Ahora sí es el momento de dejarse de pamplinas, creer en milagros y demás. Estamos en Segunda y punto: la posibilidad de salvación es tan ínfima que no merece la pena ni hacer cuentas. Pero, al menos, la afición deberia mostrar dignidad señalando a los principales culpables, y adoptando una postura consecuente y crítica. ¿Cómo? Con acciones como:
1. Hacerle la presencia en el palco tan incómoda al consejo de administración que se tengan que ir.
2- Hacerle la vida (deportiva) imposible a Dídac, Figueras y Verdú, por señalar a lo peor de lo peor. Pitarles en cada momento, en cada jugada; en definitiva, decirles:"fuera de aquí". Esto, además, serviría como "aviso a navegantes" para aquéllos jugadores que, en un futuro, sientan la tentación de venir aquí a pasearse y para los directivos, que, por miedo a la afición, se lo pensarán dos veces antes de traer a ese tipo de jugadores indecentes.
A ver si, por una vez, dejamos de ser la afición tragona por antonomasia y damos un golpe en la mesa.
1. Hacerle la presencia en el palco tan incómoda al consejo de administración que se tengan que ir.
2- Hacerle la vida (deportiva) imposible a Dídac, Figueras y Verdú, por señalar a lo peor de lo peor. Pitarles en cada momento, en cada jugada; en definitiva, decirles:"fuera de aquí". Esto, además, serviría como "aviso a navegantes" para aquéllos jugadores que, en un futuro, sientan la tentación de venir aquí a pasearse y para los directivos, que, por miedo a la afición, se lo pensarán dos veces antes de traer a ese tipo de jugadores indecentes.
A ver si, por una vez, dejamos de ser la afición tragona por antonomasia y damos un golpe en la mesa.
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