Yo creo que los béticos en su mayoría no exigimos nada extraordinario, sino que nos traten como aficionados normales de un club de la élite del fútbol. Para abrir las puertas para acceder al Estadio no hace falta invertir mucho dinero ni tener a cerebritos dirigiendo el club, sólo se precisa de que se tenga dos dedos de frente. Para que necesitamos a un tipo que hace la ronda para vender bebidas y comida en la grada si luego resulta que tenemos unos asientos sucios en muchos casos, poco cuidados etc... Es que parece que no ha pasado el tiempo, parece que se sigue gestionando el club como en el régimen anterior, prácticamente igual. Las diferencias son de detalle y normalmente se ha mejorado en cuestiones que no son básicas para el socio en el estadio. Para que quiero o queremos una revista semanal que me parece que está decente si luego aparece el speaker que no vale ni para estar escondido y da las alineaciones sin orden ninguno y se equivoca cada dos por tres, amén que la megafonía al menos por mi zona no se escucha bien.

Señores, este Consejo de Administración está obligado sin ningún tipo de excusa a que se le proporcionen a los socios las comodidades mínimas que debería exigir una entidad como el Betis, que se les llena la boca de hablar de grandeza del club pero ellos mismos son los primeros que no cunden con el ejemplo ni en lo mínimo. Por otra parte existen incluso mejoras en la modernización del club que no se comunican bien, que no se les da la publicidad que requiere y estoy convencido de que para todas estas cosas que reclamo sólo hay que tener voluntad para cambiarlas. Luego escucho por mi zona de grada que la gente no se queja pero también es verdad que las quejas en este club cuando se han hecho no sirven casi nunca para nada, a menos que haya una presión mediática que les impulse a tomar una decisión. Es cierto que quizá yo incluido no seamos lo suficientemente exigentes pero también es cierto que eso no les exime de cumplir con las mínimas medidas que necesitamos para que cuando vayamos al estadio no nos sintamos sólo como una panda de borregos que vamos pastoreados al redil.