¿Qué pasaría si se levantaran las cautelares?
14/06/2015 · Lucas Haurie
Tal vez sea sólo una mera aplicación del sentido común pero cunde la idea de que la Audiencia Provincial revocará en los primeros días de esta semana (martes o miércoles, filtran las partes) las medidas cautelares que determinan el gobierno del Betis desde hace casi cinco años. Sería lógico e incluso deseable porque la cercanía a la instructora del grupo que manda en el club gracias a la particular visión que Mercedes Alaya tiene de la administración de justicia oscila entre lo mosqueante y lo directamente sospechoso. Si las previsiones se cumplen, que está por ver, se abriría un nuevo horizonte para el Betis y para sus actores principales.
Estepa y su corte de abogados. Saldrían de una empresa que gestionan gracias al dedo de Mercedes Alaya, que lo (s) nombró administrador (es) de más de la mitad de las acciones: las que pertenecen a Farusa sin controversia posible y aquellas cuya propiedad se discute en otro juzgado por estimar la oposición que Lopera se hizo con ellas de forma ilícita. Jugar con los plazos legales para la inminente convocatoria de una junta general extraordinaria de accionistas permitiría al consejo de administración presidido por Juan Carlos Ollero atrincherarse un par de meses más, tres a lo sumo, de modo que quedase concluida la planificación deportiva de la temporada 2015-16.
Manuel Ruiz de Lopera. Se va a abrir juicio oral contra él por un presunto delito societario, de modo que hasta la resolución del mismo el dueño de la mayoritaria estaría inhabilitado para ostentar cargo alguno en el Betis, la empresa a cuya costa presumiblemente se habría lucrado. Eso sí, la Ley le concede la facultad de nombrar a un administrador de sus acciones, que sería la persona encargada de dirigir al club en cuanto se celebre la próxima junta de accionistas.
Luis Oliver. El propietario de Bitton Sport actúa como si su desembarco en el Betis fuese a ser inminente. Y aunque no debe ser tomada a chacota su pretensión de hacer valer la compraventa de acciones firmada en 2010, el hecho de que un apreciable porcentaje de esos títulos sea objeto de controversia judicial (se discute la licitud de su adquisición por parte Lopera) retrasaría bastante su hipotética toma del control. A no ser que su estrategia consista en hacer ruido para sacar unos euros a cambio de dejar de hacerlo.
José Miguel López Catalán. El titular de las acciones compradas a Rufino González tendrá derecho a figurar en el consejo de administrador entrante pero corre el riesgo de figurar como mero oyente debido a su identificación absoluta con el entorno de Alaya. "Usted no tiene masa", le podrán espetar los nuevos/viejos administradores del Betis.
Manuel Castaño. Es el principal accionista a título individual del Real Betis y nunca ha escondido su deseo de presidirlo. El abogado puede hacer valer su relación con Lopera para constituirse en la persona elegida para asegurar una transición sin trauma. Es capaz de distinguir un balón de un frigorífico, lo que no puede decirse de todos los nombrados en este artículo.
Mel y Maciá. Son los dos ejecutivos bajo contrato de mayor rango en el club y nadie discutirá su competencia, sobre todo la del entrenador, para ocuparse de la parcela deportiva mientras se dilucida el guirigay societario. Mel ya ejerció de hombre para todo hace cinco años y Maciá tiene plenos poderes para confeccionar la plantilla. De su trabajo depende no sólo la suerte del equipo, sino la tranquilidad de toda la entidad.
El deporte sevillano · MUCHODEPORTE.COM
Desde luego, este tío es tonto con balcón a la calle Sierpes.
14/06/2015 · Lucas Haurie
Tal vez sea sólo una mera aplicación del sentido común pero cunde la idea de que la Audiencia Provincial revocará en los primeros días de esta semana (martes o miércoles, filtran las partes) las medidas cautelares que determinan el gobierno del Betis desde hace casi cinco años. Sería lógico e incluso deseable porque la cercanía a la instructora del grupo que manda en el club gracias a la particular visión que Mercedes Alaya tiene de la administración de justicia oscila entre lo mosqueante y lo directamente sospechoso. Si las previsiones se cumplen, que está por ver, se abriría un nuevo horizonte para el Betis y para sus actores principales.
Estepa y su corte de abogados. Saldrían de una empresa que gestionan gracias al dedo de Mercedes Alaya, que lo (s) nombró administrador (es) de más de la mitad de las acciones: las que pertenecen a Farusa sin controversia posible y aquellas cuya propiedad se discute en otro juzgado por estimar la oposición que Lopera se hizo con ellas de forma ilícita. Jugar con los plazos legales para la inminente convocatoria de una junta general extraordinaria de accionistas permitiría al consejo de administración presidido por Juan Carlos Ollero atrincherarse un par de meses más, tres a lo sumo, de modo que quedase concluida la planificación deportiva de la temporada 2015-16.
Manuel Ruiz de Lopera. Se va a abrir juicio oral contra él por un presunto delito societario, de modo que hasta la resolución del mismo el dueño de la mayoritaria estaría inhabilitado para ostentar cargo alguno en el Betis, la empresa a cuya costa presumiblemente se habría lucrado. Eso sí, la Ley le concede la facultad de nombrar a un administrador de sus acciones, que sería la persona encargada de dirigir al club en cuanto se celebre la próxima junta de accionistas.
Luis Oliver. El propietario de Bitton Sport actúa como si su desembarco en el Betis fuese a ser inminente. Y aunque no debe ser tomada a chacota su pretensión de hacer valer la compraventa de acciones firmada en 2010, el hecho de que un apreciable porcentaje de esos títulos sea objeto de controversia judicial (se discute la licitud de su adquisición por parte Lopera) retrasaría bastante su hipotética toma del control. A no ser que su estrategia consista en hacer ruido para sacar unos euros a cambio de dejar de hacerlo.
José Miguel López Catalán. El titular de las acciones compradas a Rufino González tendrá derecho a figurar en el consejo de administrador entrante pero corre el riesgo de figurar como mero oyente debido a su identificación absoluta con el entorno de Alaya. "Usted no tiene masa", le podrán espetar los nuevos/viejos administradores del Betis.
Manuel Castaño. Es el principal accionista a título individual del Real Betis y nunca ha escondido su deseo de presidirlo. El abogado puede hacer valer su relación con Lopera para constituirse en la persona elegida para asegurar una transición sin trauma. Es capaz de distinguir un balón de un frigorífico, lo que no puede decirse de todos los nombrados en este artículo.
Mel y Maciá. Son los dos ejecutivos bajo contrato de mayor rango en el club y nadie discutirá su competencia, sobre todo la del entrenador, para ocuparse de la parcela deportiva mientras se dilucida el guirigay societario. Mel ya ejerció de hombre para todo hace cinco años y Maciá tiene plenos poderes para confeccionar la plantilla. De su trabajo depende no sólo la suerte del equipo, sino la tranquilidad de toda la entidad.
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Desde luego, este tío es tonto con balcón a la calle Sierpes.
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