Alois Grussmann
"Mel es un caballero, se comportó muy bien conmigo, Bilek y Kukleta"
El que fuera centrocampista del Betis en la temporada 91-92 rememora, desde Ostrava, su paso por el club, agradece el cariño que le mostró la afición y resalta el trabajo de Pepe Mel.
Juan Pinto
Sevilla | Actualizado 21.08.2013 - 06:56

Hablar del Betis y de la República Checa es retroceder a la temporada 91-92 en la historia del conjunto verdiblanco. Por aquel entonces, la entidad de Heliópolis luchaba por regresar a Primera División de la mano del técnico checo Josef Jarabinsky -fue sustituido en aquel curso por Felipe Mesones-, que tenía a su disposición una plantilla en la que estaban tres compatriotas, Michal Bilek, Roman Kukleta y un futbolista que a pesar de estar sólo una campaña en las filas del equipo bético dejó huella entre los aficionados, Alois Grussmann (06-09-1964, Ostrava).
En la actualidad, Grussmann reside en su localidad natal y sigue ligado al mundo del fútbol dirigiendo a las jóvenes promesas del Trinec. Y a pesar de la distancia, sigue al Betis en los encuentros por televisión y habla del cariño que la afición le mostró en aquella temporada en la que defendió la elástica verdiblanca en 38, partidos, haciendo 8 goles: "La experiencia de aquel año fue muy buena. Recuerdo a los seguidores por encima de todo, pues siempre me demostraron su apoyo, y el club y mis ex compañeros se comportaron, también, muy bien conmigo".
De hecho, a pesar de que aquel Betis no pasaba por un buen momento a nivel económico, Grussmann se queda con el magnífico ambiente que reinaba en el vestuario. Sobre todo, por Pepe Mel, al que recuerda como un magnífico compañero: "Él es un caballero. Conmigo, Bilek y Kukleta se comportó de manera magnífica. Recuerdo que, incluso, nos invitaba a su casa a comer. Era un gran goleador, y como entrenador está haciendo un gran trabajo. El equipo crece cada año y tiene jugadores de mucha clase. Con él en el banquillo, no será ésta la última vez que el Betis juegue en Europa. Además, también coincidí con Roberto Ríos, que a día de hoy es su asistente".
Después de una larga trayectoria como futbolista, este aguerrido centrocampista -era conocido en las gradas de Heliópolis como el avioncitoGrussmann, por la forma de celebrar los goles- se muestra muy feliz por el regreso del Betis a Europa. De hecho, reconoce que le hubiese encantado jugar en el Viejo Continente con los verdiblancos de haber tenido la posibilidad: "Yo jugué la antigua UEFA con varios equipos checos, pero no pude hacerlo con el Betis. Me hubiese hecho mucha ilusión, sobre todo por la afición. Sólo tengo palabras de agradecimiento hacia ella".
Tampoco es ajeno Grussmann a todo lo que ha sucedido en los últimos años en el apartado institucional, con la marcha de Lopera, al que recuerda perfectamente: "Nos visitaba a los jugadores antes y después de los partidos, y nos apoyaba. No puedo hablar mal de él por su comportamiento en aquella temporada, aunque sé que ya no está en el club por todo lo sucedido".
También sigue el jugador checo la actualidad deportiva del Betis, al que ya pudo ver en directo en su última visita a su país. "Fue un encuentro ante el Viktoria Zizkov y fui a verlo. Ahora, juega ante el Jablonec y por mi trabajo no voy a poder ir a ver el encuentro, pero al menos espero tener tiempo para ver por televisión la segunda mitad".
A la hora de referirse al rival europeo de los verdiblancos, en el regreso a las competiciones europeas, Grussmann destaca el bloque de un equipo que intenta abrirse un hueco entre los dos grandes de su país, el Sparta y el Slavia, ambos de Praga: "Es un equipo que cada año siempre queda entre los cinco primeros. Esta temporada hace muchos goles, pero también encaja bastantes. Es un equipo que mezcla experiencia y juventud, con jugadores como Pitak y Vanek, que son dos futbolistas muy buenos".
No obstante, el ex jugador del equipo heliopolitano tiene muy claro quién es el favorito para pasar a la fase de grupos de la Liga Europa: "El Betis es el gran favorito para pasar. Jablonec intentará soprender, pero el equipo verdiblanco, como demostró ante el Real Madrid, está jugando a un nivel alto y creo que debe pasar la eliminatoria". Tan convencido está que espera regresar pronto a Sevilla para poder ver un partido del Betis en el Benito Villamarín: "Hace, por lo menos, 15 años de la última vez que estuve en el campo del Betis viendo un partido. Tengo amigos en Sevilla y algunos veranos viajo con la familia a Sevilla, pero claro no hay encuentros de fútbol. Me encantaría acudir algún día a ver al Betis, y volver a ver a su afición".
Una hinchada de la que se despide mandando un mensaje en el que, de nuevo, agradece el cariño mostrado: "Me emociona que pese a jugar allí sólo un año los seguidores del Betis se sigan acordando de mí. Ellos nunca fallan, y eso es lo que los hace diferentes. Cuando veo aquí los encuentros del Betis, le hablo a mi hijo de los aficionados del club, a los que les deseo lo mejor".
