Re: Velázquez gana enteros como candidato al banquillo del Betis
El látigo de Julio Velázquez
El entrenador del Murcia ha domado sin hacer ruido a un vestuario que funciona como un ejército
13 de marzo de 2014
El Real Murcia de esta temporada, el que se encuentra a solo dos puntos del 'play -off' y a diez de asegurar la salvación, cuando aún falta por disputarse un cuarto de Liga, ya no es una casa de locos. Ahora es un equipo de fútbol con mayúsculas. Sus jugadores no viven inmersos en un régimen militar, aunque esta temporada sí se están cumpliendo las normas que la pasada temporada se pasaban por alto. Los jugadores acatan las órdenes con normalidad y profesionalidad y el vestuario de Cobatillas ya no es un volcán. De hecho, la rigidez de Julio Velázquez ha propiciado que el Real Murcia funcione como un reloj y que la mayor preocupación de los jugadores durante las 24 horas del día sea el balón. Velázquez ha sacado el látigo y ejerce un control invisible sobre sus jugadores que hace que pueda obtener de ellos el mayor rendimiento posible cada semana y que ellos lo den todo con la camiseta grana.
Puntualidad
20 euros de multa por cada cinco minutos de retraso
1. Si hay algo que le gusta a Julio Velázquez es la puntualidad. Su seriedad la ha transmitido a la plantilla y sus hombres funcionan como un ejército en el terreno de juego, donde la solidaridad es su arma principal. Pero antes de llegar a ser un equipo, Velázquez ha implantado normas. El entrenador del Real Murcia es el primero en llegar a Cobatillas. Lo hace noventa minutos antes del entrenamiento y prepara cada sesión con sus ayudantes. Es su ritual. Los jugadores llegan treinta minutos antes de la hora marcada para comenzar el entrenamiento y todos, sin excepción, pasan por el gimnasio para estirar, fortalecer y prevenir posibles lesiones cuando saltan al terreno de juego. Es un precepto impuesto al comienzo de la temporada, que en el curso anterior muchos jugadores se saltaban, lo que provocaba, junto a otros factores, que el número de lesionados fuera mucho mayor. Si actualmente a algún jugador se le ocurre llegar tarde a la sesión de trabajo, su multa será proporcional a los minutos de retraso. De partida, Julio Velázquez ha impuesto una tarifa de 20 euros por cada cinco minutos de retraso. Como si fuera una empresa normal y corriente, cada uno de los jugadores de la primera plantilla tiene que firmar en su casilla en las listas que el delegado recoge antes de que comience cada entrenamiento. Hasta los canteranos están expuestos a las multas.
Dieta y descanso
De 150 a 300 euros si aumenta el nivel de grasa
2. Una de las principales diferencias que existen esta temporada con respecto a la anterior es el control que el entrenador ejerce sobre la plantilla. Comenzando por la alimentación y el descanso. El entrenador del Real Murcia se muestra muy preocupado por el futbolista. Los estudios pormenorizados sobre cada deportista que está a sus órdenes no van a parar a un cajón del despacho del salmantino, si no que son analizados, tanto por técnico como por Luis Arnau, su mano derecha. Tan es así que esta campaña es muy habitual controlar el nivel de grasa de los futbolistas.
En comparación con el pasado ejercicio, Velázquez ha realizado el doble de controles. Entre Siviero y Onésimo realizaron cinco, mientras que esta campaña los ayudantes de Velázquez han realizado ya algunos más, a pesar de que aún restan tres meses de competición. Algunos jugadores que por sus condiciones físicas necesitan un control especial han superado ya los doce exámenes.
Además, y mientras que en campañas anteriores no se penalizaba superar los niveles establecidos de grasa para cada deportista, Velázquez siempre tiene la calculadora preparada. Así, si un jugador no cumple con lo previsto es sancionado con 150 euros, y si a los pocos días no es capaz de modificar sus niveles, la sanción se eleva a los 300 euros. Ser reincidente también se sanciona.
Todos iguales
El mismo menú para jugadores y técnicos
3. Julio Velázquez es bastante correcto en el trato y muy educado con todos. Desde su llegada ha apostado por la normalidad. No le gusta que los jugadores utilicen teléfonos móviles o dispositivos electrónicos durante las comidas o cenas antes de los partidos. Aunque no haya impuesto norma alguna para prohibir su uso. Sus comidas son las habituales para los equipos de fútbol. Es decir, ensalada, pasta, arroz blanco sin tomate y proteínas. Eso sí, a diferencia de entrenadores anteriores, Velázquez y los que se sientan a su lado en la mesa del cuerpo técnico en los desplazamientos y concentraciones se rige por los mismos criterios que las de los jugadores. Entrenadores como Onésimo y sus ayudantes se permitían pedir cualquier plato que no estuviera en el menú de los jugadores, como jamón, queso, vino y cerveza. Velázquez y todos sus ayudantes toman exactamente el mismo menú que sus jugadores.
Cenas de equipo
Por Navidad y con el dinero de las multas
4. A Velázquez no le gusta el jolgorio. De hecho, la plantilla se ha reunido muy pocas veces esta temporada para celebrar algo juntos. En caso de hacerlo, a Velázquez le gusta que sea a mediodía y no por la noche, para que luego los jugadores no caigan en la tentación de irse 'de marcha'. De forma conjunta solo ha habido dos cenas nocturnas colectivas hasta ahora. La primera fue la de Navidad y la segunda, hace apenas tres semanas, en El ******, para celebrar el final de la mala racha que llevó al equipo grana a acercarse a los puestos de descenso. Además, al entrenador del Real Murcia no le gustan las celebraciones en horas de trabajo. En uno de los viajes, y con motivo de su cumpleaños, la expedición improvisó una pequeña tarta para él y Toribio, aunque el salmantino no se inmutó. En cuanto a las comidas oficiales, apenas ha habido cuatro esta temporada, aunque una de ellas tuvo lugar en el complejo JC1, precisamente con motivo de su cumpleaños.
Un vestuario tranquilo
Han desaparecido los clanes
5. Aunque a principios de la temporada hubo jugadores como Sergio León, Pedro Alcalá o Dani Bautista que no disponían de minutos y se sentían algo desplazados en el plano deportivo, actualmente Velázquez se ha mostrado como un excelente director de orquesta, capaz de hacer sonar todos los instrumentos sin desentonar. Todos están teniendo sus minutos de gloria. Hasta Albiol, que últimamente no está participando mucho, tuvo en la primera vuelta su cuota de protagonismo siendo titular ante Alavés, Eibar, Numancia y Jaén, y participando ante el Mallorca y el Deportivo en Riazor. Pero las ganas de jugar de algunos jugadores y su incomodidad por no tener más protagonismo nada tienen que ver con el ambiente de inestabilidad que reinaba en el vestuario grana la pasada campaña. Tanto Siviero como Onésimo pidieron a los jefes de Madrid que tomaran medidas para intentar meter en cintura a jugadores como Cristian y Catalá.
Ambos pidieron ser apartados del equipo. Acciari se llegó a encarar con su compatriota y casi llegan a las manos cuando, presuntamente, 'el Ruso' se borró en el tramo final de temporada en unos partidos en los que el equipo se jugaba la vida. Sutil también se llevó alguna reprimenda pública en la caseta por su falta de profesionalidad. Había clanes en el vestuario, pero esta campaña no. Cobatillas es una balsa de aceite y no saltan chispas cada día.
El grupo permanece unido, hecho que se ha reflejado en momentos delicados como los vividos por Alcalá con la pérdida de su padre. Hasta para desplazarse a Madrid cada lunes para tomar parte en los cursos de director deportivo de la Federación Española, Acciari, Óscar Sánchez, Toribio y el propio Alcalá (se apuntó a última hora), comparten vehículo. Sin duda, el hecho de que Velázquez trate a todos por igual y no haga concesiones, ha ayudado a que se respire un ambiente de normalidad en el grupo y de forma indirecta ha estrechado los lazos entre el grupo de jugadores que esta campaña defienden con profesionalidad la camiseta grana.
http://realmurcia.laverdad.es/notici...-20140313.html
Noticia de marzo pero que me parece interesante. La temporada del Murcia con el equipo que tiene es muy meritoria. Con 32 años está asentado en 2ª y ya entrenó al Villarreal. Puede ser una apuesta arriesgada, pero para lo que está sonando apostaría sin duda por él. Por esta temporada y por sus referencias parece muy válido.
El látigo de Julio Velázquez
El entrenador del Murcia ha domado sin hacer ruido a un vestuario que funciona como un ejército
13 de marzo de 2014
El Real Murcia de esta temporada, el que se encuentra a solo dos puntos del 'play -off' y a diez de asegurar la salvación, cuando aún falta por disputarse un cuarto de Liga, ya no es una casa de locos. Ahora es un equipo de fútbol con mayúsculas. Sus jugadores no viven inmersos en un régimen militar, aunque esta temporada sí se están cumpliendo las normas que la pasada temporada se pasaban por alto. Los jugadores acatan las órdenes con normalidad y profesionalidad y el vestuario de Cobatillas ya no es un volcán. De hecho, la rigidez de Julio Velázquez ha propiciado que el Real Murcia funcione como un reloj y que la mayor preocupación de los jugadores durante las 24 horas del día sea el balón. Velázquez ha sacado el látigo y ejerce un control invisible sobre sus jugadores que hace que pueda obtener de ellos el mayor rendimiento posible cada semana y que ellos lo den todo con la camiseta grana.
Puntualidad
20 euros de multa por cada cinco minutos de retraso
1. Si hay algo que le gusta a Julio Velázquez es la puntualidad. Su seriedad la ha transmitido a la plantilla y sus hombres funcionan como un ejército en el terreno de juego, donde la solidaridad es su arma principal. Pero antes de llegar a ser un equipo, Velázquez ha implantado normas. El entrenador del Real Murcia es el primero en llegar a Cobatillas. Lo hace noventa minutos antes del entrenamiento y prepara cada sesión con sus ayudantes. Es su ritual. Los jugadores llegan treinta minutos antes de la hora marcada para comenzar el entrenamiento y todos, sin excepción, pasan por el gimnasio para estirar, fortalecer y prevenir posibles lesiones cuando saltan al terreno de juego. Es un precepto impuesto al comienzo de la temporada, que en el curso anterior muchos jugadores se saltaban, lo que provocaba, junto a otros factores, que el número de lesionados fuera mucho mayor. Si actualmente a algún jugador se le ocurre llegar tarde a la sesión de trabajo, su multa será proporcional a los minutos de retraso. De partida, Julio Velázquez ha impuesto una tarifa de 20 euros por cada cinco minutos de retraso. Como si fuera una empresa normal y corriente, cada uno de los jugadores de la primera plantilla tiene que firmar en su casilla en las listas que el delegado recoge antes de que comience cada entrenamiento. Hasta los canteranos están expuestos a las multas.
Dieta y descanso
De 150 a 300 euros si aumenta el nivel de grasa
2. Una de las principales diferencias que existen esta temporada con respecto a la anterior es el control que el entrenador ejerce sobre la plantilla. Comenzando por la alimentación y el descanso. El entrenador del Real Murcia se muestra muy preocupado por el futbolista. Los estudios pormenorizados sobre cada deportista que está a sus órdenes no van a parar a un cajón del despacho del salmantino, si no que son analizados, tanto por técnico como por Luis Arnau, su mano derecha. Tan es así que esta campaña es muy habitual controlar el nivel de grasa de los futbolistas.
En comparación con el pasado ejercicio, Velázquez ha realizado el doble de controles. Entre Siviero y Onésimo realizaron cinco, mientras que esta campaña los ayudantes de Velázquez han realizado ya algunos más, a pesar de que aún restan tres meses de competición. Algunos jugadores que por sus condiciones físicas necesitan un control especial han superado ya los doce exámenes.
Además, y mientras que en campañas anteriores no se penalizaba superar los niveles establecidos de grasa para cada deportista, Velázquez siempre tiene la calculadora preparada. Así, si un jugador no cumple con lo previsto es sancionado con 150 euros, y si a los pocos días no es capaz de modificar sus niveles, la sanción se eleva a los 300 euros. Ser reincidente también se sanciona.
