Una poblada barba esconde el rostro de Dani Pacheco (Pizarra, Málaga, 1991), como símbolo, tal vez, de la madurez de un futbolista que lleva ya 11 años como profesional a pesar de contar con apenas 23. De La Masía, a la cual llegó con 12, pasando por Liverpool, en donde desembarcó con 16 y luego, la parte más sufrida del fútbol: la de intentar llegar a la estrella que se esperaba y que todavía no es: “Veterano no soy, aunque está claro que tengo cierta madurez para mi edad. He aprendido sobre todo de lo malo del fútbol. Quizá a los 23 me siento más preparado que algunos otros jugadores a mi edad”.

Y ese sufrimiento comenzó, sobre todo, en Vallecas, con su primera experiencia sin el calor de un grande. Cedido por los reds, Sandoval le condenó al ostracismo: “El año del Rayo sufrí mucho. Venía con 19 años y todo el mundo decía que iba a explotar viniendo del Liverpool, de un Mundial bueno con la Sub-20. Seguramente cometí errores, me prometieron cosas que no sucedieron y lo pasé mal porque hasta ese momento todo había sido de color rosa para mí”.

Tras idas y venidas, la ocasión fallida de ir a otro Primera, el Valladolid, se convirtió casi en un buscavidas: “Tuve que armarme de coraje. Ya mucha gente hablaba de que nunca llegaría a lo que apuntaba. Aunque descendimos, con el Huesca aprendí mucho y metí seis goles en medio año. Luego, en el Alcorcón, Bordalás me corrigió aspectos defensivos. Me siento más completo para un gran reto como éste del Betis, el lugar donde más puedo crecer. Intentaré comerme el mundo aquí”.

A Heliópolis llega, pues, un futbolista que ha pasado por muchas manos de entrenador, muchos sistemas, pero con el perfume embriagador que le dejaron La Masía y las Selecciones inferiores: “Con el 4-3-3 del Barça jugaba de 9. Era fácil porque recibía balones por todos lados. En el Liverpool hice de mediapunta. Milla en la Selección me puso de extremo izquierdo y ahí estoy cómodo, aunque me gusta jugar por dentro, estar en contacto con el balón”.

Arbeloa, su "hermano mayor"

Sin arrepentirse, Pacheco habla no del todo bien de la cada más extendida emigración de talentos españoles a la Premier, de la que él fue uno de los pioneros en 2006. “Quizá hay que tener alguien a tu lado que diga ‘no’ a marchar tan pronto a la Premier, porque económicamente y deportivamente parece una oportunidad única. Tal vez saltarse tantas etapas y aprendizaje como pasar por juveniles o Segunda B no es bueno. Pensándolo bien quizá no hice lo correcto”. Dani coincidió algunos meses en Liverpool con el malogrado Miki Roqué y más tiempo con el madridista Arbeloa, del que habla como su “hermano mayor dentro y fuera del fútbol. Un ejemplo para mí, que me exige, no me deja que me relaje. Siempre me dice: ‘Ojalá tuviera tus condiciones’. Que alguien que ha ganado todo te diga eso es importante. Tuve la suerte de coincidir con él también en la misma ciudad con Rayo y Alcorcón”.

'Guiño' tuitero al Sevilla

Nada más llegar, el a veces dichoso Twitter levantó sobre Dani una polémica de colores, solamente porque había animado al Sevilla de cara a la final de la Europa League. Al malagueño le parece todo “una chorrada. Yo estaba en el Alcorcón jugando entonces. Como ciudadano español deseaba que el Sevilla ganase al Benfica. Creo que no pasa nada. Sé cómo vive la ciudad la rivalidad Betis-Sevilla. La gente ama a su equipo con locura, odia al rival dentro de lo normal… Con Liverpool y Everton pasa lo mismo y lo puedo entender”.

Fuente: Dani Pacheco: "Intentaré comerme el mundo en el Betis" | Liga Adelante | AS.com