Re: El terreno de juego está hecho un asco.
El problema del maltrecho césped no estará resuelto hasta dentro de un mes
Escrito por Juan Arbide
Sábado 21 de Septiembre de 2013 05:27
Suele presentarse como una excusa cuando un equipo pierde, pero más allá de los profesionales y los resultados, hay otros damnificados como los aficionados, que ven alterado el escenario en el que se desarrolla un espectáculo por el que han pagado. El estado del terreno de juego del Benito Villamarín está dando mucho de qué hablar desde que hace más de un mes arrancara la competición. «El campo está muy mal, muy pesado», era la respuesta del verdiblanco Perquis cuando se le preguntaba por el motivo que le llevó a solicitar el cambio en el partido del jueves. Según el central, el estado del césped le generó problemas en los gemelos que, unidos a la fatiga propia de alguien que ha estado un mes sin competir, le llevaron a pedir la sustitución.
Lo ocurrido con Perquis es una de las varias historias vividas en las últimas semanas y que cuentan con el tapete verdiblanco como protagonista. Se podría hablar del enfado del entrenador, Pepe Mel, en las vísperas del primer partido de la temporada en casa. Antes de jugar contra el Celta, el madrileño, visíblemente molesto ya por otro asunto de índole interna, la ubicación de los nuevos banquillos, no se cortó a la hora de gritar bien alto por los pasillos del club que no tenía sentido haberse marchado a Inglaterra a realizar una fase de la pretemporada por espacio de tres semanas para encontrarse a la vuelta un terreno de juego tan lastimoso como el del Benito Villamarín. El entrenador ha entendido que generar más problemas, tanto en público como en privado, no lleva a nada y cuando le ha tocado ponerse ante los medios, ha evitado cargar con dureza sobre el tema.
Tres semanas claves
Siete encuentros oficiales ha disputado el Betis en la presente temporada, dos del campeonato nacional y otros tantos en la Liga Europa. El mal estado del césped se ha hecho notar en todos ellos, dificultando a los jugadores a la hora de controlar balones e incluso impidiendo un buen desenlace de acciones de gol como le ocurrió a Juanfran el pasado domingo ante el Valencia. Sin embargo, la situación tiende a mejorar con cierta velocidad. El origen del problema se encuentra en una plaga llamada «rosquilla negra» (spodoptera littoralis), a través de la cual, una oruga se alimentan royendo el cuello y las hojas de la hierba. El resultado provoca, entre otras circunstancias, manchones secos de césped. La aparición de la plaga unida a las altas temperaturas, han alterado notablemente los trabajos de mantenimiento, provocando, por ejemplo, que se haya sembrado más tarde de lo habitual. La clave para arreglar el asunto pasa por la aplicación de unos tratamientos mecánicos y químicos, que permitan airear el terreno y favorecer el crecimiento de la raiz anterior, afectada por la plaga. Es una solución efectiva pero más lenta que otra, la cara y radical, que consiste en levantar el terreno de juego y poner una nueva cubierta vegetal, algo que ya se hizo hace unas temporadas. La bajada de temperaturas que se espera también ayudará a mejorar el terreno de juego y evitar que se levante el césped. Frente a Granada y Villarreal, próximos partidos de la Liga, el campo seguirá en mal estado, pero los especialistas confían en los 21 días que tendrá de respiro el terreno de juego una vez el Betis juegue contra los castellonenses el domingo 29 de septiembre. Hasta el fin de semana del 19 y 20 de octubre, cuando toque recibir al Elche, las puertas del Villamarín estarán cerradas y la intención es que no se pise para nada un césped, que presentaría mejor cara tras el tratamiento que, a base de fertilizantes, debe finiquitar el problema.
El problema del maltrecho césped no estará resuelto hasta dentro de un mes
Rosquilla Negra
El problema del maltrecho césped no estará resuelto hasta dentro de un mes
Escrito por Juan Arbide
Sábado 21 de Septiembre de 2013 05:27
Suele presentarse como una excusa cuando un equipo pierde, pero más allá de los profesionales y los resultados, hay otros damnificados como los aficionados, que ven alterado el escenario en el que se desarrolla un espectáculo por el que han pagado. El estado del terreno de juego del Benito Villamarín está dando mucho de qué hablar desde que hace más de un mes arrancara la competición. «El campo está muy mal, muy pesado», era la respuesta del verdiblanco Perquis cuando se le preguntaba por el motivo que le llevó a solicitar el cambio en el partido del jueves. Según el central, el estado del césped le generó problemas en los gemelos que, unidos a la fatiga propia de alguien que ha estado un mes sin competir, le llevaron a pedir la sustitución.
Lo ocurrido con Perquis es una de las varias historias vividas en las últimas semanas y que cuentan con el tapete verdiblanco como protagonista. Se podría hablar del enfado del entrenador, Pepe Mel, en las vísperas del primer partido de la temporada en casa. Antes de jugar contra el Celta, el madrileño, visíblemente molesto ya por otro asunto de índole interna, la ubicación de los nuevos banquillos, no se cortó a la hora de gritar bien alto por los pasillos del club que no tenía sentido haberse marchado a Inglaterra a realizar una fase de la pretemporada por espacio de tres semanas para encontrarse a la vuelta un terreno de juego tan lastimoso como el del Benito Villamarín. El entrenador ha entendido que generar más problemas, tanto en público como en privado, no lleva a nada y cuando le ha tocado ponerse ante los medios, ha evitado cargar con dureza sobre el tema.
Tres semanas claves
Siete encuentros oficiales ha disputado el Betis en la presente temporada, dos del campeonato nacional y otros tantos en la Liga Europa. El mal estado del césped se ha hecho notar en todos ellos, dificultando a los jugadores a la hora de controlar balones e incluso impidiendo un buen desenlace de acciones de gol como le ocurrió a Juanfran el pasado domingo ante el Valencia. Sin embargo, la situación tiende a mejorar con cierta velocidad. El origen del problema se encuentra en una plaga llamada «rosquilla negra» (spodoptera littoralis), a través de la cual, una oruga se alimentan royendo el cuello y las hojas de la hierba. El resultado provoca, entre otras circunstancias, manchones secos de césped. La aparición de la plaga unida a las altas temperaturas, han alterado notablemente los trabajos de mantenimiento, provocando, por ejemplo, que se haya sembrado más tarde de lo habitual. La clave para arreglar el asunto pasa por la aplicación de unos tratamientos mecánicos y químicos, que permitan airear el terreno y favorecer el crecimiento de la raiz anterior, afectada por la plaga. Es una solución efectiva pero más lenta que otra, la cara y radical, que consiste en levantar el terreno de juego y poner una nueva cubierta vegetal, algo que ya se hizo hace unas temporadas. La bajada de temperaturas que se espera también ayudará a mejorar el terreno de juego y evitar que se levante el césped. Frente a Granada y Villarreal, próximos partidos de la Liga, el campo seguirá en mal estado, pero los especialistas confían en los 21 días que tendrá de respiro el terreno de juego una vez el Betis juegue contra los castellonenses el domingo 29 de septiembre. Hasta el fin de semana del 19 y 20 de octubre, cuando toque recibir al Elche, las puertas del Villamarín estarán cerradas y la intención es que no se pise para nada un césped, que presentaría mejor cara tras el tratamiento que, a base de fertilizantes, debe finiquitar el problema.
El problema del maltrecho césped no estará resuelto hasta dentro de un mes
Rosquilla Negra
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