La peña 339 del Real Betis Balompié no es una peña única, aunque todas en realidad lo son, ni diferente, porque ya hubo otras con el formato virtual en la que se inspiró. Es una peña que nació como todas las peñas, reuniendo a béticos que eran amigos o se hicieron amigos después, grandísimos amigos.
La peña 339 tiene de "raro" que en su local social lo mismo caben 15 personas a las tres de la mañana un sábado 31 de diciembre que 5000 el día de un derbi. Como cualquier peña en su local social se habla de fútbol, pero aquí las palabras quedan, se pueden volver a releer y a algunos nos vienen devueltas cuando jugamos a pitonisos. Pero poco más de diferente que tiene con cualquier otro local social. Pero está orgullosa de que su local social sea de entrada, y salida, libre. Tan orgullosa que a sus miembros se les identifica con mucha facilidad.
Y eso que ser miembro de la peña tiene un privilegio muy raro, implicación. El socio tiene la responsabilidad de cuidar del nombre de la peña, de ayudar en lo que pueda y más, de aportar ideas y de hacerlas realidad. Ser socio de la peña es ser embajador de ella allá donde vaya. Es más fácil utilizar su local social y no ser socio, pero un peñista sabe que en esa responsabilidad está el orgullo peñista.
Como a cualquier peña, a la peña 339 del Real Betis le ha costado mucho llegar a consolidarse como peña, se ha trabajado y se le ha dado su propio sello, como la peña de Tocina tiene el suyo, o la de Valdermoro el suyo, o la de Chipiona nos deleita con otro punto de vista bético. Cada peña tiene esa diferencia que la hace única y ese beticismo que les hace estar unidas.
La peña 339 no va por libre, está orgullosa de ser parte de la Federación de Peñas Béticas, y no por su directiva, sino por las peñas, porque se siente una más, porque desde su fundación ha estado reivindicando que las peñas tengan su sitio y que todas sean tratadas por igual, aun a riesgo de ser incluida en listas negras.
Y por igual lucha por traer al Betis a niños que de otra manera nunca pudieran hacerlo, para ello usa lo que tienen todas las peñas a su disposición, un número de abonos infantiles en función de la recaudación que por peña hacen de abonos a principio de temporada. Cuesta mucho juntar tanto dinero para hacer estas gestiones, pero cuando sacas el programa para invitar a colegios, a colectivos, a equipos de fútbol modestos a ir un día al Betis sólo sientes la cantidad de partidos a deshoras que impiden que haya niños que por primera vez pisen el Villamarín con esos abonos infantiles. Como el resto de peñas, que enganchan a niños de sus pueblos para ir al Betis y crear beticismo.
La peña 339 no monta casetas en las ferias y velás de los pueblos y barrios. No levanta en la Feria de Sevilla velas verdiblancas para formar casas de acogida bética durante las fiestas en cada rincón de España, pues incluso allá en la novena el escudo se planta en casetas con sabor verdiblanco y blanquiverde.
La peña 339 lleva esas telas de otra manera, crea colorido en las gradas del Villamarín en ocasiones que cree especiales y siempre que la economía los deje. Es otra forma de caseta en la que se quiere que sean todos los que participen, no podemos invitar a un fino pero sí a levantar un telón que muestre el beticismo como lo entendemos, con respeto, con orgullo, con trabajo y pasión. Y cuesta, igual que a cualquier peña, cuesta mucho levantar esos gigantes de tela, buscar financiación que gracias a los béticos conseguimos llegar a duras penas, pues son parte y arte en este maravilloso mundo, inspiración y ánimos, que demuestran con el gusto de disfrutar de cada trabajo terminado.
