Empiezo a tener la sensación de que ya no puedo más.
Soy bético desde que tengo uso de razón. Reconozco que aunque soy persona, y por tanto racional, mi amor por el Betis me convierte en un ser irracional al que, al menos a corto plazo, un partido de futbol de mi Betis puede suponer la felicidad absoluta o la desgracia capaz de amargar el día. Hice a mi hijo bético desde la cuna y lo he visto crecer en nuestro estadio estallando de felicidad o derramando lágrimas los días de “callejón”. Pago cada año religiosamente los carnets de toda mi familia, mujer incluida, y cada día de partido del Betis, ya sea en casa o fuera, se convierte en día de reunión familiar en el que todos juntos asistimos expectantes para ver que nos encontramos. Soy casi tan “antisevillista” como bético, y disfruto profundamente de las desgracias de nuestro rival “hermano”, al que deseo todos los males y posterior desaparición.
Hasta aquí todo normal y común a muchos otros aficionados dirán los de otros equipos, pero no. Vosotros que sois del Betis sabéis que no es así.
Sabéis que llevamos más de 22 años cautivos de quien nunca puede representar al Betis o en manos de títeres impuestos por una jueza que nunca pone fin a su trabajo de instrucción.
Sabéis que todas nuestras esperanzas depositadas en unos y otros gestores se han ido dilapidando a velocidad de vértigo ante su incapacidad o deshonestidad manifiesta.
Sabéis como el famoso entorno no para de medrar y decir cómo deben hacerse las cosas, colocando a todos sus peones, pero sin que nadie se rasque el bolsillo para legitimar su opinión.
Sabéis como tenemos que convivir con los éxitos del rival, siendo cada vez más escandalosos nuestros fracasos, y sin que exista a priori ninguna diferencia entre nosotros que justifique tal desigualdad.
Y después de aguantar esto un año tras otro, llegamos al actual. Un presidente que nunca pensó que podría llegar a tanto, junto con su Consejo y un tal Estepa, que nada tiene que ver ni con el Betis ni con Sevilla, nos traen un secretario técnico a la espera de la llegada de un Director Deportivo. Como este no llega, después de no sé cuánto tiempo, deciden que “de momento” el Secretario Técnico diseñe la plantilla de este año. Hace un rato he escuchado la entrevista de Alexis en radio y ha comentado dos cosas que me siguen incrementando la angustia y que me hacen tener la sensación de que ya no puedo más:
1.- el central no ha venido no porque él no haya querido sino porque el Betis tiene limitaciones económicas. Faltaría más. Si Vd. mismo, por Dios, a su llegada dijo que lo que había que hacer era apuntalar la defensa.
2.- da a entender que Kike Burgos dejará de ser nuestro entrenador de porteros. Si no es verdad, muy mal, y si es verdad, peor.
Yo como bético ya no exijo resultados, que debería. Me están humillando tanto que solo exijo que me representen gentes normales, profesionales honestos, trabajadores, sensatos, con sentido común y que conozcan algo de sus profesiones. Personas que al menos no induzcan a la mofa de quienes no son béticos.
¿Cuánto tiempo más tendremos que seguir soportando esto? Ojala no sea mucho, porque yo ya empiezo a no poder más.
Soy bético desde que tengo uso de razón. Reconozco que aunque soy persona, y por tanto racional, mi amor por el Betis me convierte en un ser irracional al que, al menos a corto plazo, un partido de futbol de mi Betis puede suponer la felicidad absoluta o la desgracia capaz de amargar el día. Hice a mi hijo bético desde la cuna y lo he visto crecer en nuestro estadio estallando de felicidad o derramando lágrimas los días de “callejón”. Pago cada año religiosamente los carnets de toda mi familia, mujer incluida, y cada día de partido del Betis, ya sea en casa o fuera, se convierte en día de reunión familiar en el que todos juntos asistimos expectantes para ver que nos encontramos. Soy casi tan “antisevillista” como bético, y disfruto profundamente de las desgracias de nuestro rival “hermano”, al que deseo todos los males y posterior desaparición.
Hasta aquí todo normal y común a muchos otros aficionados dirán los de otros equipos, pero no. Vosotros que sois del Betis sabéis que no es así.
Sabéis que llevamos más de 22 años cautivos de quien nunca puede representar al Betis o en manos de títeres impuestos por una jueza que nunca pone fin a su trabajo de instrucción.
Sabéis que todas nuestras esperanzas depositadas en unos y otros gestores se han ido dilapidando a velocidad de vértigo ante su incapacidad o deshonestidad manifiesta.
Sabéis como el famoso entorno no para de medrar y decir cómo deben hacerse las cosas, colocando a todos sus peones, pero sin que nadie se rasque el bolsillo para legitimar su opinión.
Sabéis como tenemos que convivir con los éxitos del rival, siendo cada vez más escandalosos nuestros fracasos, y sin que exista a priori ninguna diferencia entre nosotros que justifique tal desigualdad.
Y después de aguantar esto un año tras otro, llegamos al actual. Un presidente que nunca pensó que podría llegar a tanto, junto con su Consejo y un tal Estepa, que nada tiene que ver ni con el Betis ni con Sevilla, nos traen un secretario técnico a la espera de la llegada de un Director Deportivo. Como este no llega, después de no sé cuánto tiempo, deciden que “de momento” el Secretario Técnico diseñe la plantilla de este año. Hace un rato he escuchado la entrevista de Alexis en radio y ha comentado dos cosas que me siguen incrementando la angustia y que me hacen tener la sensación de que ya no puedo más:
1.- el central no ha venido no porque él no haya querido sino porque el Betis tiene limitaciones económicas. Faltaría más. Si Vd. mismo, por Dios, a su llegada dijo que lo que había que hacer era apuntalar la defensa.
2.- da a entender que Kike Burgos dejará de ser nuestro entrenador de porteros. Si no es verdad, muy mal, y si es verdad, peor.
Yo como bético ya no exijo resultados, que debería. Me están humillando tanto que solo exijo que me representen gentes normales, profesionales honestos, trabajadores, sensatos, con sentido común y que conozcan algo de sus profesiones. Personas que al menos no induzcan a la mofa de quienes no son béticos.
¿Cuánto tiempo más tendremos que seguir soportando esto? Ojala no sea mucho, porque yo ya empiezo a no poder más.
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