En una era de grandes y costosos fichajes, de cifras mareantes en los traspasos de los jugadores, sorprende descubrir que todavía hay gangas en el mercado. El Betis español, club que esta temporada juega la Europa League, se ha hecho con los servicios de la que es una de las revelaciones del inicio de la Liga BBVA, por el módico precio de… ¡1 euro y 20 céntimos!
Y bastaron unos minutos del partido que el equipo andaluz disputó en el Santiago Bernabéu ante el Real Madrid para que los ojos de todo el mundo se posaran en él. Velocidad, descaro y buen regate… el suficiente para dejar clavado al mismísimo Sergio Ramos. Desde entonces, los defensores saben que deben tener cuidado cuando tengan enfrente a Cedrick.
“Cuando juegas ante un equipo como el Real Madrid, intentas dar lo mejor de ti. Y al ser un equipo tan grande y conocido en todo el mundo, la repercusión siempre es mayor”, reflexiona para FIFA.com el joven extremo de origen congoleño, que ya ha podido comprobar que la dimensión que cobra todo en primera división tiene poco que ver con lo que sucede en segunda, donde ha jugado las últimas tres temporadas. “De momento estoy muy bien, contento. Me siento cómodo, y espero que siga siendo así durante mucho tiempo”. Desde luego, nadie que lo vea sobre el césped diría que este jugador de 21 años, y menos de 1,70m de estatura, lleva apenas tres meses en la elite del fútbol español.
Congoleño... y muy flamenco
Su adaptación no ha podido ser más rápida. Tanto que se ganó a sus nuevos compañeros ya en los primeros días de convivencia. Sólo necesitó demostrar sus dotes para el flamenco. “Nos hicieron la típica novatada a los compañeros nuevos y nos tocó cantar. Escogí una canción de Camarón (de la Isla) y fue muy gracioso, porque la gente pensaba: ‘a un extranjero no le gustará el flamenco, no sabrá nada’… pero la verdad es que a mí me gusta. ¡Estuve bastante bien!”, confiesa entre risas.
A priori puede resultar curioso que un congoleño conozca y sepa apreciar este arte típicamente español, pero no resulta tan extraño si tenemos en cuenta que Cedrick se ha pasado casi media vida en España, adonde llegó a los 12 años junto a parte de su familia. “Vinimos de África buscando una vida mejor. Al principio me costó por el idioma, pero luego fui aprendiéndolo”… y el fútbol hizo el resto. El chaval se integró en un equipo juvenil local, el Santa Marta, y en sólo unos meses, sus habilidades y su característica velocidad hicieron el resto. Con 13 años fichó por el Atlético de Madrid. “Allí pasé unos años maravillosos e inolvidables”, asegura. Y luego completó su formación con una cesión al Numancia, con el que acabaría firmando un contrato que incluía una cláusula muy ventajosa: si un equipo de primera llamaba a su puerta, le dejaría marchar por un precio simbólico. Así fue como el extremo acabó en el Betis por poco más de lo que cuesta una barra de pan.
La selección, un nuevo reto
Aficionado también a la música latina y a la lectura, Cedrick tiene un gran sentido del humor, como demuestra la foto que colgó en las redes sociales disfrazado de torero; pero, además, es un tipo de los que prefiere mirar siempre hacia adelante y dejar atrás un pasado que no siempre fue feliz. “En África hay países con muchos problemas y mucha pobreza, y mi infancia allí fue difícil, pero no me gusta recordar demasiado, porque siempre intento quedarme con lo mejor. Aunque la salida fue muy complicada, hoy en día soy muy feliz de estar donde he llegado a base de trabajo y sacrificio”, afirma.
Sin embargo, Cedrick no olvida sus raíces. “No he vuelto al Congo desde que salí, pero seguramente voy a ir pronto, porque tengo muchas ganas de volver y de ver a la parte de mi familia que quedó allí”, asegura, al tiempo que deja claro que entre sus objetivos está el de jugar para su país. “Sigo teniendo el sueño de jugar algún día con esa selección. Ya he tenido la oportunidad de debutar con la sub-21, y espero que pronto pueda hacerlo con la absoluta”.
Precisamente, unas molestias musculares le privaron de disputar el partido del todo o nada para el Congo en su camino a la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014™. El empate con Níger les dejó fuera del sueño mundialista, pero Cedrick ya piensa en el futuro. “Soy joven, y creo que tendré la oportunidad de disputar muchas competiciones con mi selección. Si un día llega la ocasión de jugar un Mundial, lo disfrutaremos al máximo”, señala.
