Uno de los descartes del Betis para la próxima temporada, Javier Matilla, vivirá un verano entre interrogantes. El 10 de enero se destrozó la rodilla derecha en los pocos minutos que gozaba desde la destitución de Julio Velázquez, para quien era indiscutible en su equipo.
Han pasado seis meses desde entonces y la evolución de su recuperación dista mucho de los ejemplos que esta misma temporada han tenido compañeros con lesiones similares como Álvaro Vadillo y Álex Martínez.
Esa misma lesión quizás sea ahora su principal aliada para frenar en un primer momento su salida del club, aunque los técnicos tienen muy claro que el futuro centro del campo no cuenta con el ex del Villarreal en sus planes. Mel lo conoce muy bien, ya fue uno de sus descartes hace dos años para disputar la Europa League, algo obligado debido al grave error de planificación en la configuración de la plantilla. Sin embargo, el futbolista no parece preocuparse mucho por su situación.
De momento, ya sabe que apenas tendrá vacaciones en verano, una semana como máximo. Además, al igual que otros compañeros no muestra la mínima intención de acelerar su salida. Aquí su lesión avala completamente su teoría. ¿Quién va a fichar a un jugador que hace seis meses se rompió el ligamento cruzado anterior de su rodilla?
A esto se une que Matilla tampoco muestra un ansia especial por llegar lo mejor posible al próximo 6 de julio. En el club, aunque obviamente no lo hacen público, hay cierto malestar con la poca implicación que el jugador está teniendo para recuperarse. Seis meses después de su lesión, ni siquiera ha podido participar de forma suave con el grupo, mientras que Vadillo lo hizo poco más de cuatro meses después de su intervención quirúrgica y Álex Martínez, incluso, jugó unos minutos en la última jornada de Liga siete meses después de su lesión.
Dos años más de contrato
Sea como fuere, Matilla no va a estar en plenitud de sus facultades cuando el resto del equipo regrese de sus vacaciones. Eso dificultará mucho su salida. Al jugador le quedan dos años más de contrato debido a la renovación que firmó en 2013 y el Betis tiene muy claro que no se pondrá la camiseta verdiblanca la próxima temporada. Su situación parece enmarcada en una perfecta partida de póker.
marca.com
Han pasado seis meses desde entonces y la evolución de su recuperación dista mucho de los ejemplos que esta misma temporada han tenido compañeros con lesiones similares como Álvaro Vadillo y Álex Martínez.
Esa misma lesión quizás sea ahora su principal aliada para frenar en un primer momento su salida del club, aunque los técnicos tienen muy claro que el futuro centro del campo no cuenta con el ex del Villarreal en sus planes. Mel lo conoce muy bien, ya fue uno de sus descartes hace dos años para disputar la Europa League, algo obligado debido al grave error de planificación en la configuración de la plantilla. Sin embargo, el futbolista no parece preocuparse mucho por su situación.
De momento, ya sabe que apenas tendrá vacaciones en verano, una semana como máximo. Además, al igual que otros compañeros no muestra la mínima intención de acelerar su salida. Aquí su lesión avala completamente su teoría. ¿Quién va a fichar a un jugador que hace seis meses se rompió el ligamento cruzado anterior de su rodilla?
A esto se une que Matilla tampoco muestra un ansia especial por llegar lo mejor posible al próximo 6 de julio. En el club, aunque obviamente no lo hacen público, hay cierto malestar con la poca implicación que el jugador está teniendo para recuperarse. Seis meses después de su lesión, ni siquiera ha podido participar de forma suave con el grupo, mientras que Vadillo lo hizo poco más de cuatro meses después de su intervención quirúrgica y Álex Martínez, incluso, jugó unos minutos en la última jornada de Liga siete meses después de su lesión.
Dos años más de contrato
Sea como fuere, Matilla no va a estar en plenitud de sus facultades cuando el resto del equipo regrese de sus vacaciones. Eso dificultará mucho su salida. Al jugador le quedan dos años más de contrato debido a la renovación que firmó en 2013 y el Betis tiene muy claro que no se pondrá la camiseta verdiblanca la próxima temporada. Su situación parece enmarcada en una perfecta partida de póker.
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