A raíz del tema Gordillo y los ascensores, debatimos varios foreros sobre la supuesta grandeza (o no) de esta entidad.
Me dejó cierto mal sabor de boca las opiniones de otros béticos que diferían de la mía...
Por descontado, yo considero al Betis uno de los 8-10 grandes de este país, pese a sus dirigentes (no éstos exclusivamente, sino los que hemos sufrido a lo largo de la historia), pese a sus 11 descensos y la indigna temporada. El Betis, por supuesto, es más que un equipo ascensor, es mucho más que un Málaga o un Murcia...
Para mí la grandeza no la miden tus descensos, ni tus títulos (que también los tenemos)... La mide tu potencial como club, tu afición, tu masa social, tu millón de seguidores, el meter a 50 mil tíos en tu estadio en Segunda, el saber que tienes más simpatizantes que el otro equipo de la ciudad pese a que ellos llevan siete años jugando y ganando finales...
Unos dirán que eso son títulos de mentirijilla y que nuestra historia está marcada por el conformismo y la mediocridad... Pero para mí, todo este potencial es sinónimo de grandeza. Quizá llegará el día que tengamos dirigentes capaces de enfocar ese potencial...
Me dejó cierto mal sabor de boca las opiniones de otros béticos que diferían de la mía...
Por descontado, yo considero al Betis uno de los 8-10 grandes de este país, pese a sus dirigentes (no éstos exclusivamente, sino los que hemos sufrido a lo largo de la historia), pese a sus 11 descensos y la indigna temporada. El Betis, por supuesto, es más que un equipo ascensor, es mucho más que un Málaga o un Murcia...
Para mí la grandeza no la miden tus descensos, ni tus títulos (que también los tenemos)... La mide tu potencial como club, tu afición, tu masa social, tu millón de seguidores, el meter a 50 mil tíos en tu estadio en Segunda, el saber que tienes más simpatizantes que el otro equipo de la ciudad pese a que ellos llevan siete años jugando y ganando finales...
Unos dirán que eso son títulos de mentirijilla y que nuestra historia está marcada por el conformismo y la mediocridad... Pero para mí, todo este potencial es sinónimo de grandeza. Quizá llegará el día que tengamos dirigentes capaces de enfocar ese potencial...
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