¿Dónde estabas entonces cuando tanto te necesité? Así empieza la canción "Insurrección" de Manolo García...
El Betis nos necesita. Cuando digo el Betis no digo sus jugadores, ni su presidente ni su administrador consursal. Cuando digo el Betis digo el equipo del que somos, del que son o eran nuestros padres, del que serán nuestros hijos...
Antes de escribir ésto he pensado varias veces cuántas calificaciones y de qué tipo recibiría este post. Pero dejando los prejuicios a un lado y dado que mi beticismo está en hora bajas, no por la situación deportiva, que en peores o en parecidas nos hemos visto, a mi lo que verdaderamente me atormenta es el estado de "amomanamiento" de la afición. Pero llegado a este punto quiero intentar un pequeña insurreción...
Tantas pamplinas que si conformismo o no conformismo, que si yo pago y animo o pito o me visto de flamenca para ir al campo si me da la gana. Si hay algo que me hacía sentir orgulloso de ser bético era ese halo de inocencia que llevaba aparejado y que hacía de todo, incluso de lo malo, algo especial. Cantar Betis, Betis, Betis habiendo perdido una promoción, eso es el Betis. Y me da igual que me digan que nunca llegaremos a nada. Para mí el valor no está en la victoria sino en ser algo especial, y el Betis sin duda, lo era. Bastante materialista es esta vida como para hacer del fútbol algo también ligado a lo eminentemente material, como lo es ganar. Y ahora también me da igual que pienses que soy un romántico o un mamaostias al que no le importa perder.
No quiero comenzar otra batalla doctrinal y dogmática sobre la exigencia, la victoria y la grandeza que nunca veremos o que nunca llegaremos a ser. Que no, que el Betis no es eso. El Betis es otra cosa. El Betis es anormal, para lo bueno y para lo malo, lo queramos o no.
El Betis tiene personalidad mas allá de grupos ultras que se venden, de presidentes en la sombra, de buitres societarios, de administradores concursales, de jugadores,...El Betis es su afición, si por algo se ha conocido al Betis es por ella. Y sí, suena a típico tópico pero es tan verdad como que ahora la afición esta dispersa, distraida en una guerra interna que al único sitio donde nos lleva es a segunda. Y no, no me estoy contradiciendo con lo que he dicho más arriba de que no quiero ligar al fútbol a lo eminentemente material, a ganar y a no aceptar los fracasos y las derrotas. Si bajamos a segunda que sea porque nos lo merecemos en el campo. Pero que la afición ponga su grano no para salir del descenso y sí para confirmarlo es lo que no quiero ver. Quiero ver esa ilusión inocente que siempre ha caracterizado a los béticos. No quiero vivir con el remordimiento futbolístico de que vendí mi alma inconscientemente a los diablos que codician el Betis.
Por eso este post. El poder de esta web y de los béticos que formamos parte de ella es tan grande que podemos revertir la situación. De sobra sabemos que esta web es referencia del beticismo y de muchos periodistas. Por eso os ánimo, desde ahora y desde ya, a lanzar mensajes de ánimo, de fuerza, de unidad, de posibilidad, de positivismo. Tenemos twiter (que alguien con ingenio cree un hastag), tenemos whatsapp con sus mesajes de difusión, tenemos facebook y tenemos la fe que todo bético por el simple hecho de serlo tiene. Que lleguemos el sábado al partido con la ilusión de ganar, con la certeza de que lo haremos, con las ganas de ver al Betis, que nuestro jugadores la perciban y noten que estamos con ellos. Esto no garantiza la victoría, pero sí aumenta las posibilidades y asegura que nuestra conciencia bética duerma tranquila esa noche.
"Sentir, sufrir, luchar y ganar"
El Betis nos necesita. Cuando digo el Betis no digo sus jugadores, ni su presidente ni su administrador consursal. Cuando digo el Betis digo el equipo del que somos, del que son o eran nuestros padres, del que serán nuestros hijos...
Antes de escribir ésto he pensado varias veces cuántas calificaciones y de qué tipo recibiría este post. Pero dejando los prejuicios a un lado y dado que mi beticismo está en hora bajas, no por la situación deportiva, que en peores o en parecidas nos hemos visto, a mi lo que verdaderamente me atormenta es el estado de "amomanamiento" de la afición. Pero llegado a este punto quiero intentar un pequeña insurreción...
Tantas pamplinas que si conformismo o no conformismo, que si yo pago y animo o pito o me visto de flamenca para ir al campo si me da la gana. Si hay algo que me hacía sentir orgulloso de ser bético era ese halo de inocencia que llevaba aparejado y que hacía de todo, incluso de lo malo, algo especial. Cantar Betis, Betis, Betis habiendo perdido una promoción, eso es el Betis. Y me da igual que me digan que nunca llegaremos a nada. Para mí el valor no está en la victoria sino en ser algo especial, y el Betis sin duda, lo era. Bastante materialista es esta vida como para hacer del fútbol algo también ligado a lo eminentemente material, como lo es ganar. Y ahora también me da igual que pienses que soy un romántico o un mamaostias al que no le importa perder.
No quiero comenzar otra batalla doctrinal y dogmática sobre la exigencia, la victoria y la grandeza que nunca veremos o que nunca llegaremos a ser. Que no, que el Betis no es eso. El Betis es otra cosa. El Betis es anormal, para lo bueno y para lo malo, lo queramos o no.
El Betis tiene personalidad mas allá de grupos ultras que se venden, de presidentes en la sombra, de buitres societarios, de administradores concursales, de jugadores,...El Betis es su afición, si por algo se ha conocido al Betis es por ella. Y sí, suena a típico tópico pero es tan verdad como que ahora la afición esta dispersa, distraida en una guerra interna que al único sitio donde nos lleva es a segunda. Y no, no me estoy contradiciendo con lo que he dicho más arriba de que no quiero ligar al fútbol a lo eminentemente material, a ganar y a no aceptar los fracasos y las derrotas. Si bajamos a segunda que sea porque nos lo merecemos en el campo. Pero que la afición ponga su grano no para salir del descenso y sí para confirmarlo es lo que no quiero ver. Quiero ver esa ilusión inocente que siempre ha caracterizado a los béticos. No quiero vivir con el remordimiento futbolístico de que vendí mi alma inconscientemente a los diablos que codician el Betis.
Por eso este post. El poder de esta web y de los béticos que formamos parte de ella es tan grande que podemos revertir la situación. De sobra sabemos que esta web es referencia del beticismo y de muchos periodistas. Por eso os ánimo, desde ahora y desde ya, a lanzar mensajes de ánimo, de fuerza, de unidad, de posibilidad, de positivismo. Tenemos twiter (que alguien con ingenio cree un hastag), tenemos whatsapp con sus mesajes de difusión, tenemos facebook y tenemos la fe que todo bético por el simple hecho de serlo tiene. Que lleguemos el sábado al partido con la ilusión de ganar, con la certeza de que lo haremos, con las ganas de ver al Betis, que nuestro jugadores la perciban y noten que estamos con ellos. Esto no garantiza la victoría, pero sí aumenta las posibilidades y asegura que nuestra conciencia bética duerma tranquila esa noche.
"Sentir, sufrir, luchar y ganar"
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