Re: La gran herencia dilapidada
La verdad es que el twitterismo ha adoptado como arietes a dos elementos a cuál más inquietante, pepitomé y empero.
Lo mejorcito de cada casa vaya.
La verdad es que el twitterismo ha adoptado como arietes a dos elementos a cuál más inquietante, pepitomé y empero.
Lo mejorcito de cada casa vaya.
Comentario