Final. Por fin. Muchas semanas comentando que cada vez estábamos un paso más cerca del objetivo, cada vez nos sentíamos más en nuestro sitio, luego teníamos un pie, pie y medio y finalmente el Real Betis Balompié es equipo de primera división, aunque soy de los que piensan, que nuca dejó de serlo.

Un ascenso que tiene como principales artífices a la plantilla, con componentes muy criticados durante el año y al cuerpo técnico, con un entrenador que también ha sido muy criticado. Mención también a la directiva, a la que queda mucho por hacer pero cuyas decisiones han parecido ir enfocadas, de momento, al camino correcto y a Juan Merino, que aunque en un breve paso por el primer equipo, dejó huella y recondujo una situación que parecía bastante torcida.

Un ascenso que aunque obligado no ha sido fácil, como no era fácil hacer ver a un equipo que descendió de forma ridícula, que es un histórico del fútbol español y que es y será equipo de primera. El partido tiene poco que analizar. El Alcorcón vino a competir pero a pesar de que el Betis no dominó completamente el partido, se notaba que tenían metida una marcha más y si a eso le sumas que arriba tienes a un jugador de una calidad tan bestial como Rubén Castro, pasa lo que pasó ayer.

El Betis es de primera. Lo es gracias a estos jugadores y entrenador y muchos de ellos deberán ratificarlo la próxima temporada. Pienso que no me he caracterizado durante este largo periplo por ser políticamente correcto, por eso voy a dejar mi propia reflexión, quizás con poco de objetivo y mucho de opinión personal. Y para ello no voy a hacer sino repetir la que ha sido mi opinión toda la temporada, con la que algunos estaréis de acuerdo y otros no:

Pienso que las victorias, la alegría por el ascenso, no debe hacernos perder la perspectiva. El mejor de segunda no tiene por qué ser ni siquiera bueno en primera. De los tres equipos que ascendieron el año pasado, ninguno ha superado los 35 puntos en un descenso que se ha vendido muy barato esta vez. Los éxitos hacen siempre más bueno todo y sobredimensionan aspectos que luego se dan más tarde de bruces con la realidad. Pienso que el Betis tenía la mejor plantilla de segunda, no el mejor equipo porque la plantilla tenía alguna que otra carencia muy significativa.

Pienso que jugar en primera como se ha estado jugando en segunda, al intercambio de golpes, es un riesgo que el Betis no debería correr y para eso, aun disfrutando del ascenso, hay que ponerse a trabajar y solucionar todas esas carencias para encontrar un equilibrio. Deseo que el año que viene, este equipo, se ponga quien se ponga esta camiseta y se siente quien se siente en el banquillo consiga la victoria en cada partido que juegue y ese debería ser el objetivo de todos los profesionales del club. A todos los béticos solo decirles que espero que sin descenso mediante, dentro de cuarenta años cuando se hable del último ascenso, se siga recordando este día. Sería señal de que no volvimos a salir de donde debemos estar.

Y ahora como siempre, vamos con los protagonistas del partido de ayer:

Adan: Portero de primera división. Lo ha demostrado en muchas ocasiones durante la temporada y su seguridad en la portería ha salvado muchos goles y puntos. Es su trabajo, pero justo es reconocerlo. Traerlo fue el gran acierto del año pasado.

Piccini: Necesaria su entrada ante la ausencia de Molinero. Estuvo activo, subiendo mucho por su banda y dejando buena muestra de su gran físico, zancada y velocidad. Una pena lo que ha jugado y lo poco que le han respetado las lesiones, aunque Molinero ha cumplido como un digno lateral.

Bruno y Jordi Figueras: Muy acorde el partido a su temporada. El rival no los puso en graves apuros y supieron solventar bien todas las situaciones, la mayoría con el balón en su poder. A pesar de que los dos generaban muchas dudas, han sido la pareja del ascenso y se les recordará por ello.

Varela: A lo suyo, cumpliendo en su banda y cada vez más activo con el balón. Ha ido creciendo con el paso de los partidos y su aportación al equipo, ha crecido con él.

N'Diaye: Hubo algún momento en el que se pasó de motivación y nos dejó uno de esos momentos pintorescos, pero sumó al equipo aportó y no jugó mal. El partido se prestaba a intentar cosas y el senegalés no lo hizo mal.

Xavi Torres: Realizó un partido a su nivel habitual, sin grandes alardes pero aportando y sumando. Es el que realmente le guarda la espalda al equipo.

Portillo: Apareció en la circulación de balón aunque sin un protagonismo excesivo. Como siempre, jugó con criterio y agradeció un partido en el que el protagonismo estuvo en el balón.

Dani Ceballos: El partido de ayer me deja claro que es futbolista de primera división por su actitud y su carácter. En un partido más exigente, por momentos incluso más intenso, no solo dio la talla sino que fue de los mejores y dejó detalles de la gran clase que atesora. Echando la vista atrás, la pena es habernos perdido su calidad en varias fases de la temporada. Anunció que renovará, con lo que la alegría es doble.

Jorge Molina: Sin ser su mejor partido, marcó, aportó y resumió su temporada. Trabajando, cumpliendo. Aunque empezó la temporada jugando regular, aprovechó las oportunidades que le dio Merino y la confianza de Mel lo ha resucitado del todo. Gran culpa del ascenso, la ha tenido él.

Rubén Castro: Tras varios años, siempre con unas cifras goleadoras espectaculares y ya siendo el máximo goleador de la historia del Betis, no hay muchas cosas más que decir. Lo necesitaba y lo necesitábamos. Terminará la liga como la empezó, goleando, que es lo que hacen los fuera de serie.

Lolo Reyes: Salió con el partido prácticamente decidido para apagar a un encendido N'Diaye. No tuvo mayor protagonismo que el que se le requería.

Rennella: Salió y se le vio obcecado con conseguir su gol. Lo buscó, a veces de forma egoísta y con el marcador muy a favor, y no salió. Tampoco lo culpo. El partido estaba para disfrutar esos últimos minutos y probar fortuna.

Cejudo: Entró como acostumbra a entrar en la fase dinal de los partidos, aunque con todo decidido, pasó casi desapercibido.

Pepe Mel: El planteamiento del partido fue similar a otros tantos, se buscó la salida rápida y la finalización de Rubén y Molina principalmente. El Alcorcón no se jugaba nada y aún así no lo puso fácil pero cuando tienes a Rubén Castro y te planta una obra de arte dentro de la portería, lo único que queda es disfrutar. Vivió el partido con intensidad, como la ocasión merecía aunque a veces mostró demasiada.

Su llegada ha servido al club, se ha conseguido al objetivo y ha realizado un buen trabajo. Ahora disfrutarlo y a trabajar para que el año próximo este club continúe donde merece.