Fiesta en Gijón por la comunión entre aficiones y por poder disfrutar del fútbol, aunque más que del fútbol, yo diría que los béticos lo que disfrutamos fueron los tres puntos.
Y digo esto porque el Betis se presentó en Asturias con una línea de actuación diferente a la que vimos partidos atrás y no le salió nada bien a pesar de ganar. Ya ante el Deportivo se cambió la forma de jugar que se venía utilizando y el Betis lo pagó con una derrota. Ante el Depor la ausencia de Portillo evitó las sensaciones, primarias pero creo que positivas que venía mostrando ese 4-4-2 pues la presencia de Van der Vaart acabó convirtiéndolo en un 4-3-1-2 que no tuvo ninguna razón de ser sobre el césped del Benito Villamarín y que se ahogó en la táctica del rival.
En esta ocasión Pepe Mel optó por un 4-2-3-1 (casi un 4-1-4-1 porque mis sensaciones fueron que N'Diaye a veces estaba muy solo defendiendo), quizás motivado por la ausencia de Vargas y la intención de que Jony no encarase a Varela con comodidad. Es por esto que Jorge Molina salió del once para dar entrada a Cejudo y hacer más rocosa esa banda, además de hacer a Lora no estar tan pendiente de atacar. Nada de eso ocurrió. El Betis con este esquema no supo atacar. Fue superado en todas sus líneas.
La primera parte fue un recital del Sporting, de como sumar hombres al ataque. Menendez no paró de subir, Jony estuvo comodísimo para buscar su pierna izquierda en el interior y la movilidad de Halilovic hizo estragos en la creación rival. Los centrales de la escuadra asturiana estuvieron muy cómodos. Si en ataque sumaban hombres para atacar y ponían a prueba a Adán, en defensa Meré y Luis Hernández jugaron a placer. El Betis con balón fue plano y previsible, solo había una línea de pase arriba, la de Rubén y las incorporaciones de Ceballos o Portillo nunca se dieron como debían, apoyando el ataque y sumando hombres y opciones al balón. Mientras las supuestas ayudas defensivas de Cejudo no se dejaron ver demasiado, Joaquín si recibía en la derecha pero se la jugaba una y otra vez encarando por tener que esperar las incorporaciones de los compañeros. Es cuanto menos llamativo tener a uno de los mejores extremos de la liga centrando y no tener a quien meterle el balón al área más que a un Rubén que hacía la guerra contra todos.
En la segunda parte Joaquín abandonó la banda y apoyó el ataque con el canario y el Betis mejoró. En parte por este cambio, como es lógico, y en parte porque el gol bético llegó muy pronto, a los 50 segundos, y cambió la cara al partido. De pronto Cejudo se fue a la derecha y curiosamente Varela pasó menos apuros en la segunda. El Betis, con más hombres arriba, también aumentó la primera línea de presión y creo contragolpes que no supo generar en la primera mitad. El partido se igualó, los dos equipos tuvieron sus oportunidades y el partido lo decidieron las individualidades. Concretamente dos por parte bética, Rubén Castro, que decidió en lo ofensivo con un gol sobrebio, una genialidad de crack y Antonio Adán, que fue el más decisivo atrás y completó un partido espectacular.
En definitiva, el Betis cambió su forma de jugar a como la vimos ante Valencia y Real Sociedad como ya hizo ante el Deportivo y de nuevo se podría decir que fue un error. Soy partidario de cambiar de sistema en función del rival pero para eso se necesita un trabajo previo e igual que dije que en las primeras partes ante Valencia y Real vi más trabajo, ayer me pareció ver jugadores perdidos, que no sabían que hacer y un partido que se decidió por individualidades donde si ganó el Betis y valieron tres puntos. El resultado de tanto cambio es no saber que nos encontraremos en el partido ante el Rayo Vallecano. Que Betis veremos, si el Betis con personalidad y carácter de unas veces o ese equipo perdido sobre el terreno de juego que se ha dejado ver otras ocasiones.
Adán: Su partido fue descomunal. Cierto que con los pies no estuvo muy acertado, especialmente en los lanzamientos largos, pero salvo al equipo en más de una ocasión. No solo le sacó una mano a la escuadra a Jony y un potente disparo a Menendez en la primera mitad, es que además detuvo un cabezazo y otro zurdazo de los mismos protagonistas y dio la "asistencia de gol" a Rubén en un lanzamiento largo que el canario convirtió en buenísimo. Si esto nos parece poco, el pie que le saca a Carlos Castro en los minutos finales en un uno contra uno para mi lo convirtieron en el mejor del partido.
Piccini: Su primera parte fue nefasta. No estuvo bien con balón, sus incorporaciones no sorprendieron y estuvo errático tanto en ataque como en defensa. En la segunda mejoró algo en lo defensivo, cortando alguna que otra buena jugada. Hay que pedirle regularidad en su juego, algo común a su edad pero indispensable para ser importante.
