No me estoy refieriendo a la década hippie, ni mucho menos.
Me refiero a la decena de los 60 puntos, la que va del 60 al 69, en la que el Real Betis ha pegado un acelerón que parece definitivo.
Allá donde muchos se atascan, el Betis ha sabido meter quinta. La inercia es tremenda y contra el Alavés puede sellarse un ascenso virtual si la ventaja contra los dos perseguidores inmediatos aumenta.
Los que me leéis sabéis que no comulgo con Mel desde hace tiempo. Tengo mis razones, y sigo pensando que no es nuestro entremador ideal en Primera.
Pero tampoco estoy ciego. La racha Merino-Mel, Mel-Merino, es espectacular. 47 puntos en 20 partidos, la proyección es de record. Además he visto un Mel que ha sabido rectificar algunas cosas. El Betis actual tiene mucha más hambre que el primero que nos mostró en Alcorcón o Soria. El Betis actual busca el tercero tras el segundo, el cuatro tras el tercero.
Este Betis, a ráfagas, es un buen Betis. Y eso basta en una categoría infame (no lo olvidemos).
Los rivales se desinflan. Y el Betis ha tenido mucho que ver en ello. Las goleadas a Valladolid y Las Palmas han marcado el inicio de su declive, y esto no es casualidad. No es fácil asimilar que alguien viene tras de ti y te supera con claridad.
Lo dicho, celebremos los 60, que se acaban. Y vamos a por las 3 victorias que nos faltan para la cifra que nos va a garantizar el ascenso: 77. Como el año de nuestra primera Copa.
Sólo faltan 9 puntos, y en juego quedan 24. Parece fácil, pero somos el Betis y podemos fallar en cualquier momento.
Pero me da que esta vez no fallaremos.
Maravillosos 60.