, pero actualmente su equipo es colista mostrando una imagen realmente desastrosa con cinco puntos. Por cierto que en casa aún no ha conseguido ganar y ya sabemos qué suele pasar con eso… Tocará cruzar los dedos. El “riesgo” que generalmente corren sus conjuntos me resulta falta de trabajo. Recuerden lo que decía de Jémez a la hora de valorar o no qué conviene más a su equipo en el juego. Paco, que es más entrenador que Sandoval de aquí a Manilva, al menos no engaña a nadie en ese sentido. Pero José Ramón Sandoval intenta adquirir el papel de míster cercano con su plantilla. Curioso que luego no lo parezca, siendo esta otra valoración personal, qué duda cabe.

En Los Cármenes andan cansados en cierta parte con su entrenador. Paco Herrera ya ha caído en el banquillo de la UD Las Palmas con los mismos registros que el equipo andaluz. Toca ver el recorrido que puede o no quedarle a Sandoval al frente del bloque que, las cosas cómo son, él mismo salvó del descenso el curso pasado. Mejorar a Abel tampoco era tarea demasiado complicada, cierto es, pero ese plus es del entrenador madrileño con total merecimiento. En caso de despido, no olviden que estará sonando en el momento que pueda para todos aquellos equipos que tengan las cosas crudas. Sandoval se mueve bien ahí.

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