La peña 339 hace ya muchos años, antes de que este consejo de administración tomase posesión de su cargo, trabajaba con cariño en las visitas de hospitales en navidad. A esta peña le apasionaba que los reyes verdiblancos llevasen regalos a los niños de hospitales sevillanos que en esas fechas familiares tenían que pasar su enfermedad entre médicas y enfermeros. El Betis nos pidió participar y no nos negamos, pues seguimos haciendo lo mismo, sólo que ahora podemos contemplar cómo los niños sacan su sonrisa más profunda al ver a un jugador del Betis haciendo de cartero real. Y esta peña seguirá haciéndolo haya jugadores o no, haya apoyo del club o no, porque creemos que el Betis no debe olvidarse de los pequeños cuando más falta les hace.
La peña 339 es una peña más de los cientos de peñas que tiene mi Betis, una forma de entender el beticismo desde la organización de una peña, quizá una peña que se haya adelantado sólo un poquito a los tiempos, pues ya es difícil que haya una peña que no se comunique con los suyos por whatshap o por mail o tenga una web o una fan page en facebook.
La peña 339 seguirá apoyando iniciativas que crea importantes y necesarias en el club, y fuera de él, porque siempre lo hizo. Seguirá reivindicando como siempre ha hecho que el peñismo sea importante, que sea mucho más de lo que es, que sabemos que puede serlo. Pero también es una peña, una peña que tiene sus peñistas, que se reúnen en navidad para la comida anual buscando el menú más económico, que se reúnen antes de cada partido para darse un abrazo, que se reparten por todo el campo con sus bufandas, que viajan a donde juegue el Betis, que el único lío que quiere disfrutar es el que forme la delantera del Betis en cada partido, que trabaja incansable en ideas que puedan sorprender, en áreas que nunca parecieron peñistas y ahora son casi normales.
Y se me olvidaba, la peña 339 es accionista del Real Betis Balompié, con acciones compradas a nombre de la peña por la aportación voluntaria de socios de la peña que así lo hicieron orgullosos de dotarla de ese trozo de alma verdiblanca que son las acciones del club de sus amores.
Separar a la peña 339 del resto de las peñas incluso si es para darle importancia duele, porque es una peña con cientos de socios que se saben y disfrutan siendo peñistas, Por eso rogamos a quien sea que utilice el nombre de la peña 339 separada del resto de las peñas que no lo haga, porque no somos ni más ni menos que nadie, somo peñistas de una peña, la 339, del Real Betis Balompié.
Leer más en: La peña 339 del Real Betis Balompié - Blogs - BETISWEB
La peña 339 tiene de "raro" que en su local social lo mismo caben 15 personas a las tres de la mañana un sábado 31 de diciembre que 5000 el día de un derbi. Como cualquier peña en su local social se habla de fútbol, pero aquí las palabras quedan, se pueden volver a releer y a algunos nos vienen devueltas cuando jugamos a pitonisos. Pero poco más de diferente que tiene con cualquier otro local social. Pero está orgullosa de que su local social sea de entrada, y salida, libre. Tan orgullosa que a sus miembros se les identifica con mucha facilidad.
Y eso que ser miembro de la peña tiene un privilegio muy raro, implicación. El socio tiene la responsabilidad de cuidar del nombre de la peña, de ayudar en lo que pueda y más, de aportar ideas y de hacerlas realidad. Ser socio de la peña es ser embajador de ella allá donde vaya. Es más fácil utilizar su local social y no ser socio, pero un peñista sabe que en esa responsabilidad está el orgullo peñista.
Como a cualquier peña, a la peña 339 del Real Betis le ha costado mucho llegar a consolidarse como peña, se ha trabajado y se le ha dado su propio sello, como la peña de Tocina tiene el suyo, o la de Valdermoro el suyo, o la de Chipiona nos deleita con otro punto de vista bético. Cada peña tiene esa diferencia que la hace única y ese beticismo que les hace estar unidas.
La peña 339 no va por libre, está orgullosa de ser parte de la Federación de Peñas Béticas, y no por su directiva, sino por las peñas, porque se siente una más, porque desde su fundación ha estado reivindicando que las peñas tengan su sitio y que todas sean tratadas por igual, aun a riesgo de ser incluida en listas negras.
