El mal estado del terreno de juego del Benito Villamarín trae de cabeza a gran parte de los rectores institucionales y al cuerpo técnico al completo. Pero, por más que se quejen Mel y los suyos, el problema del césped no se solucionará, al menos, hasta dentro de un mes. En el club ya se resignan y agradecen que, tras la visita del Villarreal el próximo domingo, el coliseo de La Palmera tenga tres semanas de descanso para poder recuperar parte del buen aspecto del que ha presumido en los últimos años.
Los responsables del mantenimiento del terreno de juego han tenido que lidiar con numerosos contratiempos desde que detectaron la aparición de la ‘rosquilla negra’ a quince días del comienzo de la competición. La erradicación de la plaga de oruga fue inmediata, pero sus efectos han sido (como es evidente) devastadores. Tanto que obligaron a adelantar una de las dos resiembras a la que cada año se somete el césped, la primera, una vez que las altas temperaturas a las que se ve expuesta la capital hispalense bajan considerablemente. Acelerar este proceso ha supuesto un estrés importante para el terreno de juego, lo que, combinado con la climatología propia de Sevilla, ha complicado muchos las labores de rehabilitación.
Cuidados
En ese intento desesperado por conseguir que el Benito Villamarín luzca cuanto antes sus mejores galas, hoy mismo se someterá a un nuevo tratamiento que se espera que sea definitivo. A lo largo de la mañana se procederá a resembrar el césped de forma profunda; esto es: se introducirá la semilla a una mayor distancia de la superficie, en contra de lo que se ha hecho en ocasiones anteriores desde que se produjo la plaga, y que han dejado un aspecto arenoso. El partido contra el Villarreal no supondrá ninguna novedad, ya que el hecho de que se incruste la semilla mucho más abajo provocará que el nuevo césped no brote mucho más fuerte y sano hasta pasado ese encuentro.
Por tanto, desde hoy y hasta el partido contra el Elche (19-20 de octubre), estiman los expertos que habrá tiempo suficiente para que se haya repoblado el Villamarín, a lo que ayudará, según se ha confirmado, la bajada de temperaturas que se espera para los próximos días, así como las lluvias anunciadas. No obstante, los especialistas no bajan la guardia porque, pese a ser una ‘enfermedad’ poco común, podría reproducirse durante el otoño, por lo que desde la entidad se extremarán los cuidados para mantenerla a raya.
Hoy se acometerá una resiembra en profundidad - Estadio deportivo
Los responsables del mantenimiento del terreno de juego han tenido que lidiar con numerosos contratiempos desde que detectaron la aparición de la ‘rosquilla negra’ a quince días del comienzo de la competición. La erradicación de la plaga de oruga fue inmediata, pero sus efectos han sido (como es evidente) devastadores. Tanto que obligaron a adelantar una de las dos resiembras a la que cada año se somete el césped, la primera, una vez que las altas temperaturas a las que se ve expuesta la capital hispalense bajan considerablemente. Acelerar este proceso ha supuesto un estrés importante para el terreno de juego, lo que, combinado con la climatología propia de Sevilla, ha complicado muchos las labores de rehabilitación.
Cuidados
En ese intento desesperado por conseguir que el Benito Villamarín luzca cuanto antes sus mejores galas, hoy mismo se someterá a un nuevo tratamiento que se espera que sea definitivo. A lo largo de la mañana se procederá a resembrar el césped de forma profunda; esto es: se introducirá la semilla a una mayor distancia de la superficie, en contra de lo que se ha hecho en ocasiones anteriores desde que se produjo la plaga, y que han dejado un aspecto arenoso. El partido contra el Villarreal no supondrá ninguna novedad, ya que el hecho de que se incruste la semilla mucho más abajo provocará que el nuevo césped no brote mucho más fuerte y sano hasta pasado ese encuentro.
Por tanto, desde hoy y hasta el partido contra el Elche (19-20 de octubre), estiman los expertos que habrá tiempo suficiente para que se haya repoblado el Villamarín, a lo que ayudará, según se ha confirmado, la bajada de temperaturas que se espera para los próximos días, así como las lluvias anunciadas. No obstante, los especialistas no bajan la guardia porque, pese a ser una ‘enfermedad’ poco común, podría reproducirse durante el otoño, por lo que desde la entidad se extremarán los cuidados para mantenerla a raya.
Hoy se acometerá una resiembra en profundidad - Estadio deportivo