Bruno y Westermann: Creo que es el peor partido de la pareja Bruno-Westermann desde que juegan juntos. No es que estuvieran horrosamente mal, pero el cambio de sistema y la poca ayuda que recibieron del centro del campo los dejó algo vendidos. Hubo multitud de rechaces en el punto de penalti que pudieron acabar de otra forma pero por suerte no fue así. En el gol, Bruno intenta leer un posible pase a Halilovic y deja vendido a Westermann, que no está acertado ante el buen movimiento de Carlos Castro. No fue su partido, aunque al menos se trajeron tres puntos.
Varela: Inédito hasta hoy, fue encarado una y otra vez y en pocas salió airoso. Jony fue muy incisivo, entrando hacia dentro y haciéndole muy difícil el partido. En la segunda el propio Betis estuvo más desdahogado defensivamente y él también.
N'Diaye: Lleva siendo de los mejores del Betis en los partidos que juega desde que empezó la liga y sin embargo parece algo infravalorado por el nivel que dio la temporada anterior. Haciendo un trabajo oscuro y necesario, algo superado en la primera pero eficiente, implicado y trabajador.
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Portillo y Ceballos: Meto a los dos en el mismo saco porque hicieron un partido muy similar. Con esporádicos destellos y poca continuidad. No aportaron demasiado en el trabajo defensivo y lo que es peor, casi no se les vio en lo ofensivo. Sobretodo en la primera mitad. Cuando un equipo se planta como el Betis, con un solo punta y dos bandas requeridas en defensa, los jugadores de segunda línea deben cobrar más importancias. Tener el balón, aguantar la posesión hasta la incorporación de los compañeros y luego sumarse desde atrás para crear más opciones de remate. Ellos no lo hicieron bien esta vez. Dieron la impresión de no adaptarse al rol que debían tomar.
Joaquín: Recibía en la derecha, levantaba la cabeza y solo veía un escudo del Betis en el área rodeado de futbolistas del Sporting. Eso lo llevaba a retrasar el balón o encarar, donde esta vez no estuvo muy acertado. En la segunda parte asumió bien su nueva posición y anotó su primer gol con el Betis. Debe ir sumando en la faceta goleadora.
Cejudo: Buscó trabajar, lo intenta, aunque no tuvo mucho acierto. No ayudó tanto a Varela como esperaba y en ataque estuvo desacertado con el disparo. Su centro en el primer gol por otra parte, fue muy bueno. No me dio la sensación de hacer un buen partido pero trabajó y lo intentó.
Rubén Castro: Fue el que más lo intentó. Buscó disparo en varias ocasiones, probó fortuna, asistió a Joaquín y se fabricó un gol sensacional. Una vez más, fue decisivo. Es tan común en él que lo vemos normal, pero su gol fue letal.
Petros: Me pareció hacer más en los minutos que estuvo en el campo que en anteriores partidos. Interpretó bien su papel y jugó como pieza de apoyo en defensa y ataque a buen nivel.
Jorge Molina: Como ya hemos comentado en partidos anteriores, no está a un nivel para aportar cosas positivas. No parece el del año pasado, no sé si por confianza o físico. Tiene que creérselo porque me parece obvio que tiene mucho más fútbol del que ha mostrado en estas primeras cinco jornadas. Desenchufado.
Xavi Torres: No tuvo tiempo para nada en el día de ayer.
Pepe Mel: El planteamiento del partido no es que fuese malo, es que parecía faltarle mucho trabajo. Cambiar el esquema no tiene por qué restar al equipo pero siempre que los jugadores sepan cuales son sus funciones para hacer daño al rival y el Betis no lo sabía. Y si lo sabían, no cabe duda de que el planteamiento fue erróneo. Nunca se tuvo el balón teniendo hombres para hacerlo y Rubén fue una isla sin poder dividirse las marcas con nadie y siempre controlado hasta que en la segunda parte Joaquín subió el nivel de dificultad a Luiz Hernández y Meré.
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El partido de ayer lo ganan Adán y Rubén y a mi al menos no me dejó buenas sensaciones, como si me pasó tras la primera parte en Mestalla o ante la Real Sociedad donde se pudieron ver indicios de trabajo en el equipo. Me resulta complicado entender que tras todo el verano pidiendo extremos para abrir el campo, lo abras con Joaquin y Cejudo dejando a rematadores de área en el banco y que la solución del partido sea que precisamente el mejor extremo lo metas por dentro en la mediapunta donde si que tienes cuatro o cinco jugadores en plantilla. Mi humilde opinión es que falta trabajo en este tipo de variantes tácticas y de sistemas, a los jugadores se les vio perdidos sobre el césped durante buena parte del partido. Toca ponerse a trabajar para no volver a tirar una mitad de partido.
