PEQUEÑO GRAN BÉTICO, VUELVES A CASA
El Lorenzo castigador, el Mr Látigo, el que llegó en silencio por respeto al compañero cesado, cuando las ducas verdiblancas se escribían entre los barrotes que cerraban el ascensor de Segunda…
El de la Puebla de la Malloquina Liga del Play OFF y de aquel copero bermellón. Pequeño, serio y reflexivo, que supo imprimir el carácter primerdivisionario
a unos verdiblancos capacaídos de la mitad de la tabla, asignándoles el don de la imbatibilidad durante once semanas consecutivas, con terminal en el frío Plantío burgalés convertido en calurosa fiesta.
Luego, que si el “Oé musho Betis é” de los “Pé shop boy” en la puerta de cristales, la venida de un Zamora de verdá o aquel derby del “salga a reventar el partido, Sabitas”. La mano en el hombro de Alfonsito, la victoria alada-demoledora-justa en la pocilga de hierros blancos oxidados, las lágrimas tras la desproporcionada prórroga de aquella perdida Copa, el paseo por Europa…
Tras la parada culé, volvió con la máquina de ilusiones bajo el brazo y con la chaqueta abierta. Confeccionando un traje de luces con escasos mimbres, sacó petróleo entre las gradas inacabadas y nos subió en el ascensor hacia las estrellas del Olimpo continental, guiñando un ojo al Iriondo del Manzanares, haciendo suyo el “no hay dos sin tres (victorias en finales)”, llevándonos “de Madrid al cielo”.
Sin embargo, las promesas incumplidas, la soberbia y la envidia recortaron las alas de este pequeño gigante que terminó marchándose, mudándose de la Palmera sevillana al Partenón ateniense, acechando triunfos por estadios de primera magnitud, con la humildad por bandera, eso sí, bajo un “me siento y seré bético” a boca llena.
Las balas de cañón que te quieren "en el tiempo y la memoria",verdiblanco "tuyossiempre", irán de nuevo a buscarte y saludarte, manque duela más allá del Fontanal;pues respeto, admiración, añoranza, fildelidad y cariño, es mutuo y lo será, siempre inigualable, Don Lorenzo. Y que ojalá rememoremos juntos algún que otro festival de balompié, en tan festivo día en la Ciudad del Betis, tu casa.
Un saludo para todos.
El Lorenzo castigador, el Mr Látigo, el que llegó en silencio por respeto al compañero cesado, cuando las ducas verdiblancas se escribían entre los barrotes que cerraban el ascensor de Segunda…
El de la Puebla de la Malloquina Liga del Play OFF y de aquel copero bermellón. Pequeño, serio y reflexivo, que supo imprimir el carácter primerdivisionario
a unos verdiblancos capacaídos de la mitad de la tabla, asignándoles el don de la imbatibilidad durante once semanas consecutivas, con terminal en el frío Plantío burgalés convertido en calurosa fiesta.
Luego, que si el “Oé musho Betis é” de los “Pé shop boy” en la puerta de cristales, la venida de un Zamora de verdá o aquel derby del “salga a reventar el partido, Sabitas”. La mano en el hombro de Alfonsito, la victoria alada-demoledora-justa en la pocilga de hierros blancos oxidados, las lágrimas tras la desproporcionada prórroga de aquella perdida Copa, el paseo por Europa…
Tras la parada culé, volvió con la máquina de ilusiones bajo el brazo y con la chaqueta abierta. Confeccionando un traje de luces con escasos mimbres, sacó petróleo entre las gradas inacabadas y nos subió en el ascensor hacia las estrellas del Olimpo continental, guiñando un ojo al Iriondo del Manzanares, haciendo suyo el “no hay dos sin tres (victorias en finales)”, llevándonos “de Madrid al cielo”.
Sin embargo, las promesas incumplidas, la soberbia y la envidia recortaron las alas de este pequeño gigante que terminó marchándose, mudándose de la Palmera sevillana al Partenón ateniense, acechando triunfos por estadios de primera magnitud, con la humildad por bandera, eso sí, bajo un “me siento y seré bético” a boca llena.
Las balas de cañón que te quieren "en el tiempo y la memoria",verdiblanco "tuyossiempre", irán de nuevo a buscarte y saludarte, manque duela más allá del Fontanal;pues respeto, admiración, añoranza, fildelidad y cariño, es mutuo y lo será, siempre inigualable, Don Lorenzo. Y que ojalá rememoremos juntos algún que otro festival de balompié, en tan festivo día en la Ciudad del Betis, tu casa.
Un saludo para todos.
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