Publireportaje de Javier Mérida a Mel hoy en Diario de Sevilla, es raro que sea él al que le conceda una entrevista con reportaje bucólico de fotos entre arbolitos..
Contra Guillén, al que declara como su amigo, y contra Bosch nada. A stosic entre él y el periodista lo ponen a los pies de los caballos y sobretodo a los jugadores que dan a entender que le han hecho la cama.
Se le ha olvidao preguntarle por el finiquito y la mentira que se difundió por intenet, su opinión sobre las visitas extrañas a los entrenamientos, por la pancarta de "mel sí directiva no" que supuestamente sacaron los loperistas.com, por las pedradas y las pancartas en instalaciones del club, por la similitud de esta despedida con la de vallecas, por los ridículos de los derbis, por no ir a ver al Betis B desde hace mucho, por los contínuos cambios de planteamiento que han vuelto loco al equipo, sobre la interrupción anunciada en prensa de sus vacaciones para ayudar en la confección del equipo, por la estrategia, por la intensidad de los entrenamientos, por los records negativos, por el 1 de 30 con plantilla diferente, y el por qué de no pasar a un segundo plano y dejar de conceder entrevistas si realmente lo que quiere es lo mejor para el Betis, ...
-¿Qué sensaciones tiene después de los momentos amargos pasados hace unos días?
-La verdad es que me encuentro mejor. Puede decirse que lo peor ya ha pasado, aunque es cierto que le doy algunas vueltas a lo ocurrido, pero es la vida del entrenador y no nos queda otra que pensar en tirar hacia adelante.
-¿Se ha sentido solo últimamente?
-Sí. Pero un entrenador de fútbol siempre está solo, es nuestra vida. Ya lo decía Luis Aragonés, que es de Hortaleza igual que yo, y siempre habló de la soledad del entrenador. Es normal.
-Sí, pero ¿habló alguien con usted tras acabar el partido frente al Rayo Vallecano?
-Si se refiere a personas del club no, pero tampoco hubo mucho tiempo hasta el lunes. Me llamaron los amigos, hablé con mi cuerpo técnico y, pese a ello, no esperaba que me llamasen el lunes por la tarde pero para despedirme.
-Argumentan en el club como única razón que el cambio era necesario. ¿Piensa Pepe Mel que había otra solución?
-Claro. Si no lo pensara hubiese dimitido, porque yo quiero al Betis. Pero no es momento de decir qué hubiese podido ocurrir de seguir yo en el Betis, porque eso ya es pasado. Ahora lo único que hay que hacer, y lo digo así porque lo siento, es apoyar al nuevo entrenador para que el Betis enderece la temporada y se mantenga en Primera División. Ése es mi deseo y el de todos los béticos.
-El apoyo a su figura es masivo, pero en los últimos tiempos también se ha venido percibiendo una campaña de descrédito contra usted. ¿La notó?
-Lógicamente. Pero pienso que es normal, ni un entrenador ni nadie puede gustar a todo el mundo y yo no voy a ser una excepción. Ha habido personas que no estaban de acuerdo con mis métodos y lo han expresado y yo siempre lo he respetado. No le guardo rencor a nadie por mi salida del Betis, aunque, eso sí, lo que no voy a permitir es que, una vez que estoy fuera, nadie vaya a intentar desprestigiarme.
-Con todo, la unanimidad sobre la equivocación del consejo al despedirlo ha sido unánime. ¿Le ha sorprendido?
-Las personas son como son y se las conoce. Ahí sí que no se puede engañar a nadie. Y por eso creo que la gente y el beticismo en particular están conmigo, porque me han visto como uno más. Aunque la verdad es que he notado mucho apoyo a todos los niveles y quizá nunca pueda devolverle tanto cariño a los béticos.
-¿Qué le dicen por la calle? Hace unos minutos, viniendo hacia aquí, lo ha parado un caballero.