En el fútbol, como en la vida, Cedrick siempre mira hacia delante.
Cedrick: bueno, talentoso... y barato - FIFA.com
Y bastaron unos minutos del partido que el equipo andaluz disputó en el Santiago Bernabéu ante el Real Madrid para que los ojos de todo el mundo se posaran en él. Velocidad, descaro y buen regate… el suficiente para dejar clavado al mismísimo Sergio Ramos. Desde entonces, los defensores saben que deben tener cuidado cuando tengan enfrente a Cedrick.
“Cuando juegas ante un equipo como el Real Madrid, intentas dar lo mejor de ti. Y al ser un equipo tan grande y conocido en todo el mundo, la repercusión siempre es mayor”, reflexiona para FIFA.com el joven extremo de origen congoleño, que ya ha podido comprobar que la dimensión que cobra todo en primera división tiene poco que ver con lo que sucede en segunda, donde ha jugado las últimas tres temporadas. “De momento estoy muy bien, contento. Me siento cómodo, y espero que siga siendo así durante mucho tiempo”. Desde luego, nadie que lo vea sobre el césped diría que este jugador de 21 años, y menos de 1,70m de estatura, lleva apenas tres meses en la elite del fútbol español.
Congoleño... y muy flamenco
Su adaptación no ha podido ser más rápida. Tanto que se ganó a sus nuevos compañeros ya en los primeros días de convivencia. Sólo necesitó demostrar sus dotes para el flamenco. “Nos hicieron la típica novatada a los compañeros nuevos y nos tocó cantar. Escogí una canción de Camarón (de la Isla) y fue muy gracioso, porque la gente pensaba: ‘a un extranjero no le gustará el flamenco, no sabrá nada’… pero la verdad es que a mí me gusta. ¡Estuve bastante bien!”, confiesa entre risas.
A priori puede resultar curioso que un congoleño conozca y sepa apreciar este arte típicamente español, pero no resulta tan extraño si tenemos en cuenta que Cedrick se ha pasado casi media vida en España, adonde llegó a los 12 años junto a parte de su familia. “Vinimos de África buscando una vida mejor. Al principio me costó por el idioma, pero luego fui aprendiéndolo”… y el fútbol hizo el resto. El chaval se integró en un equipo juvenil local, el Santa Marta, y en sólo unos meses, sus habilidades y su característica velocidad hicieron el resto. Con 13 años fichó por el Atlético de Madrid. “Allí pasé unos años maravillosos e inolvidables”, asegura. Y luego completó su formación con una cesión al Numancia, con el que acabaría firmando un contrato que incluía una cláusula muy ventajosa: si un equipo de primera llamaba a su puerta, le dejaría marchar por un precio simbólico. Así fue como el extremo acabó en el Betis por poco más de lo que cuesta una barra de pan.
La selección, un nuevo reto
Aficionado también a la música latina y a la lectura, Cedrick tiene un gran sentido del humor, como demuestra la foto que colgó en las redes sociales disfrazado de torero; pero, además, es un tipo de los que prefiere mirar siempre hacia adelante y dejar atrás un pasado que no siempre fue feliz. “En África hay países con muchos problemas y mucha pobreza, y mi infancia allí fue difícil, pero no me gusta recordar demasiado, porque siempre intento quedarme con lo mejor. Aunque la salida fue muy complicada, hoy en día soy muy feliz de estar donde he llegado a base de trabajo y sacrificio”, afirma.
Sin embargo, Cedrick no olvida sus raíces. “No he vuelto al Congo desde que salí, pero seguramente voy a ir pronto, porque tengo muchas ganas de volver y de ver a la parte de mi familia que quedó allí”, asegura, al tiempo que deja claro que entre sus objetivos está el de jugar para su país. “Sigo teniendo el sueño de jugar algún día con esa selección. Ya he tenido la oportunidad de debutar con la sub-21, y espero que pronto pueda hacerlo con la absoluta”.
Precisamente, unas molestias musculares le privaron de disputar el partido del todo o nada para el Congo en su camino a la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014™. El empate con Níger les dejó fuera del sueño mundialista, pero Cedrick ya piensa en el futuro. “Soy joven, y creo que tendré la oportunidad de disputar muchas competiciones con mi selección. Si un día llega la ocasión de jugar un Mundial, lo disfrutaremos al máximo”, señala.
En el fútbol, como en la vida, Cedrick siempre mira hacia delante.
Cedrick: bueno, talentoso... y barato - FIFA.com
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