La judicialización de la gestión del Betis y la incertidumbre que generan los diferentes procesos que se siguen en los tribunales sobre la propiedad de las acciones, el perjuicio económico en la etapa de Manuel Ruiz de Lopera, la gestión de Luis Oliver o la calificación del concurso de acreedores le discuten al primer equipo el protagonismo en el día a día verdiblanco, con lo que ello significa. Desde el club se observa con atención todo lo que va sucediendo en las diferentes sedes judiciales, no sólo debido a que el consejo está mantenido por unas medidas cautelares que provocaron la administración por parte de Francisco Estepa, sino porque muchas de las decisiones trascendentales del presente y el futuro del Betis pasan por la responsabilidad ante esta circunstancia.

En declaraciones a ABC, Juan Carlos Ollero, presidente del Betis, manifestaba claramente su opinión, y la de su consejo de administración. Tiene claro el mandatario bético que lo que le conviene al club es que haya un gran pacto que aclare todo el panorama. «De lo que está convencido este consejo, y yo el primero, es que los accionistas del Betis deben llegar a un acuerdo cuanto antes. Y en esa línea estamos dispuestos a hacer todo lo posible que nos consienta la Ley y la buena práctica. Los accionistas del Betis deben llegar a un acuerdo cuanto antes porque aunque pueda gestionarse un club como el Betis en la situación actual, es evidente que estar así tiene sus costes. Supone una provisionalidad cierta y esto en los negocios es muy malo porque genera inquietud y desconfianza en los entornos con los que debemos relacionarnos. Todos los accionistas harían un gran favor al Betis si cuanto antes llegaran a un acuerdo de futuro sobre el Betis. Y es posible. Es posible», señalaba Ollero.

Unas declaraciones valientes por cuanto en las diferentes luchas judiciales contra Lopera u Oliver se han abierto frentes con posiciones realmente enconadas, incluso entre las plataformas. «Si llegan a un acuerdo se plantearía una determinada composición de capital y de ahí resultaría un consejo, con lo cual el que yo presido habría cumplido con creces con su papel si el Betis en ese momento está en Primera o, mejor si cabe, en Europa. Lo que ahí suceda no debe inquietar a nadie, es lo que debe pasar», insiste Ollero, que ve más viable el acuerdo de lo que puede parecer: «Es cierto que exige de una cierta altura de miras, pero no tanta. Creo que salvo en las cuestiones de presitigio u honor, aunque es una palabra quizás demasiado alta, no hay siquiera cuestiones económicas en juego o que sean insalvables, al menos».

Lo que sí deja claro el presidente bético es que no admite interferencias. «No nos llegan presiones de ninguna de las partes. Si acaso llegan los tirones. Algunos accionistas, en sus conflictos, tiran del Betis en función de sus intereses. No hace falta más que seguir la Prensa y las opiniones. Procuramos mantenernos lejos de esos tirones, demandas o exigencias. Y creo que hasta ahora lo estamos consiguiendo», afirma.

Porque Ollero explica la posición del club, que está personado en algunos procedimientos, y que los ha seguido de cerca, al menos, como espectador en la sala en otros:«Nuestra filosofía como consejo es que son litigios entre accionistas que se han traducido en situaciones judiciales. El Betis no puede ni debe inmiscurise en ellos. El consejo del Betis debe administrar y representar al club de manera independiente y pacífica. Es nuestro propósito y estamos tratando de llevarlo a efecto todos los días. Eso no quita dos cosas: que el Betis como institución es inevitable que tenga que comparecer como parte en alguno de los pleitos y que tenemos una posición delicada que examinamos convenientemente con el máximo cuidado y procurando mantener nuestra independencia. Si hemos estado en otras vistas ha sido por estar bien informados».

"Los accionistas del Betis deben llegar a un acuerdo cuanto antes" - Al final de la Palmera