-Bueno, pues lo normal... La gente te da las gracias, trata de infundirte ánimos, alguno se quiere fotografiar... Más o menos lo mismo que cuando era el entrenador. Siento Sevilla como mía y la gente de aquí siempre me ha mostrado todo su cariño y apoyo. Estoy muy agradecido.
-¿Siente que le ha fallado al Betis en algo?
-Lógicamente, las cosas esta temporada no han salido como nos hubiesen gustado y tengo claro que en algo me he tenido que equivocar yo. Pero más que decir si le he fallado en algo al Betis, lo que siempre diré es que el Betis me ha dado más a mí que yo a él. Así que siempre estaré en deuda con el Betis. Eso sí lo tengo claro.
-¿Quizá su error fue probar a tantos futbolistas?
-Es posible, y es lo que más se me ha criticado. Ocurre que sabíamos que la temporada iba a ser larga y dura, con el Betis disputando tres competiciones, y pensamos que lo mejor era hacer partícipes a todos los futbolistas, porque sabíamos que durante el curso los íbamos a necesitar a todos. Y también hay que tener en cuenta que casi siempre hemos tenido no menos de cinco futbolistas lesionados y alguno sancionado con los que no hemos podido contar, de ahí que no hayamos repetido alineación casi nunca.
-Y Rubén Castro...
-Por supuesto. Rubén es un futbolista sensacional y nos han faltado los seis o siete goles que pudiera llevar a estas alturas. Lo único que deseo es que se ponga en plena forma cuanto antes y ayude al equipo como no pudo hacerlo antes.
-¿Se arrepiente de no haber exigido una mejor plantilla en verano?
-Yo renové mi contrato por cuatro temporadas y eso quiere decir que formaba parte del proyecto, de ahí que siempre tratase de ser un hombre de club. No soy de ir hablando puertas afuera, aunque lo que sí me he dado cuenta es que debería haber firmado por una sola temporada, porque los contratos, en el caso de los entrenadores, sólo nos atan a nosotros, no a los clubes. No tenemos nada que ver con un futbolista que firma por cuatro o cinco años.
-¿Siente que algún jugador le ha hecho la cama?
-Es normal. Por mucho que un entrenador quiera es imposible que 25 futbolistas estén de acuerdo con sus planteamientos, con su carácter, con su forma de ser... Pero yo no me voy a detener ahí, cada cual tiene su conciencia y sabrá qué ha hecho y si ha obrado correctamente conmigo y, por extensión, con el Betis. Yo sólo tengo que darles las gracias a mis futbolistas por el apoyo que me han mostrado en estos tres años y medio.
-Parece que ha asumido su destitución de una forma muy sana, con mucho aplomo...
-Es que no me queda otra. Yo me voy del Betis muy agradecido y sólo dejo amigos, en todas las parcelas del club. Se ha hablado mucho de mi relación con Bosch, pero mi trato siempre ha sido correcto con él y nos llevamos bien, igual que con Miguel Guillén, que es mi amigo. Por eso también trato de meterme en su piel, ya que la decisión no habrá sido fácil para ellos.
-¿Se ha sentido traicionado?
-No. Aunque es cierto que me sentí parte de un proyecto y a la hora de la verdad no ha sido así. Pero lo asumo, porque en el último mes ha habido un desgaste importante y yo ya sabía que ésta sería mi última temporada pese a tener tres más firmadas.
-Y las palmaditas de Stosic en la sala de prensa...
-Es un simple gesto sin más. Mire, igual que estoy seguro de que la decisión no ha sido sólo de Vlada, puedo decirle que mi relación con él ha sido más profesional y correcta de lo que pueda pensarse. Hemos tenido un trato cercano, hablado muy a menudo, hemos ido a ver partidos juntos... Eso es verdad y tengo que decirlo, aunque futbolísticamente haya habido diferencias porque igual no vemos el fútbol de la misma manera.
