Los dos primeros lógicamente están relacionados y es posible que si tuviéramos una estructura de club acorde con lo que exige el Betis se tomarían mejores decisiones de contrataciones de entrenadores que por cierto es un tema que no se habla mucho pero que es clave en el Betis.
Desde Serra Ferrer quitando en parte a Pepe Mel el Betis no ha tenido un entrenador contrastado y bueno sin más. Al menos para mí, no se puede calificar de buen entrenador a Tapia, que hace un año decente con el Málaga y nada más, no se puede tampoco con Victor Fernández que como se demuestra sistemáticamente sus resultados son óptimos en cortos plazos de tiempo, pero su trabajo no es duradero. En este sentido se asemeja al estilo Pepe Mel, cuyos equipos no son sólidos en el trabajo táctico, no mejoran sino que con el tiempo van perdiendo identidad. Pepe Mel con todo me parece menos entrenador de mentira que Victor Fernández que vive de unos buenos resultados hace ya muchos años con el Zaragoza. El único que obtiene resultados desde Serra aparte de Mel durante un par de años es Chaparro, al que desde luego se le tiene que calificar más como un motivador y tutor de grupo que como un técnico de nivel. Luego tenemos a Cúper, que sí fue un grandísimo entrenador pero en la etapa en la que vino ya claramente su metodología no calaba. Venía de fracasar con el Mallorca en muy poco tiempo. También estuvo otro entrenador que tuvo éxitos importantes pero que ya venía pasado de opciones como Irureta. Por eso sólo Mel y con matices el Betis ficha a un entrenador que tuviera una trayectoria de últimas temporadas exitosas ven en comparación con la plantilla que dirigía. Me podeis decir que Velázquez venía de triunfar con el Murcia porque lo metió en una temporada pobre en Segunda en promoción, pero vemos que justo antes venía de ser despedido de un equipazo del Villareal al que no fue capaz de meterlo entre los 2 primeros prácticamente nunca. Para mí es vclave que hace muchos años desde Juande Ramos que no se ficha a un entrenador que tenga una trayectoria previa que dé cierta garantía. Ahora se plantea la opción de un Sandoval que acaba de fracasar en el Sporting de Gijón con objetivos similares al Betis. Independientemente de que la plantilla se empobrezca, necesitamos a un entrenador competente, que trabaje al equipo bien, que le de una identidad de juego viable, duradera y que esté avalado por una trayectoria previa reciente de resultados óptimos. Hasta que no se acierte con el entrenador será imposible que se acabe esta caída libre.
Por otro lado tenemos el gran problema de la estructura, de la directiva, del gobierno del club en definitiva. Tenemos un gobierno muy tecnocrático que no empatiza con lo que siente el bético, que no moderniza de verdad las áreas del club heredadas del Loperato y que prácticamente sólo ha puesto algo de maquillaje a lo que se encontró. Necesitamos unos dirigentes que estén comprometidos con lo que hacen, que tengan un buen currículum pero sobre todo que ese currículum esté relacionado con el cargo que van a desempeñar. Para que quiero un gran abogado o jurista en un área como la médica sino sabe como gestionarla. En definitiva, necesitamos de forma acuciante profesionales en cada área que si no son béticos al menos que estén obligados por el mandato de alguien que sí le duela el Betis. Por eso creo que al menos es fundamental que el presidente del Betis sea alguien bético de sentimiento además de profesional, no simplemente simpatizante o que le agrade el Betis sino que si es posible que sea un enfermo del Betis en el buen sentido. A mí Miguel Guillén siempre me pareció y es un hombre que simpatiza con el Betis pero que no condiciona su vida o su estado de ánimo en función de que como le vaya al Betis. Creo que al menos en esta etapa de transición y dura necesitamos a alguien que el Betis le importe como parte de su vida.
Y por último aunque este es el factor o elemento menos importante del embrolo y más subjetivo, la suerte. Soy de los que pienso que las cosas están muy mal porque se han hecho y se siguen haciendo muy mal, pero es cierto que no tenemos ninguna suerte tampoco. Viene cualquier futbolista mínimamente de buen nivel y al cabo de unos partidos se convierte en un futbolista irreconocible que no se va ni de mi hermana y cuando esto se repite en todos los ámbitos y circunstancias algo de gafe tiene que haber.
A pesar de todo no soy especialmente pesimista y por razones intuitivas y de puro sentido común creo que las cosas van a mejorar y que a pesar de todo vamos a ascender por las buenas o por las malas y cuando digo por las malas me refiero a través de la promoción con ayudita arbitral a última hora de los altos estamentos para que un club de 36.000 socios no pueda estar en segunda un año más.
