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Cinco relatos de un equipo sin dueño.

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  • Cinco relatos de un equipo sin dueño.

    Año 1910:

    Si Enrique hubiera nacido un siglo después, seguramente estaría durmiendo en la habitación del hotel, esperando la hora para bajar al desayuno y escuchar la última charla del entrenador antes del partido.

    Pero en noviembre de 1910, Enrique, jugador del Balompié, no se podía ni imaginar esos lujos. Tenía que, como jugador-directivo-tesorero del club, hacer la última revisión de cuotas para ver que todos los que iban a jugar estaban al día, preparar el dinero para pagar los gastos del partido, y llegar temprano al Prado de San Sebastián, para pintar el campo y ayudar a Jesús y a los demás a montar las porterías.

    Unos cientos de personas movidos por un sentimiento aún primigenio, estaban iniciando algo que, utilizando la conocida cita, si lo hubiesen soñado se hubieran quedado incluso cortos.

    Año 1936:

    En la casa de Manuel, al atardecer del 18 de julio de 1936, llamaron a la puerta; un guardia de asalto preguntaba por él. No era un buen día para que un guardia te fuera a buscar a casa, pero el miedo se transformó en una profunda desazón cuando conoció el motivo de que la autoridad lo buscara.

    Manuel trabaja en el Betis Balompié, y le buscaban porque una granada de los que los sublevados habían lanzado en la Plaza Nueva contra el edificio del Gobierno Civil, donde hoy está el Hotel Inglaterra, se había extrañamente (?) desviado. y había caído en la sede del Betis Balompié en la calle Bilbao.

    Corrió hasta allí, y del incendio y antes del derrumbe del edificio, sacó los papeles que pudo; buena parte de la documentación histórica del Real Betis se perdieron ese día. Destino, mala suerte, a propósito, era el inicio de los años más duros del Betis; los jugadores no vuelven a Sevilla, el campo de la Exposición se convierte en cuartel militar para las tropas italianas que vinieron a apoyar a los sublevados, de primera a tercera, y solos, terriblemente solos, el Betis y los béticos.

    Año 1948:

    Hecha la gestión en Renfe, Alfonso vuelve para casa; por fin logró colar al taquillero que el equipo del Real Betis viajase con unos billetes con una reducción importante como grupo cultural acogido a descuentos por tal labor. En esos días, año 1948, un duro, una peseta, un real, eran oro para el Betis.

    Había dejado a su mujer en casa preparando tortillas, tenía que parar en el horno para comprar el pan, y otro directivo se había comprometido a traer algo de fruta de su campo, todo ello para el viaje a Andújar para jugar contra el Iliturgi. Los jugadores foráneos que vivían en los cuartos que se habían preparado en el Estadio para que residieran allí, vendrían hasta la estación de tren en tranvía, los demás andando.

    Años duros de Tercera, del manquepierda, de la frase de D. Manuel Ruiz de que mientras haya un bético habrá Betis, de rifas de vacas, de equipos contrarios con jugadores prestados por los vecinos, y de cientos de béticos acompañando al Betis allá donde fuera. Béticos solos y sólo béticos.

    Año 1992:

    A Luisa le sorprendió la llamada de un compañero de PNB en una tarde de febrero de 2009; le preguntaba por su padre y por no se qué de acciones del Betis. Su padre Antonio, había fallecido hace unos años, pero eso de que era su padre accionista del Real Betis Balompiè, SAD, no sabía nada. Ni ella, ni su madre, ni nadie de la familia.

    “¿Y cuando dice usted que mi padre compró acciones del Betis? ¿En 1992? Imposible, mi padre iba al jornal en donde le salía, y apuros los que había en nuestra casa entonces, no puede ser”, le decía emocionada, bética orgullosa de que su padre fuera uno de esos tantos héroes anónimos del Betis.

    Pero es que Antonio solo leía y escuchaba todos los días en la radio, en los periódicos, que el Betis iba a desaparecer; y así, sin que enterara la familia, y en tres tacadas, sacó diez mil pesetas de donde no las había, y puso aquello que buenamente, y a escondidas de la familia, pudo para salvar al Betis. Porque como muchos, como la mayoría, de los béticos accionistas minoritarios no compraron acciones de una sociedad, pusieron hasta lo que no tenían para que el glorioso Real Betis Balompié no despareciera, para vergüenza de los que no pagando, arrebataron al Betis de su gente, y encima le llamaron el salvador, y hasta algunos, el dueño del Betis.

    Año 2015:

    “Montse, ¿la niña ya está lista? Ponle el vestidito verde que el niño ya se ha puesto la camiseta del Betis. Para su cumple Rocío me ha pedido la camiseta con el nombre de Rubén a la espalda, No me mires así, tu hija es del Betis, ¿de quién si no iba a ser?”.

    Rafael, hijo de la emigración andaluza en Cataluña, se ha puesto ya su camiseta con el 17 de Joaquín, y espera cual cofrade vestido ya con el hábito nazareno en la mañana del Domingo de Ramos a salir de casa con sus hijos, como hacía su padre con él hace años, para el encuentro con aquello que le recuerda y le confirma lo que es y será, lo que fuimos, somos y seremos. El Betis juega con el Barça B en el Mini Estadi, que hoy parecerá, como siempre, un pequeño Villamarín pero con más alegría porque cuando los buenos béticos de la emigración se juntan para ver a su Betis lejos de su tierra, ese Cielo que describió el gran Trifón que es el Villamarín un domingo de primavera a las cinco de la tarde y con el Betis ganando, se traslada, por ese día, a Cataluña con más plenitud y sentimiento.