-De hecho usted quiso frenar a más de uno de los futbolistas que llegaron este verano. Y no seré yo quien dé los nombres...
-Ni yo. Porque además asumo que una vez que tengo a los jugadores entrenando conmigo son los mejores. Ése es el trabajo de un entrenador y hasta la fecha en el Betis siempre conseguí que mis futbolistas, los fichase quien los fichase, rindiesen.
-Sea sincero: ¿Necesita el Betis refuerzos?
-Todos los equipos son mejorables y si el Betis va el último clasificado, lógicamente debería aprovechar la oportunidad que le brinda el mercado siempre que pueda acudir a él.
-Eso sí, como mínimo, Garrido dispondrá de Rubén Castro.
-Sin duda, es el mejor fichaje. Pero, mire, de Rubén Castro sólo le voy a decir una cosa: si el Barça está notando la ausencia de Messi con el equipo que tiene, ¡cómo no va a notar el Betis la de Rubén!
-Por cierto, se acaba de ir y ya da la sensación de que algún día regresará. Eso es palpable y extraordinario, ¿no cree?
-Lo único que le puedo decir es que hay que dejar pasar el tiempo. Me siento orgulloso de que ese sentimiento pueda existir, como me dice. Y también le digo que si el Betis me llama, volveré para lo que me necesite, ya sea para entrenarlo o para cualquier otra cosa. Repito que soy del Betis y que siempre le estaré agradecido al club.
-¿Y qué hará hasta entonces?
-De momento, voy a disfrutar de la familia y a ver fútbol. Quiero ir a Múnich a ver a Guardiola, a Nápoles con Benítez, a Inglaterra, con dos o tres entrenadores que conozco allí... Un entrenador no puede descansar nunca y debe estar siempre a la vanguardia.
-Pues se oye que puede entrenar ya mismo en Inglaterra...
-Por mí encantado, pero no he tenido ninguna oferta en estos días. Créame.
Fuente: diario de sevilla
"No sé si le habré fallado al Betis, pero sí que estoy en deuda...
Contra Guillén, al que declara como su amigo, y contra Bosch nada. A stosic entre él y el periodista lo ponen a los pies de los caballos y sobretodo a los jugadores que dan a entender que le han hecho la cama.
Se le ha olvidao preguntarle por el finiquito y la mentira que se difundió por intenet, su opinión sobre las visitas extrañas a los entrenamientos, por la pancarta de "mel sí directiva no" que supuestamente sacaron los loperistas.com, por las pedradas y las pancartas en instalaciones del club, por la similitud de esta despedida con la de vallecas, por los ridículos de los derbis, por no ir a ver al Betis B desde hace mucho, por los contínuos cambios de planteamiento que han vuelto loco al equipo, sobre la interrupción anunciada en prensa de sus vacaciones para ayudar en la confección del equipo, por la estrategia, por la intensidad de los entrenamientos, por los records negativos, por el 1 de 30 con plantilla diferente, y el por qué de no pasar a un segundo plano y dejar de conceder entrevistas si realmente lo que quiere es lo mejor para el Betis, ...
-¿Qué sensaciones tiene después de los momentos amargos pasados hace unos días?
-La verdad es que me encuentro mejor. Puede decirse que lo peor ya ha pasado, aunque es cierto que le doy algunas vueltas a lo ocurrido, pero es la vida del entrenador y no nos queda otra que pensar en tirar hacia adelante.
-¿Se ha sentido solo últimamente?
-Sí. Pero un entrenador de fútbol siempre está solo, es nuestra vida. Ya lo decía Luis Aragonés, que es de Hortaleza igual que yo, y siempre habló de la soledad del entrenador. Es normal.
-Sí, pero ¿habló alguien con usted tras acabar el partido frente al Rayo Vallecano?
