Re: Edu: Quiero que gane el Betis en Vigo

Si es que además de polivalente er shico es inteligente...

Re: Edu: Quiero que gane el Betis en Vigo

Que vuelva de director deportivo.

Re: Edu: Quiero que gane el Betis en Vigo

IDOLO

Re: Edu: Quiero que gane el Betis en Vigo

El último gran ídolo del beticismo. Otros después de él como Emaná (a ratos), Beñat o Rubén Castro se han acercado. Pero ninguno como Luiz Eduardo Schmitd. Creo que nunca he gritado un gol en toda mi vida como aquel primero que le marcó al Racing en el Sardinero.

Re: Edu: Quiero que gane el Betis en Vigo

Que grande Edu, siempre con nosotros!!!

Re: Edu: Quiero que gane el Betis en Vigo

Me lo traería antes que al tal Rondón.

Re: Edu: Quiero que gane el Betis en Vigo

Que pedazo de jugador, clase entrega calidad, con uno como este nos salvamos fijo.

Re: Edu: Quiero que gane el Betis en Vigo

Pues todavía está el tío para jugar, así que........

Re: Edu: Quiero que gane el Betis en Vigo

Gran jugador. Puede que tenga sitio en el club pronto (deseo, no rumor).

Re: Edu: Quiero que gane el Betis en Vigo

Como lloré en Santander con sus goles....

Re: Edu: Quiero que gane el Betis en Vigo

Me juego lo que sea que está más en forma que Castro.

Re: Edu: Quiero que gane el Betis en Vigo

Grande Edu, ojalá vuelvas pronto al club.

Re: Edu: Quiero que gane el Betis en Vigo

Este sí que tenía ****** y calidad suficientes para sacarnos de estos marrones...

Re: Edu: Quiero que gane el Betis en Vigo

Todavía se me revuelve algo en las entrañas cuando recuerdo su primer gol en El Sardinero. Yo tuve la suerte y la desgracia al mismo tiempo de presenciarlo en directo, en la esquina con todos los béticos. Quince horas de autobús. El Sevilla que podía ganar la liga dos horas más tarde. Gol del Celta, 2-1. Quince minutos faltaban. El Betis que ni se acercaba. Todos llorando, a lágrima viva. El Sardinero al completo cantando a segunda a segunda. Pablo Alfaro dejándose la piel. Ningún bético hablaba, sólo nos limitábamos a mirarnos y a llorar, con la mirada se decía todo. Al palo el Rácing. Diez minutos. El Betis que seguía sin acercarse siquiera. El Sardinero entero cantando cada vez más fuerte. Y entonces... En fin. Sé que no fue un título, ni la eliminatoria final de un torneo importante, ni una clasificación europea, pero mientras me tiraba al foso con los demás béticos, mientras más y más béticos iban cayendo encima nuestra, mientras gritábamos todos arremolinados en el foso como ****** siendo degollados... En ese momento, en medio de la vorágine, tuve un instante de lucidez extrema, como si el tiempo se parara, y supe, lo supe con una certeza absoluta, que lo mejor que me había pasado en la vida era ser del Betis. El Betis. Más de setenta años después de que en esa misma ciudad el Betis se hubiera proclamado campeón de liga, ahora otros miles y miles de béticos celebrabámos no una liga, sino una permanencia. Pero daba igual. Era lo mismo. Persistía el mismo sentimiento, la misma magia. Todavía sigue persistiendo.