El Real Betis Balompié, sufre un Deja vu, vuelve a sufrir algo que ya vivió el fatídico 92, cuando entre la indecisión de unos el egoísmo de otros y la dejadez de muchos desembocó en el desembarco de Lopera. Si lo analizas todo, dando un paso atrás, te das cuenta de que todos, TODOS (sin excepción), los actores de esta tragicomedia solo buscan seguir alimentando su propio ego aprovechando la ira de la plebe.
Para frenar el deterioro del Real Betis Balompié y su desaparición, propongo que se convoque una asamblea extraordinaria de forma urgente con un único orden del día: cese y nombramiento del consejo de Administración. Que cada grupo, plataforma o facción presente una lista de Consejeros y su área de trabajo, así como su proyecto deportivo con nombre y apellidos, sus funciones y sus competencias, en las votaciones no debe votar el Administrador Judicial, su papel ha de limitarse a ejercer un papel fiscalizador utilizando su influencia accionarial para nombrar dos o tres consejeros que le ayuden en esa función fiscalizadora. El número de listas se limitaría a tres y las tres se someterian a votación, el recuento de las tres votaciones determinaría el Consejo resultante y su proyecto.
Con este proceso se “democratizaría” algo que es imposible, democratizar en un sistema de libre mercado una S.A.D., y por otro lado saldría un Consejo con un respaldo suficiente para poder trabajar por el Betis mientras persista esta situación Judicial y por ultimo y mas importante si cabe, conseguir pacificar a las plataformas y volver a frenar al peor de los “entornos” posible.
Para frenar el deterioro del Real Betis Balompié y su desaparición, propongo que se convoque una asamblea extraordinaria de forma urgente con un único orden del día: cese y nombramiento del consejo de Administración. Que cada grupo, plataforma o facción presente una lista de Consejeros y su área de trabajo, así como su proyecto deportivo con nombre y apellidos, sus funciones y sus competencias, en las votaciones no debe votar el Administrador Judicial, su papel ha de limitarse a ejercer un papel fiscalizador utilizando su influencia accionarial para nombrar dos o tres consejeros que le ayuden en esa función fiscalizadora. El número de listas se limitaría a tres y las tres se someterian a votación, el recuento de las tres votaciones determinaría el Consejo resultante y su proyecto.
Con este proceso se “democratizaría” algo que es imposible, democratizar en un sistema de libre mercado una S.A.D., y por otro lado saldría un Consejo con un respaldo suficiente para poder trabajar por el Betis mientras persista esta situación Judicial y por ultimo y mas importante si cabe, conseguir pacificar a las plataformas y volver a frenar al peor de los “entornos” posible.
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