Cuando se configuró la plantilla del Betis para esta temporada, una de las grandes cualidades que se señaló sobre ella fue la de su profundidad.
Un equipo más compensado que temporadas atrás y que, a priori, cuenta con un mayor número de efectivos de garantías para las distintas competiciones.
En las próximas semanas, más que nunca, se podrá comprobar el fondo de armario verdiblanco.
El maratoniano calendario con 7 partidos -5 de Liga y 2 de Europa League- en apenas 21 días y la acumulación de lesionados en las últimas semanas suponen una buena prueba para comprobar el nivel de una plantilla, en la que todos los efectivos sanos van a tener oportunidades.
Rotaciones, en muchos casos obligadas por los futbolistas que están en la enfermería, en un momento en el que el Betis necesita puntos para no encontrarse en una situación incómoda en la Liga.
Aunque las circunstancias y la plantilla eran distintas, la temporada pasada ya dio muestras Pepe Mel de ser un maestro en las rotaciones.
El técnico, el valor más sólido con el que cuenta el Betis, supo gestionar a la perfección todos los recursos que tenía a su disposición y convirtió la temporada en un todo un éxito, clasificación europea incluida.
Con una plantilla en la que existen dos futbolistas por puesto y en muchos casos con niveles muy parejos, el fondo de armario debería servir para que ni las lesiones ni la acumulación de partidos afectara demasiado al rendimiento del equipo. Precisamente esa fue la intención con la que se conformó el equipo, que ahora debe probar que no sólo son 13 ó 14 futbolistas.
Sin embargo, hay una ausencia fundamental, la de Rubén Castro, que convierte en la noche y el día al equipo. A pesar de que otros futbolistas puedan ser reemplazables, la recuperación del canario es imprescindible, ya que no tiene igual en la plantilla verdiblanca. Sólo el rato del Celta de Vigo o del Jablonec quedó demostrado lo mismo que sucede desde hace tres temporadas. Se trata del jugador franquicia.
Incluso Joan Verdú, al que se podría considerar el segundo futbolista más importante del cuadro verdiblanco, puede tener un recambio de garantías en Salva Sevilla. Cierto es que la experiencia del catalán y su regularidad son todo un aval, pero el almeriense también puede cumplir con calidad esa misma función. El día del Jablonec pidió a gritos un sitio en el once que contra el Valencia podría tener si Verdú no se recupera a tiempo.
También se puede separar el rendimiento de Antonio Amaya en la defensa, clave para su mejor funcionamiento. El resto, a priori, tiene un nivel muy similar y eso debe servir para afrontar las complicadas tres semanas que tiene por delante el Betis.
Cierto es que las lesiones pueden provocar que las rotaciones no sean tales en algunos casos, y determinados jugadores tengan que apechugar con más minutos de lo deseable y no tengan descanso.
En cualquier caso, los próximos 21 días testarán el fondo de armario heliopolitano.[LEFT]
21 días para comprobar el fondo de armario - Blogs - BETISWEB
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Un equipo más compensado que temporadas atrás y que, a priori, cuenta con un mayor número de efectivos de garantías para las distintas competiciones.
En las próximas semanas, más que nunca, se podrá comprobar el fondo de armario verdiblanco.
El maratoniano calendario con 7 partidos -5 de Liga y 2 de Europa League- en apenas 21 días y la acumulación de lesionados en las últimas semanas suponen una buena prueba para comprobar el nivel de una plantilla, en la que todos los efectivos sanos van a tener oportunidades.
Rotaciones, en muchos casos obligadas por los futbolistas que están en la enfermería, en un momento en el que el Betis necesita puntos para no encontrarse en una situación incómoda en la Liga.
Aunque las circunstancias y la plantilla eran distintas, la temporada pasada ya dio muestras Pepe Mel de ser un maestro en las rotaciones.
El técnico, el valor más sólido con el que cuenta el Betis, supo gestionar a la perfección todos los recursos que tenía a su disposición y convirtió la temporada en un todo un éxito, clasificación europea incluida.
Con una plantilla en la que existen dos futbolistas por puesto y en muchos casos con niveles muy parejos, el fondo de armario debería servir para que ni las lesiones ni la acumulación de partidos afectara demasiado al rendimiento del equipo. Precisamente esa fue la intención con la que se conformó el equipo, que ahora debe probar que no sólo son 13 ó 14 futbolistas.
Sin embargo, hay una ausencia fundamental, la de Rubén Castro, que convierte en la noche y el día al equipo. A pesar de que otros futbolistas puedan ser reemplazables, la recuperación del canario es imprescindible, ya que no tiene igual en la plantilla verdiblanca. Sólo el rato del Celta de Vigo o del Jablonec quedó demostrado lo mismo que sucede desde hace tres temporadas. Se trata del jugador franquicia.
Incluso Joan Verdú, al que se podría considerar el segundo futbolista más importante del cuadro verdiblanco, puede tener un recambio de garantías en Salva Sevilla. Cierto es que la experiencia del catalán y su regularidad son todo un aval, pero el almeriense también puede cumplir con calidad esa misma función. El día del Jablonec pidió a gritos un sitio en el once que contra el Valencia podría tener si Verdú no se recupera a tiempo.
También se puede separar el rendimiento de Antonio Amaya en la defensa, clave para su mejor funcionamiento. El resto, a priori, tiene un nivel muy similar y eso debe servir para afrontar las complicadas tres semanas que tiene por delante el Betis.
Cierto es que las lesiones pueden provocar que las rotaciones no sean tales en algunos casos, y determinados jugadores tengan que apechugar con más minutos de lo deseable y no tengan descanso.
En cualquier caso, los próximos 21 días testarán el fondo de armario heliopolitano.[LEFT]
21 días para comprobar el fondo de armario - Blogs - BETISWEB
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