Calderón no cede en el frente abierto contra los jugadores
El ambiente está muy enrarecido

El Real Betis se ha propuesto no vivir ni un solo día en paz en lo que resta de temporada. La tensión se ha disparado a todos los niveles tanto dentro como fuera del club. El ambiente se ha vuelto irrespirable y tan sólo el final del campeonato previsto para dentro de doce días y la llegada de las vacaciones calmará un poco los ánimos.
El último episodio viene protagonizado por el propio entrenador del primer equipo, Gabriel Humberto Calderón y la mayor parte de los jugadores del vestuario. El incendio se generó a raíz de las críticas realizadas en público por el técnico argentino en la que no salían muy bien parados determinados futbolistas. «Me he quedado sorprendido y ya lo hablaré con los jugadores porque se puede perder, ganar, empatar, jugar bien o jugar mal pero en el campo hay que morir hasta el último minuto para ganar el partido o no perderlo. Y en este caso era para ganarlo», dijo Calderón al acabar el encuentro del domingo en Almería.
Igual de enfurecido apareció el entrenador instantes después de consumarse la derrota bética en Vallecas (3-1). «Hoy perdemos por nuestros propios errores. Un par de jugadores de mi equipo no han estado a la altura. En la situación en la que que estamos todos tenemos que morir en el campo». Calderón señaló al canterano Vadillo y al veterano Verdú, que en el viaje a Almería ni siquiera entraron en la lista de convocados.
Una semana antes, tras consumarse el descenso en la previa del partido a jugar contra la Real Sociedad, Calderón se mostró conciliador con sus hombres. «Hoy, a pesar de la losa que tenían los jugadores de saber que estaban descendidos, han dado la cara», comentó después de perder.
Pero la herida está bien abierta. El entrenador ha llegado a parar varios entrenamientos ante lo que él entendía como una falta de tensión de varios jugadores algo que no ha dudado en destacar tanto en público como en privado.
Hay casos individuales que también han restado puntos a Calderón delante de sus hombres. El caso del portero Sara sirve de ejemplo. El entrenador justificó su decisión de apartar al portero del grupo argumentando que «un jugador que no respeta la disciplina del vestuario no merece trabajar en la dinámica del grupo. No me importa el momento ni la situación, pero los jugadores tienen que cumplir unas normas internas». Después de lo ocurrido, buena parte del vestuario se ha alineado con el portero. Aseguran que Sara estaba hundido tras un año complicado y que llamó a los capitanes para decirles que no tenía ánimo de ir a la grada el día de la Real Sociedad.
Además, entienden en la caseta que si se critica a varios jugadores por su rendimiento en los partidos tres cuartos de lo mismo puede pasar con determinados planteamientos y alineaciones confeccionadas por Calderón. Hay futbolistas que todavía no entienden ni el once titular ni la puesta en escena del Betis, por ejemplo, en el partido de vuelta del euroderbi cuando el equipo verdiblanco perdió desde el pitido inicial buena parte de sus opciones de pasar la eliminatoria. Muy atrás en el tiempo han quedado las risas que resonaban en las primeras sesiones de entrenamiento de Calderón hace apenas cuatro meses. Ahora sólo hay recelo y muchas ganas de finiquitar la historia.
Calderón no cede en el frente abierto contra los jugadores - Al final de la Palmera
El ambiente está muy enrarecido
El Real Betis se ha propuesto no vivir ni un solo día en paz en lo que resta de temporada. La tensión se ha disparado a todos los niveles tanto dentro como fuera del club. El ambiente se ha vuelto irrespirable y tan sólo el final del campeonato previsto para dentro de doce días y la llegada de las vacaciones calmará un poco los ánimos.
El último episodio viene protagonizado por el propio entrenador del primer equipo, Gabriel Humberto Calderón y la mayor parte de los jugadores del vestuario. El incendio se generó a raíz de las críticas realizadas en público por el técnico argentino en la que no salían muy bien parados determinados futbolistas. «Me he quedado sorprendido y ya lo hablaré con los jugadores porque se puede perder, ganar, empatar, jugar bien o jugar mal pero en el campo hay que morir hasta el último minuto para ganar el partido o no perderlo. Y en este caso era para ganarlo», dijo Calderón al acabar el encuentro del domingo en Almería.
Igual de enfurecido apareció el entrenador instantes después de consumarse la derrota bética en Vallecas (3-1). «Hoy perdemos por nuestros propios errores. Un par de jugadores de mi equipo no han estado a la altura. En la situación en la que que estamos todos tenemos que morir en el campo». Calderón señaló al canterano Vadillo y al veterano Verdú, que en el viaje a Almería ni siquiera entraron en la lista de convocados.
Una semana antes, tras consumarse el descenso en la previa del partido a jugar contra la Real Sociedad, Calderón se mostró conciliador con sus hombres. «Hoy, a pesar de la losa que tenían los jugadores de saber que estaban descendidos, han dado la cara», comentó después de perder.
Pero la herida está bien abierta. El entrenador ha llegado a parar varios entrenamientos ante lo que él entendía como una falta de tensión de varios jugadores algo que no ha dudado en destacar tanto en público como en privado.
Hay casos individuales que también han restado puntos a Calderón delante de sus hombres. El caso del portero Sara sirve de ejemplo. El entrenador justificó su decisión de apartar al portero del grupo argumentando que «un jugador que no respeta la disciplina del vestuario no merece trabajar en la dinámica del grupo. No me importa el momento ni la situación, pero los jugadores tienen que cumplir unas normas internas». Después de lo ocurrido, buena parte del vestuario se ha alineado con el portero. Aseguran que Sara estaba hundido tras un año complicado y que llamó a los capitanes para decirles que no tenía ánimo de ir a la grada el día de la Real Sociedad.
Además, entienden en la caseta que si se critica a varios jugadores por su rendimiento en los partidos tres cuartos de lo mismo puede pasar con determinados planteamientos y alineaciones confeccionadas por Calderón. Hay futbolistas que todavía no entienden ni el once titular ni la puesta en escena del Betis, por ejemplo, en el partido de vuelta del euroderbi cuando el equipo verdiblanco perdió desde el pitido inicial buena parte de sus opciones de pasar la eliminatoria. Muy atrás en el tiempo han quedado las risas que resonaban en las primeras sesiones de entrenamiento de Calderón hace apenas cuatro meses. Ahora sólo hay recelo y muchas ganas de finiquitar la historia.
Calderón no cede en el frente abierto contra los jugadores - Al final de la Palmera
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