-Si se refiere a personas del club no, pero tampoco hubo mucho tiempo hasta el lunes. Me llamaron los amigos, hablé con mi cuerpo técnico y, pese a ello, no esperaba que me llamasen el lunes por la tarde pero para despedirme.
-Argumentan en el club como única razón que el cambio era necesario. ¿Piensa Pepe Mel que había otra solución?
-Claro. Si no lo pensara hubiese dimitido, porque yo quiero al Betis. Pero no es momento de decir qué hubiese podido ocurrir de seguir yo en el Betis, porque eso ya es pasado. Ahora lo único que hay que hacer, y lo digo así porque lo siento, es apoyar al nuevo entrenador para que el Betis enderece la temporada y se mantenga en Primera División. Ése es mi deseo y el de todos los béticos.
-El apoyo a su figura es masivo, pero en los últimos tiempos también se ha venido percibiendo una campaña de descrédito contra usted. ¿La notó?
-Lógicamente. Pero pienso que es normal, ni un entrenador ni nadie puede gustar a todo el mundo y yo no voy a ser una excepción. Ha habido personas que no estaban de acuerdo con mis métodos y lo han expresado y yo siempre lo he respetado. No le guardo rencor a nadie por mi salida del Betis, aunque, eso sí, lo que no voy a permitir es que, una vez que estoy fuera, nadie vaya a intentar desprestigiarme.
-Con todo, la unanimidad sobre la equivocación del consejo al despedirlo ha sido unánime. ¿Le ha sorprendido?
-Las personas son como son y se las conoce. Ahí sí que no se puede engañar a nadie. Y por eso creo que la gente y el beticismo en particular están conmigo, porque me han visto como uno más. Aunque la verdad es que he notado mucho apoyo a todos los niveles y quizá nunca pueda devolverle tanto cariño a los béticos.
-¿Qué le dicen por la calle? Hace unos minutos, viniendo hacia aquí, lo ha parado un caballero.
-Bueno, pues lo normal... La gente te da las gracias, trata de infundirte ánimos, alguno se quiere fotografiar... Más o menos lo mismo que cuando era el entrenador. Siento Sevilla como mía y la gente de aquí siempre me ha mostrado todo su cariño y apoyo. Estoy muy agradecido.
-¿Siente que le ha fallado al Betis en algo?
-Lógicamente, las cosas esta temporada no han salido como nos hubiesen gustado y tengo claro que en algo me he tenido que equivocar yo. Pero más que decir si le he fallado en algo al Betis, lo que siempre diré es que el Betis me ha dado más a mí que yo a él. Así que siempre estaré en deuda con el Betis. Eso sí lo tengo claro.
-¿Quizá su error fue probar a tantos futbolistas?
-Es posible, y es lo que más se me ha criticado. Ocurre que sabíamos que la temporada iba a ser larga y dura, con el Betis disputando tres competiciones, y pensamos que lo mejor era hacer partícipes a todos los futbolistas, porque sabíamos que durante el curso los íbamos a necesitar a todos. Y también hay que tener en cuenta que casi siempre hemos tenido no menos de cinco futbolistas lesionados y alguno sancionado con los que no hemos podido contar, de ahí que no hayamos repetido alineación casi nunca.
-Y Rubén Castro...
-Por supuesto. Rubén es un futbolista sensacional y nos han faltado los seis o siete goles que pudiera llevar a estas alturas. Lo único que deseo es que se ponga en plena forma cuanto antes y ayude al equipo como no pudo hacerlo antes.
-¿Se arrepiente de no haber exigido una mejor plantilla en verano?
-Yo renové mi contrato por cuatro temporadas y eso quiere decir que formaba parte del proyecto, de ahí que siempre tratase de ser un hombre de club. No soy de ir hablando puertas afuera, aunque lo que sí me he dado cuenta es que debería haber firmado por una sola temporada, porque los contratos, en el caso de los entrenadores, sólo nos atan a nosotros, no a los clubes. No tenemos nada que ver con un futbolista que firma por cuatro o cinco años.