Todos iguales
El mismo menú para jugadores y técnicos
3. Julio Velázquez es bastante correcto en el trato y muy educado con todos. Desde su llegada ha apostado por la normalidad. No le gusta que los jugadores utilicen teléfonos móviles o dispositivos electrónicos durante las comidas o cenas antes de los partidos. Aunque no haya impuesto norma alguna para prohibir su uso. Sus comidas son las habituales para los equipos de fútbol. Es decir, ensalada, pasta, arroz blanco sin tomate y proteínas. Eso sí, a diferencia de entrenadores anteriores, Velázquez y los que se sientan a su lado en la mesa del cuerpo técnico en los desplazamientos y concentraciones se rige por los mismos criterios que las de los jugadores. Entrenadores como Onésimo y sus ayudantes se permitían pedir cualquier plato que no estuviera en el menú de los jugadores, como jamón, queso, vino y cerveza. Velázquez y todos sus ayudantes toman exactamente el mismo menú que sus jugadores.
Cenas de equipo
Por Navidad y con el dinero de las multas
4. A Velázquez no le gusta el jolgorio. De hecho, la plantilla se ha reunido muy pocas veces esta temporada para celebrar algo juntos. En caso de hacerlo, a Velázquez le gusta que sea a mediodía y no por la noche, para que luego los jugadores no caigan en la tentación de irse 'de marcha'. De forma conjunta solo ha habido dos cenas nocturnas colectivas hasta ahora. La primera fue la de Navidad y la segunda, hace apenas tres semanas, en El ******, para celebrar el final de la mala racha que llevó al equipo grana a acercarse a los puestos de descenso. Además, al entrenador del Real Murcia no le gustan las celebraciones en horas de trabajo. En uno de los viajes, y con motivo de su cumpleaños, la expedición improvisó una pequeña tarta para él y Toribio, aunque el salmantino no se inmutó. En cuanto a las comidas oficiales, apenas ha habido cuatro esta temporada, aunque una de ellas tuvo lugar en el complejo JC1, precisamente con motivo de su cumpleaños.
Un vestuario tranquilo
Han desaparecido los clanes
5. Aunque a principios de la temporada hubo jugadores como Sergio León, Pedro Alcalá o Dani Bautista que no disponían de minutos y se sentían algo desplazados en el plano deportivo, actualmente Velázquez se ha mostrado como un excelente director de orquesta, capaz de hacer sonar todos los instrumentos sin desentonar. Todos están teniendo sus minutos de gloria. Hasta Albiol, que últimamente no está participando mucho, tuvo en la primera vuelta su cuota de protagonismo siendo titular ante Alavés, Eibar, Numancia y Jaén, y participando ante el Mallorca y el Deportivo en Riazor. Pero las ganas de jugar de algunos jugadores y su incomodidad por no tener más protagonismo nada tienen que ver con el ambiente de inestabilidad que reinaba en el vestuario grana la pasada campaña. Tanto Siviero como Onésimo pidieron a los jefes de Madrid que tomaran medidas para intentar meter en cintura a jugadores como Cristian y Catalá.
Ambos pidieron ser apartados del equipo. Acciari se llegó a encarar con su compatriota y casi llegan a las manos cuando, presuntamente, 'el Ruso' se borró en el tramo final de temporada en unos partidos en los que el equipo se jugaba la vida. Sutil también se llevó alguna reprimenda pública en la caseta por su falta de profesionalidad. Había clanes en el vestuario, pero esta campaña no. Cobatillas es una balsa de aceite y no saltan chispas cada día.
El grupo permanece unido, hecho que se ha reflejado en momentos delicados como los vividos por Alcalá con la pérdida de su padre. Hasta para desplazarse a Madrid cada lunes para tomar parte en los cursos de director deportivo de la Federación Española, Acciari, Óscar Sánchez, Toribio y el propio Alcalá (se apuntó a última hora), comparten vehículo. Sin duda, el hecho de que Velázquez trate a todos por igual y no haga concesiones, ha ayudado a que se respire un ambiente de normalidad en el grupo y de forma indirecta ha estrechado los lazos entre el grupo de jugadores que esta campaña defienden con profesionalidad la camiseta grana.
http://realmurcia.laverdad.es/notici...-20140313.html
Noticia de marzo pero que me parece interesante. La temporada del Murcia con el equipo que tiene es muy meritoria. Con 32 años está asentado en 2ª y ya entrenó al Villarreal. Puede ser una apuesta arriesgada, pero para lo que está sonando apostaría sin duda por él. Por esta temporada y por sus referencias parece muy válido.
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