0-0: Un partido de Segunda y de los malos
04/01/2014 · Miguel Ángel Chazarri
Muy fuerte lo que se vio en Valladolid. No es que se esperara al Bayern de Guardiola contra el Manchester City, pero el numerito fue tremendo. Pasadas las vacaciones, parecía que esa milonga de la remontada se estaba gestando. Por ahora, descarten cualquier atisbo de reacción porque el Betis está igual de muerto que en 2013. Una vergüenza de este calibre sólo la ofrece quien se va a ir de cabeza a Segunda División, salvo que de la locura brote, no se sabe cómo, un equipo decente para la segunda vuelta. Parece misión imposible.
Cualquier rasgo, cualquier virtud que se quiera destacar del Betis en Valladolid es un completo engaño. No hizo nada el equipo de Garrido, más que pasarse la pelota tontamente de un jugador a otro hasta que a la más mínima dificultad se producía la pérdida. Sí, en la primera parte tuvo un par de ocasiones y en la segunda otras dos. Pero eso lo hace cuaquier conjunto vulgar del mundo, incluido el Betis, y además nada surgió fruto de un juego aceptable y sí de las piruetas, de los instantes de peligro que siempre surgen en un partido. Ocho faltas cometieron ambos equipos en la primera parte. Eso lo dice todo. Un monumento al 'gilifútbol'.
El partidito de Verdú no tuvo nombre. Si en la cantera del Betis no hay dos laterales que igualen el nivel de Chica y Dídac, es que hay que cerrarla ahora mismo. Claro que ésa es la pena, que está virtualmente cerrada. Y a los responsables no se les cae la cara de vergüenza al decir que el Proyecto Heliópolis es a siete años... ¿Y Garrido? Pues ahí anda, sin enterarse de la Misa la mitad. Puso a Dídac de lateral, a Jorge Molina en una banda... Un espanto. El Betis está ahora mismo mucho peor que con Mel. A este paso, este hombre rematará la obra y se irá a su casa sin que nadie sepa para qué vino.
04/01/2014 · Miguel Ángel Chazarri
Muy fuerte lo que se vio en Valladolid. No es que se esperara al Bayern de Guardiola contra el Manchester City, pero el numerito fue tremendo. Pasadas las vacaciones, parecía que esa milonga de la remontada se estaba gestando. Por ahora, descarten cualquier atisbo de reacción porque el Betis está igual de muerto que en 2013. Una vergüenza de este calibre sólo la ofrece quien se va a ir de cabeza a Segunda División, salvo que de la locura brote, no se sabe cómo, un equipo decente para la segunda vuelta. Parece misión imposible.
Cualquier rasgo, cualquier virtud que se quiera destacar del Betis en Valladolid es un completo engaño. No hizo nada el equipo de Garrido, más que pasarse la pelota tontamente de un jugador a otro hasta que a la más mínima dificultad se producía la pérdida. Sí, en la primera parte tuvo un par de ocasiones y en la segunda otras dos. Pero eso lo hace cuaquier conjunto vulgar del mundo, incluido el Betis, y además nada surgió fruto de un juego aceptable y sí de las piruetas, de los instantes de peligro que siempre surgen en un partido. Ocho faltas cometieron ambos equipos en la primera parte. Eso lo dice todo. Un monumento al 'gilifútbol'.
El partidito de Verdú no tuvo nombre. Si en la cantera del Betis no hay dos laterales que igualen el nivel de Chica y Dídac, es que hay que cerrarla ahora mismo. Claro que ésa es la pena, que está virtualmente cerrada. Y a los responsables no se les cae la cara de vergüenza al decir que el Proyecto Heliópolis es a siete años... ¿Y Garrido? Pues ahí anda, sin enterarse de la Misa la mitad. Puso a Dídac de lateral, a Jorge Molina en una banda... Un espanto. El Betis está ahora mismo mucho peor que con Mel. A este paso, este hombre rematará la obra y se irá a su casa sin que nadie sepa para qué vino.
Comentario