Amaya primero y luego Salva Sevilla dejan el Betis por no aceptar un contrato por objetivos. Tan seguros estaban de que no lograrían esos objetivos que ambos jugadores no seguirán en el club.
Cuando un profesional no demuestra la categoría que se le presupone hay que tomar una decisión. En el caso de los deportistas, rendimientos pasados no asegura rendimientos pasados, pero eso lo sabemos los aficionados, los responsables del club y también lo deberían de reconocer los propios jugadores. Pues parece que no es así siempre.
Hay que partir de la base de que ningún jugador de la actual plantilla ha demostrado nivel suficiente para jugar en Primera División. Hay algunas excepciones como Antonio Adán, Lolo Reyes o Alfred N’Diaye que si han demostrado su calidad, pero el resto ha perdido todo el crédito que habían acumulado en los últimos años.
Jugadores como Javi Chica, Antonio Amaya, Paulão, Jordi Figueras, Nacho, Álvaro Vadillo, Joan Verdú o Salva Sevilla han bajado muchísimo en su rendimiento. Es cierto que con muchos de ellos logramos el ascenso y clasificarnos para Europa, pero en el deporte de élite no se puede vivir de las rentas, hay que ganarse el sitio partido a partido.
En estos caso veo lógico y normal que Alexis Trujillo haya decidido apostar por los contratos por objetivos. Esto hace de filtro entre los jugadores con hambre y ganas de demostrar lo que valen, y los jugadores que viene al Betis a llevárselo calentito y vivir un año estupendo en una ciudad maravillosa como Sevilla.
Es más, esto hace que ningún mercenario en busca de una jubilación dorada se atreva a venir al Betis, porque si no corre, si no rinde, si no se esfuerza, su sueldo será ridículo comparado con lo que cobraría en otros clubes.
En cambio es un aliciente para jugadores que no tienen buenas ofertas deportivas y que saben que en un club ambicioso podrían ponerse en el escaparate mediático. Y ya ni hablemos de lo que significa para un canterano que viene con ganas y mucha hambre de fútbol desde el filial.
Sabemos que Alexis hizo ofertas de contratos por objetivos a jugadores como Antonio Amaya y Salva Sevilla. En ambos casos se trata de profesionales que han bajado mucho su rendimiento pero creen que merecen más reconocimiento profesional. Alexis estaba haciendo un “favor” a ambos jugadores que habían firmado una reducción salarial en caso de descenso, pero el club les quería mejorar el contrato en base a unos objetivos.
Tan seguros estaban de que no lograrían esos objetivos que ambos jugadores no seguirán el Betis. Sinceramente, me alegro mucho que Alexis haya optado por esta estrategia que retrata a muchos integrantes de la peor plantilla de la historia del Betis. Porque quizá ellos ya lo han olvidado, pero esta temporada que ha finalizado es la segunda peor de los 107 años de historia del Real Betis Balompié. Si tenían algún argumento que justificase otro tipo de contrato, que los hagan públicos. Pero ya les aviso que no encontrarán a muchos béticos que los compartan.
Tanta paz lleven como paz dejen.
FUENTE BETICISMO.NET
Cuando un profesional no demuestra la categoría que se le presupone hay que tomar una decisión. En el caso de los deportistas, rendimientos pasados no asegura rendimientos pasados, pero eso lo sabemos los aficionados, los responsables del club y también lo deberían de reconocer los propios jugadores. Pues parece que no es así siempre.
Hay que partir de la base de que ningún jugador de la actual plantilla ha demostrado nivel suficiente para jugar en Primera División. Hay algunas excepciones como Antonio Adán, Lolo Reyes o Alfred N’Diaye que si han demostrado su calidad, pero el resto ha perdido todo el crédito que habían acumulado en los últimos años.
Jugadores como Javi Chica, Antonio Amaya, Paulão, Jordi Figueras, Nacho, Álvaro Vadillo, Joan Verdú o Salva Sevilla han bajado muchísimo en su rendimiento. Es cierto que con muchos de ellos logramos el ascenso y clasificarnos para Europa, pero en el deporte de élite no se puede vivir de las rentas, hay que ganarse el sitio partido a partido.
En estos caso veo lógico y normal que Alexis Trujillo haya decidido apostar por los contratos por objetivos. Esto hace de filtro entre los jugadores con hambre y ganas de demostrar lo que valen, y los jugadores que viene al Betis a llevárselo calentito y vivir un año estupendo en una ciudad maravillosa como Sevilla.
Es más, esto hace que ningún mercenario en busca de una jubilación dorada se atreva a venir al Betis, porque si no corre, si no rinde, si no se esfuerza, su sueldo será ridículo comparado con lo que cobraría en otros clubes.
En cambio es un aliciente para jugadores que no tienen buenas ofertas deportivas y que saben que en un club ambicioso podrían ponerse en el escaparate mediático. Y ya ni hablemos de lo que significa para un canterano que viene con ganas y mucha hambre de fútbol desde el filial.
Sabemos que Alexis hizo ofertas de contratos por objetivos a jugadores como Antonio Amaya y Salva Sevilla. En ambos casos se trata de profesionales que han bajado mucho su rendimiento pero creen que merecen más reconocimiento profesional. Alexis estaba haciendo un “favor” a ambos jugadores que habían firmado una reducción salarial en caso de descenso, pero el club les quería mejorar el contrato en base a unos objetivos.
Tan seguros estaban de que no lograrían esos objetivos que ambos jugadores no seguirán el Betis. Sinceramente, me alegro mucho que Alexis haya optado por esta estrategia que retrata a muchos integrantes de la peor plantilla de la historia del Betis. Porque quizá ellos ya lo han olvidado, pero esta temporada que ha finalizado es la segunda peor de los 107 años de historia del Real Betis Balompié. Si tenían algún argumento que justificase otro tipo de contrato, que los hagan públicos. Pero ya les aviso que no encontrarán a muchos béticos que los compartan.
Tanta paz lleven como paz dejen.
FUENTE BETICISMO.NET
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