Y por igual lucha por traer al Betis a niños que de otra manera nunca pudieran hacerlo, para ello usa lo que tienen todas las peñas a su disposición, un número de abonos infantiles en función de la recaudación que por peña hacen de abonos a principio de temporada. Cuesta mucho juntar tanto dinero para hacer estas gestiones, pero cuando sacas el programa para invitar a colegios, a colectivos, a equipos de fútbol modestos a ir un día al Betis sólo sientes la cantidad de partidos a deshoras que impiden que haya niños que por primera vez pisen el Villamarín con esos abonos infantiles. Como el resto de peñas, que enganchan a niños de sus pueblos para ir al Betis y crear beticismo.
La peña 339 no monta casetas en las ferias y velás de los pueblos y barrios. No levanta en la Feria de Sevilla velas verdiblancas para formar casas de acogida bética durante las fiestas en cada rincón de España, pues incluso allá en la novena el escudo se planta en casetas con sabor verdiblanco y blanquiverde.
La peña 339 lleva esas telas de otra manera, crea colorido en las gradas del Villamarín en ocasiones que cree especiales y siempre que la economía los deje. Es otra forma de caseta en la que se quiere que sean todos los que participen, no podemos invitar a un fino pero sí a levantar un telón que muestre el beticismo como lo entendemos, con respeto, con orgullo, con trabajo y pasión. Y cuesta, igual que a cualquier peña, cuesta mucho levantar esos gigantes de tela, buscar financiación que gracias a los béticos conseguimos llegar a duras penas, pues son parte y arte en este maravilloso mundo, inspiración y ánimos, que demuestran con el gusto de disfrutar de cada trabajo terminado.
La peña 339 hace ya muchos años, antes de que este consejo de administración tomase posesión de su cargo, trabajaba con cariño en las visitas de hospitales en navidad. A esta peña le apasionaba que los reyes verdiblancos llevasen regalos a los niños de hospitales sevillanos que en esas fechas familiares tenían que pasar su enfermedad entre médicas y enfermeros. El Betis nos pidió participar y no nos negamos, pues seguimos haciendo lo mismo, sólo que ahora podemos contemplar cómo los niños sacan su sonrisa más profunda al ver a un jugador del Betis haciendo de cartero real. Y esta peña seguirá haciéndolo haya jugadores o no, haya apoyo del club o no, porque creemos que el Betis no debe olvidarse de los pequeños cuando más falta les hace.
La peña 339 es una peña más de los cientos de peñas que tiene mi Betis, una forma de entender el beticismo desde la organización de una peña, quizá una peña que se haya adelantado sólo un poquito a los tiempos, pues ya es difícil que haya una peña que no se comunique con los suyos por whatshap o por mail o tenga una web o una fan page en facebook.
La peña 339 seguirá apoyando iniciativas que crea importantes y necesarias en el club, y fuera de él, porque siempre lo hizo. Seguirá reivindicando como siempre ha hecho que el peñismo sea importante, que sea mucho más de lo que es, que sabemos que puede serlo. Pero también es una peña, una peña que tiene sus peñistas, que se reúnen en navidad para la comida anual buscando el menú más económico, que se reúnen antes de cada partido para darse un abrazo, que se reparten por todo el campo con sus bufandas, que viajan a donde juegue el Betis, que el único lío que quiere disfrutar es el que forme la delantera del Betis en cada partido, que trabaja incansable en ideas que puedan sorprender, en áreas que nunca parecieron peñistas y ahora son casi normales.
Y se me olvidaba, la peña 339 es accionista del Real Betis Balompié, con acciones compradas a nombre de la peña por la aportación voluntaria de socios de la peña que así lo hicieron orgullosos de dotarla de ese trozo de alma verdiblanca que son las acciones del club de sus amores.
Separar a la peña 339 del resto de las peñas incluso si es para darle importancia duele, porque es una peña con cientos de socios que se saben y disfrutan siendo peñistas, Por eso rogamos a quien sea que utilice el nombre de la peña 339 separada del resto de las peñas que no lo haga, porque no somos ni más ni menos que nadie, somo peñistas de una peña, la 339, del Real Betis Balompié.
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