El míster deportivista dejó atrás su trabajo como segundo entrenador -casi siempre con Míchel como maestro- para adentrarse en la maravillosa aventura de ser quien comande un equipo. La temporada pasada, sin hacer excesivo ruido y a ultimísima hora, se ganó ser este curso quien empezara desde 0 con el conjunto gallego.
En Coruña ansían que ese extremo derecho que hizo un gran fútbol con el mismísimo Fabio Capello tenga las mismas formas como técnico. Allí se le quiere y aprecia, pues son siete temporadas vistiendo la zamarra blanquiazul. Víctor Sánchez del Amo fue de esos hombres que tuvo que beber ese agua maldita de no ser importante en su propia casa. El Madrid, ya saben, se terminó cansando de él como le ocurre con otros tantos futbolistas. Su pierna derecha y su clase no pasaron desapercibidas para nadie.
Ahora, a sus 39 años, el entrenador del Deportivo intentará hacerse un nombre dentro del panorama futbolístico. La prueba es buenísima. Se sufrió el año pasado, sea firmado lo que se ha podido y hay expectación por conocer sus métodos y manera de entender el balompié. Lo tiene en su mano, sin duda. Para ello no tendrá más remedio que conjugar a la perfección la seriedad del trabajo bien hecho y esa mano izquierda con un vestuario que tiene una media de casi 29 años de edad. Su ilusión debería ser contagiosa para todos en Riazor, aunque no sea una tarea fácil.
Hasta el momento, Víctor pretende que la casa se cimente desde abajo. Eso dice mucho de él, pero será la propia competición y el tiempo quienes dictaminen si eso es positivo o no. El fútbol es así. Sus enormes labores de estratega le deberían valer igualmente para que el nivel competitivo de su bloque aumente en cada encuentro. En su época de segundo entrenador era quien manejaba a sus anchas todo lo relacionado con el balón parado. Pregúntenle a Míchel por la pizarra de Sánchez del Amo, que de algún que otro atolladero le sacó cuando más bastos pintaban.
En este mundo de élite todo es importante, y aunque la estrategia también, sin lugar a dudas, mucho mejor le irá al entrenador del Deportivo de la Coruña si hiciera funcionar a sus futbolistas para cualquier tipo de situación. Verdaderamente se encuentra en ello, veremos si los gallegos tienen técnico para rato o no. Víctor Sánchez del Amo quiere. Lo desea.
En Coruña ansían que ese extremo derecho que hizo un gran fútbol con el mismísimo Fabio Capello tenga las mismas formas como técnico. Allí se le quiere y aprecia, pues son siete temporadas vistiendo la zamarra blanquiazul. Víctor Sánchez del Amo fue de esos hombres que tuvo que beber ese agua maldita de no ser importante en su propia casa. El Madrid, ya saben, se terminó cansando de él como le ocurre con otros tantos futbolistas. Su pierna derecha y su clase no pasaron desapercibidas para nadie.
Ahora, a sus 39 años, el entrenador del Deportivo intentará hacerse un nombre dentro del panorama futbolístico. La prueba es buenísima. Se sufrió el año pasado, sea firmado lo que se ha podido y hay expectación por conocer sus métodos y manera de entender el balompié. Lo tiene en su mano, sin duda. Para ello no tendrá más remedio que conjugar a la perfección la seriedad del trabajo bien hecho y esa mano izquierda con un vestuario que tiene una media de casi 29 años de edad. Su ilusión debería ser contagiosa para todos en Riazor, aunque no sea una tarea fácil.
Hasta el momento, Víctor pretende que la casa se cimente desde abajo. Eso dice mucho de él, pero será la propia competición y el tiempo quienes dictaminen si eso es positivo o no. El fútbol es así. Sus enormes labores de estratega le deberían valer igualmente para que el nivel competitivo de su bloque aumente en cada encuentro. En su época de segundo entrenador era quien manejaba a sus anchas todo lo relacionado con el balón parado. Pregúntenle a Míchel por la pizarra de Sánchez del Amo, que de algún que otro atolladero le sacó cuando más bastos pintaban.
En este mundo de élite todo es importante, y aunque la estrategia también, sin lugar a dudas, mucho mejor le irá al entrenador del Deportivo de la Coruña si hiciera funcionar a sus futbolistas para cualquier tipo de situación. Verdaderamente se encuentra en ello, veremos si los gallegos tienen técnico para rato o no. Víctor Sánchez del Amo quiere. Lo desea.