-¿Siente que algún jugador le ha hecho la cama?
-Es normal. Por mucho que un entrenador quiera es imposible que 25 futbolistas estén de acuerdo con sus planteamientos, con su carácter, con su forma de ser... Pero yo no me voy a detener ahí, cada cual tiene su conciencia y sabrá qué ha hecho y si ha obrado correctamente conmigo y, por extensión, con el Betis. Yo sólo tengo que darles las gracias a mis futbolistas por el apoyo que me han mostrado en estos tres años y medio.
-Parece que ha asumido su destitución de una forma muy sana, con mucho aplomo...
-Es que no me queda otra. Yo me voy del Betis muy agradecido y sólo dejo amigos, en todas las parcelas del club. Se ha hablado mucho de mi relación con Bosch, pero mi trato siempre ha sido correcto con él y nos llevamos bien, igual que con Miguel Guillén, que es mi amigo. Por eso también trato de meterme en su piel, ya que la decisión no habrá sido fácil para ellos.
-¿Se ha sentido traicionado?
-No. Aunque es cierto que me sentí parte de un proyecto y a la hora de la verdad no ha sido así. Pero lo asumo, porque en el último mes ha habido un desgaste importante y yo ya sabía que ésta sería mi última temporada pese a tener tres más firmadas.
-Y las palmaditas de Stosic en la sala de prensa...
-Es un simple gesto sin más. Mire, igual que estoy seguro de que la decisión no ha sido sólo de Vlada, puedo decirle que mi relación con él ha sido más profesional y correcta de lo que pueda pensarse. Hemos tenido un trato cercano, hablado muy a menudo, hemos ido a ver partidos juntos... Eso es verdad y tengo que decirlo, aunque futbolísticamente haya habido diferencias porque igual no vemos el fútbol de la misma manera.
-De hecho usted quiso frenar a más de uno de los futbolistas que llegaron este verano. Y no seré yo quien dé los nombres...
-Ni yo. Porque además asumo que una vez que tengo a los jugadores entrenando conmigo son los mejores. Ése es el trabajo de un entrenador y hasta la fecha en el Betis siempre conseguí que mis futbolistas, los fichase quien los fichase, rindiesen.
-Sea sincero: ¿Necesita el Betis refuerzos?
-Todos los equipos son mejorables y si el Betis va el último clasificado, lógicamente debería aprovechar la oportunidad que le brinda el mercado siempre que pueda acudir a él.
-Eso sí, como mínimo, Garrido dispondrá de Rubén Castro.
-Sin duda, es el mejor fichaje. Pero, mire, de Rubén Castro sólo le voy a decir una cosa: si el Barça está notando la ausencia de Messi con el equipo que tiene, ¡cómo no va a notar el Betis la de Rubén!
-Por cierto, se acaba de ir y ya da la sensación de que algún día regresará. Eso es palpable y extraordinario, ¿no cree?
-Lo único que le puedo decir es que hay que dejar pasar el tiempo. Me siento orgulloso de que ese sentimiento pueda existir, como me dice. Y también le digo que si el Betis me llama, volveré para lo que me necesite, ya sea para entrenarlo o para cualquier otra cosa. Repito que soy del Betis y que siempre le estaré agradecido al club.
-¿Y qué hará hasta entonces?
-De momento, voy a disfrutar de la familia y a ver fútbol. Quiero ir a Múnich a ver a Guardiola, a Nápoles con Benítez, a Inglaterra, con dos o tres entrenadores que conozco allí... Un entrenador no puede descansar nunca y debe estar siempre a la vanguardia.
-Pues se oye que puede entrenar ya mismo en Inglaterra...
-Por mí encantado, pero no he tenido ninguna oferta en estos días. Créame.
Fuente: diario de sevilla
"No sé si le habré fallado al Betis, pero sí que estoy en deuda...
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