El entrenador del Betis, Pepe Mel, anda bastante molesto por un tema curioso. La entidad verdiblanca lleva varias semanas de obras que incluyen, entre otras, reformas en los pasillos de acceso al terreno de juego. Ya en el césped, se han instalados nuevos banquillos, que a diferencia de los existentes en el pasado, ahora están muy juntos. Si antes las áreas técnicas de ambos equipos tenían una separación de unos veinte metros, ahora apenas son dos los metros de distancia entre un banquillo y otro. La cuestión es que, como ha reconocido un enfadado Mel en la rueda de prensa, "mañana le podré dar un beso a Luis Enrique. No sé cuál ha sido la cabeza pensante que ha tomado la decisión, pero no me gustan...".
Mel no tenía conocimiento del tema y se ha encontrado de golpe con los nuevos banquillos cuando esta mañana ha saltado al césped para llevar a cabo la sesión de entrenamiento previa al partido. Cabreo importante del entrenador que, además, tampoco está nada contento con el estado del césped del Benito Villamarín. Habrá que ver si el club modifica lo hecho y cambia la ubicación de los banquillos.
Los nuevos banquillos enfadan a Mel
Mel no tenía conocimiento del tema y se ha encontrado de golpe con los nuevos banquillos cuando esta mañana ha saltado al césped para llevar a cabo la sesión de entrenamiento previa al partido. Cabreo importante del entrenador que, además, tampoco está nada contento con el estado del césped del Benito Villamarín. Habrá que ver si el club modifica lo hecho y cambia la ubicación de los banquillos.
Los nuevos banquillos enfadan a Mel
Comentario