Desde Serra Ferrer quitando en parte a Pepe Mel el Betis no ha tenido un entrenador contrastado y bueno sin más. Al menos para mí, no se puede calificar de buen entrenador a Tapia, que hace un año decente con el Málaga y nada más, no se puede tampoco con Victor Fernández que como se demuestra sistemáticamente sus resultados son óptimos en cortos plazos de tiempo, pero su trabajo no es duradero. En este sentido se asemeja al estilo Pepe Mel, cuyos equipos no son sólidos en el trabajo táctico, no mejoran sino que con el tiempo van perdiendo identidad. Pepe Mel con todo me parece menos entrenador de mentira que Victor Fernández que vive de unos buenos resultados hace ya muchos años con el Zaragoza. El único que obtiene resultados desde Serra aparte de Mel durante un par de años es Chaparro, al que desde luego se le tiene que calificar más como un motivador y tutor de grupo que como un técnico de nivel. Luego tenemos a Cúper, que sí fue un grandísimo entrenador pero en la etapa en la que vino ya claramente su metodología no calaba. Venía de fracasar con el Mallorca en muy poco tiempo. También estuvo otro entrenador que tuvo éxitos importantes pero que ya venía pasado de opciones como Irureta. Por eso sólo Mel y con matices el Betis ficha a un entrenador que tuviera una trayectoria de últimas temporadas exitosas ven en comparación con la plantilla que dirigía. Me podeis decir que Velázquez venía de triunfar con el Murcia porque lo metió en una temporada pobre en Segunda en promoción, pero vemos que justo antes venía de ser despedido de un equipazo del Villareal al que no fue capaz de meterlo entre los 2 primeros prácticamente nunca. Para mí es vclave que hace muchos años desde Juande Ramos que no se ficha a un entrenador que tenga una trayectoria previa que dé cierta garantía. Ahora se plantea la opción de un Sandoval que acaba de fracasar en el Sporting de Gijón con objetivos similares al Betis. Independientemente de que la plantilla se empobrezca, necesitamos a un entrenador competente, que trabaje al equipo bien, que le de una identidad de juego viable, duradera y que esté avalado por una trayectoria previa reciente de resultados óptimos. Hasta que no se acierte con el entrenador será imposible que se acabe esta caída libre.
Por otro lado tenemos el gran problema de la estructura, de la directiva, del gobierno del club en definitiva. Tenemos un gobierno muy tecnocrático que no empatiza con lo que siente el bético, que no moderniza de verdad las áreas del club heredadas del Loperato y que prácticamente sólo ha puesto algo de maquillaje a lo que se encontró. Necesitamos unos dirigentes que estén comprometidos con lo que hacen, que tengan un buen currículum pero sobre todo que ese currículum esté relacionado con el cargo que van a desempeñar. Para que quiero un gran abogado o jurista en un área como la médica sino sabe como gestionarla. En definitiva, necesitamos de forma acuciante profesionales en cada área que si no son béticos al menos que estén obligados por el mandato de alguien que sí le duela el Betis. Por eso creo que al menos es fundamental que el presidente del Betis sea alguien bético de sentimiento además de profesional, no simplemente simpatizante o que le agrade el Betis sino que si es posible que sea un enfermo del Betis en el buen sentido. A mí Miguel Guillén siempre me pareció y es un hombre que simpatiza con el Betis pero que no condiciona su vida o su estado de ánimo en función de que como le vaya al Betis. Creo que al menos en esta etapa de transición y dura necesitamos a alguien que el Betis le importe como parte de su vida.
Y por último aunque este es el factor o elemento menos importante del embrolo y más subjetivo, la suerte. Soy de los que pienso que las cosas están muy mal porque se han hecho y se siguen haciendo muy mal, pero es cierto que no tenemos ninguna suerte tampoco. Viene cualquier futbolista mínimamente de buen nivel y al cabo de unos partidos se convierte en un futbolista irreconocible que no se va ni de mi hermana y cuando esto se repite en todos los ámbitos y circunstancias algo de gafe tiene que haber.
A pesar de todo no soy especialmente pesimista y por razones intuitivas y de puro sentido común creo que las cosas van a mejorar y que a pesar de todo vamos a ascender por las buenas o por las malas y cuando digo por las malas me refiero a través de la promoción con ayudita arbitral a última hora de los altos estamentos para que un club de 36.000 socios no pueda estar en segunda un año más.
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