Y digo esto porque el Betis se presentó en Asturias con una línea de actuación diferente a la que vimos partidos atrás y no le salió nada bien a pesar de ganar. Ya ante el Deportivo se cambió la forma de jugar que se venía utilizando y el Betis lo pagó con una derrota. Ante el Depor la ausencia de Portillo evitó las sensaciones, primarias pero creo que positivas que venía mostrando ese 4-4-2 pues la presencia de Van der Vaart acabó convirtiéndolo en un 4-3-1-2 que no tuvo ninguna razón de ser sobre el césped del Benito Villamarín y que se ahogó en la táctica del rival.
En esta ocasión Pepe Mel optó por un 4-2-3-1 (casi un 4-1-4-1 porque mis sensaciones fueron que N'Diaye a veces estaba muy solo defendiendo), quizás motivado por la ausencia de Vargas y la intención de que Jony no encarase a Varela con comodidad. Es por esto que Jorge Molina salió del once para dar entrada a Cejudo y hacer más rocosa esa banda, además de hacer a Lora no estar tan pendiente de atacar. Nada de eso ocurrió. El Betis con este esquema no supo atacar. Fue superado en todas sus líneas.
La primera parte fue un recital del Sporting, de como sumar hombres al ataque. Menendez no paró de subir, Jony estuvo comodísimo para buscar su pierna izquierda en el interior y la movilidad de Halilovic hizo estragos en la creación rival. Los centrales de la escuadra asturiana estuvieron muy cómodos. Si en ataque sumaban hombres para atacar y ponían a prueba a Adán, en defensa Meré y Luis Hernández jugaron a placer. El Betis con balón fue plano y previsible, solo había una línea de pase arriba, la de Rubén y las incorporaciones de Ceballos o Portillo nunca se dieron como debían, apoyando el ataque y sumando hombres y opciones al balón. Mientras las supuestas ayudas defensivas de Cejudo no se dejaron ver demasiado, Joaquín si recibía en la derecha pero se la jugaba una y otra vez encarando por tener que esperar las incorporaciones de los compañeros. Es cuanto menos llamativo tener a uno de los mejores extremos de la liga centrando y no tener a quien meterle el balón al área más que a un Rubén que hacía la guerra contra todos.
En la segunda parte Joaquín abandonó la banda y apoyó el ataque con el canario y el Betis mejoró. En parte por este cambio, como es lógico, y en parte porque el gol bético llegó muy pronto, a los 50 segundos, y cambió la cara al partido. De pronto Cejudo se fue a la derecha y curiosamente Varela pasó menos apuros en la segunda. El Betis, con más hombres arriba, también aumentó la primera línea de presión y creo contragolpes que no supo generar en la primera mitad. El partido se igualó, los dos equipos tuvieron sus oportunidades y el partido lo decidieron las individualidades. Concretamente dos por parte bética, Rubén Castro, que decidió en lo ofensivo con un gol sobrebio, una genialidad de crack y Antonio Adán, que fue el más decisivo atrás y completó un partido espectacular.
En definitiva, el Betis cambió su forma de jugar a como la vimos ante Valencia y Real Sociedad como ya hizo ante el Deportivo y de nuevo se podría decir que fue un error. Soy partidario de cambiar de sistema en función del rival pero para eso se necesita un trabajo previo e igual que dije que en las primeras partes ante Valencia y Real vi más trabajo, ayer me pareció ver jugadores perdidos, que no sabían que hacer y un partido que se decidió por individualidades donde si ganó el Betis y valieron tres puntos. El resultado de tanto cambio es no saber que nos encontraremos en el partido ante el Rayo Vallecano. Que Betis veremos, si el Betis con personalidad y carácter de unas veces o ese equipo perdido sobre el terreno de juego que se ha dejado ver otras ocasiones.
Adán: Su partido fue descomunal. Cierto que con los pies no estuvo muy acertado, especialmente en los lanzamientos largos, pero salvo al equipo en más de una ocasión. No solo le sacó una mano a la escuadra a Jony y un potente disparo a Menendez en la primera mitad, es que además detuvo un cabezazo y otro zurdazo de los mismos protagonistas y dio la "asistencia de gol" a Rubén en un lanzamiento largo que el canario convirtió en buenísimo. Si esto nos parece poco, el pie que le saca a Carlos Castro en los minutos finales en un uno contra uno para mi lo convirtieron en el mejor del partido.
Piccini: Su primera parte fue nefasta. No estuvo bien con balón, sus incorporaciones no sorprendieron y estuvo errático tanto en ataque como en defensa. En la segunda mejoró algo en lo defensivo, cortando alguna que otra buena jugada. Hay que pedirle regularidad en su juego, algo común a su edad pero indispensable para ser importante.