    Su padre se vino a finales de los cincuenta desde Brenes a Badalona, obligado por la misma necesidad que hace que aún, sesenta años después, miles de andaluces sigan emigrando. Trabajar, sacar adelante a una familia, bajar cada cinco años a tu pueblo siendo optimista, y ver al Betis cuando venía a jugar a Cataluña, ejemplo éste del que Rafael bebió para no solo confirmar su identidad, sino para perpetuar de padres a hijos, de abuelos a nietos, en una estirpe ya sin fin, que somos del Betis, hayas nacido en Badalona, Castelldefels, Valdemoro, Baracaldo o Triana.

    Conclusiones:

    Estos son solo cinco pequeños relatos de nuestra historia, que se podrían multiplicar por miles. Una historia cargada de penas y alegrías, de simas y cimas, de infiernos y cielos, escrita desde el sacrificio, cuando no la sangre, de miles de béticos. Decir dueño y Betis en la misma frase es una aberración del lenguaje, ¿tiene dueño un sentimiento colectivo de tantos, tiene dueño la rebeldía, puede tener entonces dueño el Real Betis Balompié?

    El único que llegó a considerarse dueño del Betis dejó al equipo arruinado, en Segunda, y se encuentra procesado por delitos contra la sociedad por más de 25 millones de euros, y por titular miles de acciones sin haberlas pagado. A quién le quiso traspasar el negocio, en solo seis meses presuntamente se llevó cientos de miles de euros, y firmó contratos impagables a empleados, aún sabiendo que no se podían pagar y a pocos días de una junta de accionistas que lo echó del Betis.

    Quién a día de hoy no ha comprendido ésto, es que tiene un problema muy serio, bueno uno más. Y como decimos los béticos: Viva el Betis, Viva el Betis manquepierda.

  • #2
    Re: Cinco relatos de un equipo sin dueño.

    Una pena que a estos pequeños accionistas se les haya ninguneado durante cinco años cuando parecia que eran otros tiempos, pero nada mas lejos de la realidad

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    • #3
      Re: Cinco relatos de un equipo sin dueño.

      Por cierto, hay mas gente que se considera dueña del betis. que se lo digan a emilio soto. el otro dia le dijeron que se echara ya a un lado tras 20 años y dijo que nanai

      Comentario


      • #4
        Re: Cinco relatos de un equipo sin dueño.

        Originalmente publicado por Amaya Ver Mensaje
        Por cierto, hay mas gente que se considera dueña del betis. que se lo digan a emilio soto. el otro dia le dijeron que se echara ya a un lado tras 20 años y dijo que nanai
        Dónde fue eso?

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        • #5
          Re: Cinco relatos de un equipo sin dueño.

          En twitter, que el no se iba, que habia arriesgado su dinero... otro salvador q por poner una denuncia se cree q le pertenece un sillon en el.palco

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          • #6
            Re: Cinco relatos de un equipo sin dueño.

            Ah, twitter, vale...

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            • #7
              Re: Cinco relatos de un equipo sin dueño.

              Originalmente publicado por Amaya Ver Mensaje
              En twitter, que el no se iba, que habia arriesgado su dinero... otro salvador q por poner una denuncia se cree q le pertenece un sillon en el.palco
              pues yo pienso que lleva razón y no me malinterpretes, pero si todos luchasemos con la misma convicción que estos, por lo que es nuestro, no existirían tantos salvadores ni tantos vividores alrededor del betis. Es triste que solo unos pocos hayan sido los que han denunciado, si hubiésemos sido miles, quizás esta historia no estaría durando tantos años.

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              • #8
                Re: Cinco relatos de un equipo sin dueño.

                Nilescrane, macho, me has hecho llorar.

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                • #9
                  Re: Cinco relatos de un equipo sin dueño.

                  Os juro que he sido yo quien ha escrito ésto. Por eso y después de leer lo de Emilio Soto, me he puesto a buscar a ver si mencionaba su nombre en el mismo y no lo encuentro.

                  He mirado si su nombre estaba oculto en algún orden de lectura, incluso he revisado mi portátil por si me han instalado Enigma, y lanzo mensajes en clave pero creo que no.

                  En fin, el eterno debate del **** y las témporas.

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                  • #10
                    Enhorabuena por tu relato Niles, con lágrimas en los ojos por ver que no aprendemos, que seguimos paseando bajo palio y de alfombra el escudo al primer cantamañas de turno que engatusa con palabrería a los que se dejan engañar.

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                    • #11
                      Re: Cinco relatos de un equipo sin dueño.

                      PNB, el pacto de sindicación más grande del fútbol, cayó el día que a usted lo invitaron a marcharse.
                      usted si es BETIS.

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                      • #12
                        Re: Cinco relatos de un equipo sin dueño.

                        Cuando haya dueño morira el Betis

                        Mejor en tercera que con Lopera

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                        • #13
                          Re: Cinco relatos de un equipo sin dueño.

                          Ah--- una cosa
                          Pepe Mel que caraio dices de dueño.
                          ¿Por que no te callas?
                          Estas mas guapo calladito ... y ensaya los corners y la defensa que para eso te pagan... aunque no haya "dueño" tu cobras
                          Y cobras del Betis que no te enteras

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                          • #14
                            Re: Cinco relatos de un equipo sin dueño.

                            Totalmente Pepe...

                            Quién a día de hoy no ha comprendido ésto, es que tiene un problema muy serio.

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                            • #15
                              Re: Cinco relatos de un equipo sin dueño.

                              Emocionante y necesario. Gracias.

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