0-2: Tiranía sevillista
13/04/2014 · Miguel Ángel Chazarri
Ganó el Sevilla. Fue muy superior. Es muy superior. El partido tiene su ánalisis, cómo no, pero visto con frialdad hasta se puede considerar no bueno, pero sí decoroso el resultado para el Betis. De apretar los de Emery en los últimos minutos se hubiera visto un sainete. Es triste, y desconocida, la tiranía del Sevilla en los derbis. Las goleadas históricas en Nervión, la humillación europea, este triunfo en la mañana de Domingo de Ramos casi sin querer... Todo fruto del derrumbe sideral del Betis. Todos (entrenador, jugadores y por supuesto dirigentes) deberían coger la puerta cuando termine la temporada. No está claro que lo hagan.
Y eso que no arrancó mal el partido para el Betis. Los de Calderón, sabiendo que sólo quedaba una bala para lavar la imagen, salieron intensos, queriendo. Metieron al Sevilla en el área o quizás éste se metió solo, nunca lo sabremos. Sin generar ocasiones, el mando fue local. En un fogonazo marca de la casa, llegó la jugada que marcó el partido. Bacca arrancó y Juan Carlos entró con nervio, como debe ser, tocando bastante más el balón que el cuerpo del contrario. Velasco Carballo ejecutó. Si fue penalti, lo mismo o más una acción anterior de Iborra sobre Baptistao en el área contraria. A partir de ahí, fruto de su mala conciencia, se puso a perjudicar a los dos. No pitó unas manos de Carriço, tapó otras infantiles de Amaya con un fuera de juego que no fue, no concedió un gol legal al Sevilla de cabezazo de Gameiro... Menudo papelito el del mundialista.
Desde la jugada clave, el Betis se puso hecho un basilisco. No volvió a entrar en el pulso. Se nubló hasta tal punto que se fue del partido sin generar una ocasión clara de peligro sobre la portería de Beto. Todo fueron rematitos, ataquitos, disparitos... Mentira. El Sevilla se acomodó y lanzó contragolpes muy claros. En cualquiera de ellos pudo llegar el segundo y el tercero. Hurgó un poco, sólo un poco, en las muchas heridas de su rival. No fue un gran Sevilla, jamás quiso llevar la iniciativa ni dio impresión de poderío. Tampoco había oxígeno para ello. Simplemente, a medio gas le sobró para ganar con la mitad de la gorra a un Betis que pide la liquidación por derribo.
Primero. El Betis hasta la jugada del penalti estaba siendo superior al Sevilla.
Segundo. La mano de amaya es posterior a un fuera de juego claro que usted no quiere ver porque sus sentimientos sevillistas se lo impiden.
Tercero. El gol de Gameiro es fuera de juego porque en el momento del pase solo hay un futbolista contrario detras de la pelota y eso demuestra que eres un mal periodista deportivo ya que no conoces la reglamentación.
13/04/2014 · Miguel Ángel Chazarri
Ganó el Sevilla. Fue muy superior. Es muy superior. El partido tiene su ánalisis, cómo no, pero visto con frialdad hasta se puede considerar no bueno, pero sí decoroso el resultado para el Betis. De apretar los de Emery en los últimos minutos se hubiera visto un sainete. Es triste, y desconocida, la tiranía del Sevilla en los derbis. Las goleadas históricas en Nervión, la humillación europea, este triunfo en la mañana de Domingo de Ramos casi sin querer... Todo fruto del derrumbe sideral del Betis. Todos (entrenador, jugadores y por supuesto dirigentes) deberían coger la puerta cuando termine la temporada. No está claro que lo hagan.
Y eso que no arrancó mal el partido para el Betis. Los de Calderón, sabiendo que sólo quedaba una bala para lavar la imagen, salieron intensos, queriendo. Metieron al Sevilla en el área o quizás éste se metió solo, nunca lo sabremos. Sin generar ocasiones, el mando fue local. En un fogonazo marca de la casa, llegó la jugada que marcó el partido. Bacca arrancó y Juan Carlos entró con nervio, como debe ser, tocando bastante más el balón que el cuerpo del contrario. Velasco Carballo ejecutó. Si fue penalti, lo mismo o más una acción anterior de Iborra sobre Baptistao en el área contraria. A partir de ahí, fruto de su mala conciencia, se puso a perjudicar a los dos. No pitó unas manos de Carriço, tapó otras infantiles de Amaya con un fuera de juego que no fue, no concedió un gol legal al Sevilla de cabezazo de Gameiro... Menudo papelito el del mundialista.
Desde la jugada clave, el Betis se puso hecho un basilisco. No volvió a entrar en el pulso. Se nubló hasta tal punto que se fue del partido sin generar una ocasión clara de peligro sobre la portería de Beto. Todo fueron rematitos, ataquitos, disparitos... Mentira. El Sevilla se acomodó y lanzó contragolpes muy claros. En cualquiera de ellos pudo llegar el segundo y el tercero. Hurgó un poco, sólo un poco, en las muchas heridas de su rival. No fue un gran Sevilla, jamás quiso llevar la iniciativa ni dio impresión de poderío. Tampoco había oxígeno para ello. Simplemente, a medio gas le sobró para ganar con la mitad de la gorra a un Betis que pide la liquidación por derribo.
Primero. El Betis hasta la jugada del penalti estaba siendo superior al Sevilla.
Segundo. La mano de amaya es posterior a un fuera de juego claro que usted no quiere ver porque sus sentimientos sevillistas se lo impiden.
Tercero. El gol de Gameiro es fuera de juego porque en el momento del pase solo hay un futbolista contrario detras de la pelota y eso demuestra que eres un mal periodista deportivo ya que no conoces la reglamentación.
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