Bruno y Westermann: Creo que es el peor partido de la pareja Bruno-Westermann desde que juegan juntos. No es que estuvieran horrosamente mal, pero el cambio de sistema y la poca ayuda que recibieron del centro del campo los dejó algo vendidos. Hubo multitud de rechaces en el punto de penalti que pudieron acabar de otra forma pero por suerte no fue así. En el gol, Bruno intenta leer un posible pase a Halilovic y deja vendido a Westermann, que no está acertado ante el buen movimiento de Carlos Castro. No fue su partido, aunque al menos se trajeron tres puntos.
Varela: Inédito hasta hoy, fue encarado una y otra vez y en pocas salió airoso. Jony fue muy incisivo, entrando hacia dentro y haciéndole muy difícil el partido. En la segunda el propio Betis estuvo más desdahogado defensivamente y él también.
N'Diaye: Lleva siendo de los mejores del Betis en los partidos que juega desde que empezó la liga y sin embargo parece algo infravalorado por el nivel que dio la temporada anterior. Haciendo un trabajo oscuro y necesario, algo superado en la primera pero eficiente, implicado y trabajador.
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Portillo y Ceballos: Meto a los dos en el mismo saco porque hicieron un partido muy similar. Con esporádicos destellos y poca continuidad. No aportaron demasiado en el trabajo defensivo y lo que es peor, casi no se les vio en lo ofensivo. Sobretodo en la primera mitad. Cuando un equipo se planta como el Betis, con un solo punta y dos bandas requeridas en defensa, los jugadores de segunda línea deben cobrar más importancias. Tener el balón, aguantar la posesión hasta la incorporación de los compañeros y luego sumarse desde atrás para crear más opciones de remate. Ellos no lo hicieron bien esta vez. Dieron la impresión de no adaptarse al rol que debían tomar.
Joaquín: Recibía en la derecha, levantaba la cabeza y solo veía un escudo del Betis en el área rodeado de futbolistas del Sporting. Eso lo llevaba a retrasar el balón o encarar, donde esta vez no estuvo muy acertado. En la segunda parte asumió bien su nueva posición y anotó su primer gol con el Betis. Debe ir sumando en la faceta goleadora.
Cejudo: Buscó trabajar, lo intenta, aunque no tuvo mucho acierto. No ayudó tanto a Varela como esperaba y en ataque estuvo desacertado con el disparo. Su centro en el primer gol por otra parte, fue muy bueno. No me dio la sensación de hacer un buen partido pero trabajó y lo intentó.
Rubén Castro: Fue el que más lo intentó. Buscó disparo en varias ocasiones, probó fortuna, asistió a Joaquín y se fabricó un gol sensacional. Una vez más, fue decisivo. Es tan común en él que lo vemos normal, pero su gol fue letal.
Petros: Me pareció hacer más en los minutos que estuvo en el campo que en anteriores partidos. Interpretó bien su papel y jugó como pieza de apoyo en defensa y ataque a buen nivel.
Jorge Molina: Como ya hemos comentado en partidos anteriores, no está a un nivel para aportar cosas positivas. No parece el del año pasado, no sé si por confianza o físico. Tiene que creérselo porque me parece obvio que tiene mucho más fútbol del que ha mostrado en estas primeras cinco jornadas. Desenchufado.
Xavi Torres: No tuvo tiempo para nada en el día de ayer.
Pepe Mel: El planteamiento del partido no es que fuese malo, es que parecía faltarle mucho trabajo. Cambiar el esquema no tiene por qué restar al equipo pero siempre que los jugadores sepan cuales son sus funciones para hacer daño al rival y el Betis no lo sabía. Y si lo sabían, no cabe duda de que el planteamiento fue erróneo. Nunca se tuvo el balón teniendo hombres para hacerlo y Rubén fue una isla sin poder dividirse las marcas con nadie y siempre controlado hasta que en la segunda parte Joaquín subió el nivel de dificultad a Luiz Hernández y Meré.
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El partido de ayer lo ganan Adán y Rubén y a mi al menos no me dejó buenas sensaciones, como si me pasó tras la primera parte en Mestalla o ante la Real Sociedad donde se pudieron ver indicios de trabajo en el equipo. Me resulta complicado entender que tras todo el verano pidiendo extremos para abrir el campo, lo abras con Joaquin y Cejudo dejando a rematadores de área en el banco y que la solución del partido sea que precisamente el mejor extremo lo metas por dentro en la mediapunta donde si que tienes cuatro o cinco jugadores en plantilla. Mi humilde opinión es que falta trabajo en este tipo de variantes tácticas y de sistemas, a los jugadores se les vio perdidos sobre el césped durante buena parte del partido. Toca ponerse a trabajar para no volver a tirar una mitad de partido.