El banquillo de la Real Sociedad lo ocupa un hombre al que muchos no conocen ni se han preocupado en conocer. Sí, causó sensación al llegar al fútbol español, pero es como si se hubiera ido diluyendo poco a poco y diera casi igual todo. El curso pasado David Moyes (Glasgow. 1963) dejó a la Real en Primera y eso que pintaban bastos no solamente para el cuadro vasco, sino también para un hombre que llegaba un poco a verlas venir.
Este entrenador, que se dice pronto, estuvo once temporadas al frente del Everton FC. Allí dirigió más de 500 partidos compartiendo todo tipo de momentos con su gran rival, el Liverpool. El bueno de Moyes se hizo respetar prácticamente siempre por la grada del Goodison Park. Y eso ocurrió porque su metodología es fiable y muy conseguida. Parece de Glasgow para todo. Sí, es la verdad, aunque su desembarco en la Real Sociedad (y sigue siendo así en la actualidad) es toda una incógnita aún. Ese podría ser el análisis de lo parece el conjunto donostiarra: Es complicado saber dónde estarán peleando los futbolistas de David Moyes, el entrenador que hizo historia al relevar a Sir Alex Ferguson en el Manchester United.
Moyes no tuvo la andadura que hubiera querido con los ‘Diablos Rojos’. A pesar de conseguir en verano la Community Shield, los resultados en la competición doméstica no eran buenos. Equipos menores asaltaban Old Trafford con una facilidad pasmosa y los hinchas también sentenciaron al hombre que dirigía al equipo después de las 27 temporadas de Ferguson con el United. A falta de varias jornadas para el final del campeonato, y tras quedarse sin opciones matemáticas de clasificación para la Champions League, el Manchester decide despedir a Moyes, que encuentra acomodo en San Sebastián tras varios meses parado.
Con contrato hasta 2016, toca esta temporada que sí ha podido comenzarla desde primera hora, comprobar las virtudes de un técnico que prometía oro en sus evoluciones y que tiene que limpiar la mancha última de su trabajo en Inglaterra haciendo a la Real competir y hacer disfrutar a sus aficionados, como el propio David Moyes dijo en sus primeros días como entrenador del club vasco. Su falta de entendimiento en muchas cosas parecen incluso tranquilizarles, no hay nada como no enterarse del todo de lo que le pueden decir a uno. Tiene buenos jugadores en su plantilla aunque precisamente falta comprobar cómo y de qué manera podrá combinarlos con los otros futbolistas que tienen que correr el triple para igualar la calidad de los Vela y compañía. La llegada de Illarramendi le ha dado aire fresco a un Moyes que ganará mucho si, precisamente, se entera pronto de la manera de sacarle rendimiento a un futbolista que está, vaya la suerte suya señor David, deseoso de hacerlo.
Este entrenador, que se dice pronto, estuvo once temporadas al frente del Everton FC. Allí dirigió más de 500 partidos compartiendo todo tipo de momentos con su gran rival, el Liverpool. El bueno de Moyes se hizo respetar prácticamente siempre por la grada del Goodison Park. Y eso ocurrió porque su metodología es fiable y muy conseguida. Parece de Glasgow para todo. Sí, es la verdad, aunque su desembarco en la Real Sociedad (y sigue siendo así en la actualidad) es toda una incógnita aún. Ese podría ser el análisis de lo parece el conjunto donostiarra: Es complicado saber dónde estarán peleando los futbolistas de David Moyes, el entrenador que hizo historia al relevar a Sir Alex Ferguson en el Manchester United.
Moyes no tuvo la andadura que hubiera querido con los ‘Diablos Rojos’. A pesar de conseguir en verano la Community Shield, los resultados en la competición doméstica no eran buenos. Equipos menores asaltaban Old Trafford con una facilidad pasmosa y los hinchas también sentenciaron al hombre que dirigía al equipo después de las 27 temporadas de Ferguson con el United. A falta de varias jornadas para el final del campeonato, y tras quedarse sin opciones matemáticas de clasificación para la Champions League, el Manchester decide despedir a Moyes, que encuentra acomodo en San Sebastián tras varios meses parado.
Con contrato hasta 2016, toca esta temporada que sí ha podido comenzarla desde primera hora, comprobar las virtudes de un técnico que prometía oro en sus evoluciones y que tiene que limpiar la mancha última de su trabajo en Inglaterra haciendo a la Real competir y hacer disfrutar a sus aficionados, como el propio David Moyes dijo en sus primeros días como entrenador del club vasco. Su falta de entendimiento en muchas cosas parecen incluso tranquilizarles, no hay nada como no enterarse del todo de lo que le pueden decir a uno. Tiene buenos jugadores en su plantilla aunque precisamente falta comprobar cómo y de qué manera podrá combinarlos con los otros futbolistas que tienen que correr el triple para igualar la calidad de los Vela y compañía. La llegada de Illarramendi le ha dado aire fresco a un Moyes que ganará mucho si, precisamente, se entera pronto de la manera de sacarle rendimiento a un futbolista que está, vaya la suerte suya señor David, deseoso de hacerlo.
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