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PACO CEPEDA
Junta Extraordinaria del Real Betis con pocas conclusiones digamos ejecutivas, porque realmente poco o nada se puede o se quiere hacer en este terreno mientras se siga bajo la tutela del juzgado de Alaya. Cierto es que se han marchado ni más ni menos que el presidente y el vicepresidente, pero, insisto, mientras haya provisionalidad, intervención judicial, para lo bueno y lo malo, las cosas seguirán más o menos igual, como debe ser, diría yo, pese a los cambios de peones, aunque sean de tanta relevancia nominal.
Pero sí hay una lectura entiendo que importante y que seguramente deberán tener en cuenta mucho más que yo lo que mandan actualmente en la entidad. De los recuentos de las votaciones de todos los puntos del día, podemos y debemos deducir que por un lado está la Fundación y el señor Estepa, que para algunos son la misma cosa desde el punto y hora que ambos se apoyan en el mismo poder, y por otro lado el resto del Betis, las demás plataformas y por supuesto los inquietantes accionistas principales Manolo Castaño y Rufino González. Contable y aritméticamente hablando es así. En el día a día de la Sociedad Anónima Deportiva eso significa que hay un 52% de las acciones contra un 16%, en números redondos. Aplastante mayoría de Estepa y la Fundación. Eso se sabe. Pero gobernar para el pueblo sin el pueblo se puede, obviamente en cualquier empresa típica, pero ya sabemos todos que ni el Betis especialmente ni cualquier SAD futbolera es una empresa típica. Ya hemos visto cómo acaban las cosas cuando la gente no se siente bien representada cuando coincide, esta parte es fundamental en este negocio, con los malos resultados. Y con esto no quiero decir que haya que gobernar al dictado de una masa, no es eso, pero tampoco de espaldas. Porque cuando se necesitó gente, no acciones, ese famoso 15 J, lo más importante era la 'cantidad', no la 'calidad'. Y no se dudó en movilizar a la infantería, esos que ahora resultan tan incómodos para algunos. Hoy, el Betis sigue necesitando cantidad y además calidad. Unos y otros deben empezar a entender al contrario para que el Betis no sufra más
PACO CEPEDA
Junta Extraordinaria del Real Betis con pocas conclusiones digamos ejecutivas, porque realmente poco o nada se puede o se quiere hacer en este terreno mientras se siga bajo la tutela del juzgado de Alaya. Cierto es que se han marchado ni más ni menos que el presidente y el vicepresidente, pero, insisto, mientras haya provisionalidad, intervención judicial, para lo bueno y lo malo, las cosas seguirán más o menos igual, como debe ser, diría yo, pese a los cambios de peones, aunque sean de tanta relevancia nominal.
Pero sí hay una lectura entiendo que importante y que seguramente deberán tener en cuenta mucho más que yo lo que mandan actualmente en la entidad. De los recuentos de las votaciones de todos los puntos del día, podemos y debemos deducir que por un lado está la Fundación y el señor Estepa, que para algunos son la misma cosa desde el punto y hora que ambos se apoyan en el mismo poder, y por otro lado el resto del Betis, las demás plataformas y por supuesto los inquietantes accionistas principales Manolo Castaño y Rufino González. Contable y aritméticamente hablando es así. En el día a día de la Sociedad Anónima Deportiva eso significa que hay un 52% de las acciones contra un 16%, en números redondos. Aplastante mayoría de Estepa y la Fundación. Eso se sabe. Pero gobernar para el pueblo sin el pueblo se puede, obviamente en cualquier empresa típica, pero ya sabemos todos que ni el Betis especialmente ni cualquier SAD futbolera es una empresa típica. Ya hemos visto cómo acaban las cosas cuando la gente no se siente bien representada cuando coincide, esta parte es fundamental en este negocio, con los malos resultados. Y con esto no quiero decir que haya que gobernar al dictado de una masa, no es eso, pero tampoco de espaldas. Porque cuando se necesitó gente, no acciones, ese famoso 15 J, lo más importante era la 'cantidad', no la 'calidad'. Y no se dudó en movilizar a la infantería, esos que ahora resultan tan incómodos para algunos. Hoy, el Betis sigue necesitando cantidad y además calidad. Unos y otros deben empezar a entender al contrario para que el Betis no sufra más
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