Los millonarios de nacimiento como yo, de natural melancólico y que vamos de nuestros latifundios a nuestros asuntos, somos hijos de crueles terratenientes que por su natural rácano -por eso son ricos-, no nos daban dinero para el botellón ni nos compraban motos.
De ahí que me crié béticamente comprando entradas sueltas para ver a Esnaola, el Gordo, Biosca y demás, o cuando me invitaba mi hermano mayor -el heredero, con desahogada situación económica.
Cuando conseguí ahorrar trabajando, mis primeros cinco años de socio consistieron en: cuatro en segunda, uno en primera. Tres años en segunda seguidos. Pudiera ser que por eso tengo la piel dura
Debe de provenir de ahí mi aristocrático distanciamiento de las cosas del fútbol.
A lo que vamos: desde que D. Manué y Olivé fueron apartados, estos dos años he visto los mismos hilos en este foro, y los mismos artículos en los periódicos. Hasta ahora habían fracasado, ahora dicen que aciertan.
De pronto, jugadores insultados por los mismos que ahora les alaban -Juankar cuando llegó, Campbell, Rubén Pérez...- se han transformado en Maradona, por efectos desconocidos. Jorge Molina, que si sigue así acabará con 16 goles, es una especie de tarado. Una o dos jornadas en descenso se ha convertido en una hecatombe: sin duda, es una situación nueva en la historia del Betis.
Asombrado leo a ilustrados foreros que alertaban de la dureza de nuestro camino de salvación, para el cual era imprscindible una intervención judicial, chillar ahora que estamos en un club descabezado.
Claro que lo estamos: ¿acaso no iba a ser duro el camino?.
De pronto, las comparaciones de gente como el Sr. Empero -alias Mérida- y otros de una situación con la anterior son nuevas; en realidad, llevan haciéndose desde que la jueza apartara las manos de los ladrones.
La megafonía extraoficial grita Mel (y que conste que no hablo de Mel como entrenador, sino como peón utilizado por intereses ajenos a él), mientras se pide que Bosch baje al campo y meta un gol.
¿Se apuestan ustedes conmigo a que si el equipo no gana habrá pancartas rezando: "Ayala, devuélvenos el club. Por un Betis libre.".
Claro que sí, y no son sólo Loperistas. Hay de todo: desde plumillas sin regalo a gente enfadada por no ser notable.
Cuidadín. Y esto no es una defensa del consejo, ni de Bosch, sino una pequeña llamada de atención sobre que el camino iba a ser largo y duro.
El Betis es un inmenso plato de lentejas que algunos necesitan para comer.

Ahora mi aparte erótico:
Durante el rodaje de "La dolce vita", Fellini afirmó que al ir a la habitación de Anita Ekberg, suculenta actriz nórdica, ésta le recibió desnuda e insinuante. La hembra era de tal calibre que el susodicho director se asustó y salió corriendo.
Para juzgar la actitud de Fellini, he aquí una foto de la actriz: