En todo mercado de fichajes estival el estado de ánimo y grado de ilusión de los aficionados suele atravesar por diversas etapas dependiendo de los refuerzos ya oficializados, de los nombres que suenan, etc.
En estos días hay cierto nerviosismo o desazón en las redes sociales de tintes verdiblancos. Que si no suenan delanteros, que si viene un central-lateral de la liga egipcia, que para reforzar el mediocampo viene un tal Petros que hasta ahora no sabemos de qué juega, que si el Espanyol nos quita a Hernán Pérez...
Haciendo memoria sobre el último verano en el que de verdad el belicismo estaba ilusionado con la confección de la plantilla, me tengo que remontar al verano de 2008, donde, poco después de anunciar el presidente Pepe León el comienzo de una "economía de guerra" por los problemas económicos que ya se dejaban entrever interesadamente por el dueño de "la tonta", sorprendentemente empezamos a realizar elevados desembolsos económicos por jugadores de la talla de Mehmet Aurelio, Mark González, Emana, Monzón... con la guinda de Sergio García.
Claro que lo que prometía como una temporada ilusionante, acabó con un dolorosísimo e inesperado descenso, a pesar del infructuoso regreso de Ricardo Oliveira en enero.
¿Cuáles creéis que fueron las causas de aquel fracaso?
Con esto quiero decir que, aunque yo también me hallo ciertamente desilusionado, al final lo que marca las diferencias no es la ilusión veraniega, sino los resultados que se dan sobre el césped cuando la pelota echa a rodar.
En estos días hay cierto nerviosismo o desazón en las redes sociales de tintes verdiblancos. Que si no suenan delanteros, que si viene un central-lateral de la liga egipcia, que para reforzar el mediocampo viene un tal Petros que hasta ahora no sabemos de qué juega, que si el Espanyol nos quita a Hernán Pérez...
Haciendo memoria sobre el último verano en el que de verdad el belicismo estaba ilusionado con la confección de la plantilla, me tengo que remontar al verano de 2008, donde, poco después de anunciar el presidente Pepe León el comienzo de una "economía de guerra" por los problemas económicos que ya se dejaban entrever interesadamente por el dueño de "la tonta", sorprendentemente empezamos a realizar elevados desembolsos económicos por jugadores de la talla de Mehmet Aurelio, Mark González, Emana, Monzón... con la guinda de Sergio García.
Claro que lo que prometía como una temporada ilusionante, acabó con un dolorosísimo e inesperado descenso, a pesar del infructuoso regreso de Ricardo Oliveira en enero.
¿Cuáles creéis que fueron las causas de aquel fracaso?
Con esto quiero decir que, aunque yo también me hallo ciertamente desilusionado, al final lo que marca las diferencias no es la ilusión veraniega, sino los resultados que se dan sobre el césped cuando la pelota echa a rodar.
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