Fuente: Diario de Sevilla
"Mel es un caballero, se comportó muy bien conmigo, Bilek y Kukleta"
El que fuera centrocampista del Betis en la temporada 91-92 rememora, desde Ostrava, su paso por el club, agradece el cariño que le mostró la afición y resalta el trabajo de Pepe Mel.
Juan Pinto
Sevilla | Actualizado 21.08.2013 - 06:56

Hablar del Betis y de la República Checa es retroceder a la temporada 91-92 en la historia del conjunto verdiblanco. Por aquel entonces, la entidad de Heliópolis luchaba por regresar a Primera División de la mano del técnico checo Josef Jarabinsky -fue sustituido en aquel curso por Felipe Mesones-, que tenía a su disposición una plantilla en la que estaban tres compatriotas, Michal Bilek, Roman Kukleta y un futbolista que a pesar de estar sólo una campaña en las filas del equipo bético dejó huella entre los aficionados, Alois Grussmann (06-09-1964, Ostrava).
En la actualidad, Grussmann reside en su localidad natal y sigue ligado al mundo del fútbol dirigiendo a las jóvenes promesas del Trinec. Y a pesar de la distancia, sigue al Betis en los encuentros por televisión y habla del cariño que la afición le mostró en aquella temporada en la que defendió la elástica verdiblanca en 38, partidos, haciendo 8 goles: "La experiencia de aquel año fue muy buena. Recuerdo a los seguidores por encima de todo, pues siempre me demostraron su apoyo, y el club y mis ex compañeros se comportaron, también, muy bien conmigo".
De hecho, a pesar de que aquel Betis no pasaba por un buen momento a nivel económico, Grussmann se queda con el magnífico ambiente que reinaba en el vestuario. Sobre todo, por Pepe Mel, al que recuerda como un magnífico compañero: "Él es un caballero. Conmigo, Bilek y Kukleta se comportó de manera magnífica. Recuerdo que, incluso, nos invitaba a su casa a comer. Era un gran goleador, y como entrenador está haciendo un gran trabajo. El equipo crece cada año y tiene jugadores de mucha clase. Con él en el banquillo, no será ésta la última vez que el Betis juegue en Europa. Además, también coincidí con Roberto Ríos, que a día de hoy es su asistente".
Después de una larga trayectoria como futbolista, este aguerrido centrocampista -era conocido en las gradas de Heliópolis como el avioncitoGrussmann, por la forma de celebrar los goles- se muestra muy feliz por el regreso del Betis a Europa. De hecho, reconoce que le hubiese encantado jugar en el Viejo Continente con los verdiblancos de haber tenido la posibilidad: "Yo jugué la antigua UEFA con varios equipos checos, pero no pude hacerlo con el Betis. Me hubiese hecho mucha ilusión, sobre todo por la afición. Sólo tengo palabras de agradecimiento hacia ella".
Tampoco es ajeno Grussmann a todo lo que ha sucedido en los últimos años en el apartado institucional, con la marcha de Lopera, al que recuerda perfectamente: "Nos visitaba a los jugadores antes y después de los partidos, y nos apoyaba. No puedo hablar mal de él por su comportamiento en aquella temporada, aunque sé que ya no está en el club por todo lo sucedido".
También sigue el jugador checo la actualidad deportiva del Betis, al que ya pudo ver en directo en su última visita a su país. "Fue un encuentro ante el Viktoria Zizkov y fui a verlo. Ahora, juega ante el Jablonec y por mi trabajo no voy a poder ir a ver el encuentro, pero al menos espero tener tiempo para ver por televisión la segunda mitad".
A la hora de referirse al rival europeo de los verdiblancos, en el regreso a las competiciones europeas, Grussmann destaca el bloque de un equipo que intenta abrirse un hueco entre los dos grandes de su país, el Sparta y el Slavia, ambos de Praga: "Es un equipo que cada año siempre queda entre los cinco primeros. Esta temporada hace muchos goles, pero también encaja bastantes. Es un equipo que mezcla experiencia y juventud, con jugadores como Pitak y Vanek, que son dos futbolistas muy buenos".
No obstante, el ex jugador del equipo heliopolitano tiene muy claro quién es el favorito para pasar a la fase de grupos de la Liga Europa: "El Betis es el gran favorito para pasar. Jablonec intentará soprender, pero el equipo verdiblanco, como demostró ante el Real Madrid, está jugando a un nivel alto y creo que debe pasar la eliminatoria". Tan convencido está que espera regresar pronto a Sevilla para poder ver un partido del Betis en el Benito Villamarín: "Hace, por lo menos, 15 años de la última vez que estuve en el campo del Betis viendo un partido. Tengo amigos en Sevilla y algunos veranos viajo con la familia a Sevilla, pero claro no hay encuentros de fútbol. Me encantaría acudir algún día a ver al Betis, y volver a ver a su afición".
Una hinchada de la que se despide mandando un mensaje en el que, de nuevo, agradece el cariño mostrado: "Me emociona que pese a jugar allí sólo un año los seguidores del Betis se sigan acordando de mí. Ellos nunca fallan, y eso es lo que los hace diferentes. Cuando veo aquí los encuentros del Betis, le hablo a mi hijo de los aficionados del club, a los que les deseo lo mejor".
Fuente: Diario de Sevilla
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