La semana que arranca debe aclarar importantes cuestiones en el Betis. Lo que importa a los verdiblancos, es acertar en todas o en la mayoría de ellas. Es, al menos, lo que se espera. De hecho, bien podría decirse que el nuevo año empieza en Heliópolis antes de tiempo. Las fiestas parecen paralizarlo todo, pero no debe ser así y menos en un Betis plagado de urgencias. La reglamentación dice que hasta el primer día de enero no se puede tramitar de manera oficial una incorporación. Sin embargo, la intención es tener atado uno o varios nombres para que puedan llegar, entrenarse y jugar a la mayor brevedad posible. Hoy los teléfonos de los representantes y directores deportivos empiezan a sonar de nuevo. El Betis tiene la mirada puesta en varios frentes. Uno de ellos es el del Atlético. Leo Baptistao tiene su futuro en su mano. El Atlético le deja salir pero hay media docena de clubes que le quieren y apuestan casi con las mismas cantidades económicas, así que será el hispano-brasileño quien tomará el rumbo que más le convenga. En caso afirmativo, el jugador, recién llegado de sus vacaciones, arribaría cuanto antes.
Al del atacante rojiblanco hay que unir otro nombre, el de Dorlan Pabón. Asunto con un importante recorrido. Dejó un grato recuerdo en Heliópolis y su hipotético regreso generaría una generosa corriente de ilusión. Llegó al Betis hace ahora un año para marcar ocho goles y aportar muchas más cosas en la pelea por entrar en Europa. Su futuro en el Villamarín tenía fecha de caducidad y en junio tuvo que hacer las maletas. El Valencia pagó en agosto pasado siete millones al Monterrey para hacer realidad su segunda aventura en el fútbol español. Ha participado en 15 encuentros entre competición nacional y la Liga Europa, doce de ellos como titular, anotando tres goles. No se encuentra cómodo y vería con buenos ojos regresar. Al igual que en el caso de Baptistao es el entrenador, Juan Antonio Pizzi, recién aterrizado en Mestalla, el que tiene en su mano la llave. Una de las claves pasa por el porcentaje de ficha que pueda asumir el Betis.
Mientras, Garrido y su gente trabajan con el grupo sin desvelar claramente quién no seguirá. Hay hombres señalados como Braian Rodríguez, Steinhöfer o Chuli, pero aseguran no haber recibido comunicación alguna y recuerdan que han vuelto con la intención de quedarse. Unos lo harán y otros no.
Lo que no tiene discusión es que vuelve la competición. Si algo tiene el Betis por delante es tiempo. En unos días visita al equipo que marca la frontera entre el bien y el mal. Acinco puntos está el Valladolid. Es difícil por no decir imposible que el sábado aparezca un fichaje en el once. Perquis y Vadillo siguen fuera, Amaya mejora de sus problemas mientras que Braian tiene lejos el regreso. La mano del entrenador ha de notarse. La carga de trabajo físico se ha incrementado y los jugadores asimilan los conceptos del valenciano. Otra cosa es su aplicación. En tiempos de quiebra psicológica, todo estímulo es bien recibido. Ayer y hoy, al acabar la sesión de entrenamiento matinal, todo el vestuario almorzarán juntos para fomentar la sensación de unidad.
http://www.alfinaldelapalmera.com/no...tao-pabon.html
Al del atacante rojiblanco hay que unir otro nombre, el de Dorlan Pabón. Asunto con un importante recorrido. Dejó un grato recuerdo en Heliópolis y su hipotético regreso generaría una generosa corriente de ilusión. Llegó al Betis hace ahora un año para marcar ocho goles y aportar muchas más cosas en la pelea por entrar en Europa. Su futuro en el Villamarín tenía fecha de caducidad y en junio tuvo que hacer las maletas. El Valencia pagó en agosto pasado siete millones al Monterrey para hacer realidad su segunda aventura en el fútbol español. Ha participado en 15 encuentros entre competición nacional y la Liga Europa, doce de ellos como titular, anotando tres goles. No se encuentra cómodo y vería con buenos ojos regresar. Al igual que en el caso de Baptistao es el entrenador, Juan Antonio Pizzi, recién aterrizado en Mestalla, el que tiene en su mano la llave. Una de las claves pasa por el porcentaje de ficha que pueda asumir el Betis.
Mientras, Garrido y su gente trabajan con el grupo sin desvelar claramente quién no seguirá. Hay hombres señalados como Braian Rodríguez, Steinhöfer o Chuli, pero aseguran no haber recibido comunicación alguna y recuerdan que han vuelto con la intención de quedarse. Unos lo harán y otros no.
Lo que no tiene discusión es que vuelve la competición. Si algo tiene el Betis por delante es tiempo. En unos días visita al equipo que marca la frontera entre el bien y el mal. Acinco puntos está el Valladolid. Es difícil por no decir imposible que el sábado aparezca un fichaje en el once. Perquis y Vadillo siguen fuera, Amaya mejora de sus problemas mientras que Braian tiene lejos el regreso. La mano del entrenador ha de notarse. La carga de trabajo físico se ha incrementado y los jugadores asimilan los conceptos del valenciano. Otra cosa es su aplicación. En tiempos de quiebra psicológica, todo estímulo es bien recibido. Ayer y hoy, al acabar la sesión de entrenamiento matinal, todo el vestuario almorzarán juntos para fomentar la sensación de unidad.
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