Evidentemente es un gran jugador, premisa de la que todos partimos y sobre la que con unanimidad coincidimos.
Así mismo la mayoría, y con razón, abogamos aunque se descienda por rascarnos el bolsillo y hacer frente a la exigua cláusula del franco-senegalés, habida cuenta su rendimiento y potencial es más que palmario.
Igualmente todavía tenemos en la retina (y en el hipocampo) la maravillosa actuación en el estadio enemigo, multiplicándose cual mitosis verdiblanca, cortando, destruyendo, abarcando, rompiendo desde atrás, centrando, ganando los balones altos, intimidando y llegando al área contraria.
Sin embargo llama poderosamente la atención cómo sólo un par de foreros se atrevieran a postear lo que todos vimos y nadie se atreve a aseverar: entre los culpables del despropósito de ayer hay uno que sobresale sobre el resto y no es precisamente Nono. Sé que ahora empezaréis a decir que si Nono tiró el penalty de manera insultante, que Calderón hizo un cambio ridículo o que Rubén "cachimbas" se pasó toda la noche gesticulando sin apenas correr. Y no os falta razón, pero si alguien es "culpable" sobremanera de la eliminación no es sino Alfred N´Diaye.
Sí, N´Diaye tuvo tres lunares anoche (del color de su tez):
1.-En el primer gol su fallo en el despeje fue a parar al punto de penalty; error clamoroso que fue la llave de la remontada contraria.
2.-En el segundo gol, su impericia y falta de oficio (hasta cayó al césped estrepitosamente) dejó que Marin bailara y diera el pase vertical que provocó a la postre el empate cerdillista. Quizás una falta, aunque hubiera sido tarjeta (casi improbable a tenor de lo actuado hasta el momento por el trencilla luso), hubiera sido lo más adecuado, máxime estando el partido franco para nosotros a escasos 15 minutos del final.
3.-Para colmo en la tanda de penalties falla el para mí definitivo (sí, la mayoría de nosotros sostenemos que habiendo materializado dicha pena máxima la clasificación hubiese sido nuestra). No me sirve que lo tirara decentemente y se estrellara en el poste. Lo falló, así de simple, la decencia la dejo para el amigo Beodo cuando se toca a sí mismo con ánimo libidinoso, esto es una tanda de penalties y N´Diaye falló.
A modo de corolario, responsabilidad cuasi objetiva del 1902 del Código Civil: la culpa recae en Alfredo (culpa referida como hecho culposo, que es un término jurídico, entendedme), en concurrencia de culpas pero el franco-senegalés muy por encima de aquellos.
Lo que quiero decir con esto, la lectura que hay que sacar de todo ello es que el verdadero problema del Betis no es que sea sea más o menos conformista, que falte ambición, que se enarbole el manquepierda como leitmotiv o que exista fractura social entre sus seguidores. El verdadero problema es cómo se encumbra e idolatra a muchos de los que pasan por aquí: Presidentes con sus bustos, entrenadores ensayistas, capitanes que no acuden al sepelio de un compañero y jugadores a los que se le presupone algo de lo que a nosotros nos sobra.
N´Diaye, pedazo de jugador que ojalá podamos amarrar por nuestro bien. Aún así nefasto e infausto partido el suyo.
Pero da igual, la historia se repite.
Así mismo la mayoría, y con razón, abogamos aunque se descienda por rascarnos el bolsillo y hacer frente a la exigua cláusula del franco-senegalés, habida cuenta su rendimiento y potencial es más que palmario.
Igualmente todavía tenemos en la retina (y en el hipocampo) la maravillosa actuación en el estadio enemigo, multiplicándose cual mitosis verdiblanca, cortando, destruyendo, abarcando, rompiendo desde atrás, centrando, ganando los balones altos, intimidando y llegando al área contraria.
Sin embargo llama poderosamente la atención cómo sólo un par de foreros se atrevieran a postear lo que todos vimos y nadie se atreve a aseverar: entre los culpables del despropósito de ayer hay uno que sobresale sobre el resto y no es precisamente Nono. Sé que ahora empezaréis a decir que si Nono tiró el penalty de manera insultante, que Calderón hizo un cambio ridículo o que Rubén "cachimbas" se pasó toda la noche gesticulando sin apenas correr. Y no os falta razón, pero si alguien es "culpable" sobremanera de la eliminación no es sino Alfred N´Diaye.
Sí, N´Diaye tuvo tres lunares anoche (del color de su tez):
1.-En el primer gol su fallo en el despeje fue a parar al punto de penalty; error clamoroso que fue la llave de la remontada contraria.
2.-En el segundo gol, su impericia y falta de oficio (hasta cayó al césped estrepitosamente) dejó que Marin bailara y diera el pase vertical que provocó a la postre el empate cerdillista. Quizás una falta, aunque hubiera sido tarjeta (casi improbable a tenor de lo actuado hasta el momento por el trencilla luso), hubiera sido lo más adecuado, máxime estando el partido franco para nosotros a escasos 15 minutos del final.
3.-Para colmo en la tanda de penalties falla el para mí definitivo (sí, la mayoría de nosotros sostenemos que habiendo materializado dicha pena máxima la clasificación hubiese sido nuestra). No me sirve que lo tirara decentemente y se estrellara en el poste. Lo falló, así de simple, la decencia la dejo para el amigo Beodo cuando se toca a sí mismo con ánimo libidinoso, esto es una tanda de penalties y N´Diaye falló.
A modo de corolario, responsabilidad cuasi objetiva del 1902 del Código Civil: la culpa recae en Alfredo (culpa referida como hecho culposo, que es un término jurídico, entendedme), en concurrencia de culpas pero el franco-senegalés muy por encima de aquellos.
Lo que quiero decir con esto, la lectura que hay que sacar de todo ello es que el verdadero problema del Betis no es que sea sea más o menos conformista, que falte ambición, que se enarbole el manquepierda como leitmotiv o que exista fractura social entre sus seguidores. El verdadero problema es cómo se encumbra e idolatra a muchos de los que pasan por aquí: Presidentes con sus bustos, entrenadores ensayistas, capitanes que no acuden al sepelio de un compañero y jugadores a los que se le presupone algo de lo que a nosotros nos sobra.
N´Diaye, pedazo de jugador que ojalá podamos amarrar por nuestro bien. Aún así nefasto e infausto partido el suyo.
Pero da igual, la historia se repite.
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