El otro banquillo... Sergio González
Entre su casa blanquiazul y la otra del mismo color, en la Coruña, ha pasado sus mejores años de futbolista. A muchos se les ha olvidado que el club gallego pagó 17 millones de euros en su día para hacerse con este mediocentro. Era la mejor época de Sergio, y de hechofue a la Copa del Mundo de 2002, pero pregúntense qué futbolista podría llegar a cualquier equipo estilo Dépor o Espanyol por esa cantidad de dinero. O al propio Betis.
Como futbolista, terminó su carrera en el Levante sin pena ni gloria por unas lesiones queno terminaron nunca de irse, y pronto se adaptó al nuevo rol de entrenador, en las categorías inferiores del propio Espanyol. Precisamente en el filial realiza un buen trabajo y se anunciaba bombo y platillo por la Ciudad Deportiva Dani Jarque que el club tiene míster para rato en la casa. En 2014, la entidad catalana le otorga plenos poderes y le da la dirección del primer equipo catalán.
Las Copas del Rey, básicamente, y la Supercopa de España e Intertoto de 2008 con el Deportivo fueron haciendo al actual entrenador españolista. Seguro. Pero también los malos momentos que pasó en tantísimos partidos en la élite. Porque Sergio sobrevivía siempre a lo que pasaba. Es más, si esas lesiones en el Levante no hubieran aparecido, seguramente su vida como jugador habría sido más larga. Pero cayó de pie una vez más cuando colgó las botas y el Espanyol le ha ido dando sitio hasta encontrarse en la banda de Cornellà-El Prat dirigiendo a su club.
Costó quizás la principio verle ahí, bajo ese paraguas de críticas que manan de esa fuente que ya conocen: “Como es ex jugador, lo tiene en bandeja”. También costaba verle porque su estado físico podría hacerle saltar al césped en cualquier momento. Sus vaqueros rotos delatan una juventud repleta de ganas e ilusión por hacerse un hueco. El curso pasado, durante al menos unos partidos, su equipo era la sensación. En Copa del Rey hizo buen papel y en Liga atragantaba algunos partidos a equipos de más nivel. Sus hombres entonces,
Kiko Casilla, Sergio García, Stuani, Colotto... le hicieron más fácil esa travesía a atravesar para el despeje de dudas, pero esta campaña ha tocado apretarse el pantalón en la planificación y atarse bien fuerte las botas en los entrenamientos para ponerle el sello a un estilo. El Espanyol no es el mismo que la temporada pasada y tiene trabajo por delante. Ese que deberá imprimir y exigir su técnico a un equipo de 25 años de media y con mucho quedar en el terreno de juego. Es el año de que Sergio González demuestra que se encuentra ahí por méritos propios, tengan los nombres que tengan sus jugadores.
Entregas anteriores El otro banquillo.... por Miguel Roda[LEFT]
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