Esta temporada es complicada. Pepe Mel tiene que gestionar tres competiciones con un equipo casi nuevo, sin poner en riesgo la permanencia -que es el contrato televisivo. Es difícil, y escucho muchas vueltas y revueltas sobre lo mismo.
Más allá de algún alegrón en Uefa (EL) o copa, mi criterio de valoración va a ir en otro sentido. No me importa quedar dos puestos más arriba o más abajo en liga, o que nos elimine el Chupechín de Bratislava -aunque no es lo que quiero.
Me voy a centrar, sobre todo, en el rendimiento de los jugadores que tenemos en propiedad. ¿Por qué?. Pues lo explico.
Peino canas y he visto crecer a equipos. El Betis lleva tres años superándose; esto es rarísimo. Lo normal, incluso en equipos que en la década pasada o anteriores fueron hacia arriba, es alternar fases de crecimiento y otras de parón, o estancamiento. Eso sí, creando una base que les permitiera no coquetear con el descenso.
Como ejemplos béticos no demasiado lejanos, pongo al Betis de Serra que ascendió de segunda y quedó tercero. Al año siguiente, vinieron Alfonso, Pier o Jarni, y se fue Cuéllar pagando el Barça la claúsula de rescisión.
La temporada fue decepcionante: no entramos en Europa. Alfonso se lesionaba, Pier era una aspirina efervescente y Jarni vino a tocarse los cohones -Serra amenazó con apartarlo del equipo la pretemporada siguiente. A ello hubo que sumar que Stosic y Menéndez eran jugadores veteranos, a los que les pesaron las tres competiciones.
Sin embargo, y ahí quiero incidir, había una base de equipo más allá del rendimiento de uno u otro: Vidacovik, Roberto Ríos, Cañas, Alexis... un grupo de jugadores que, con la llegada de Finidi y la recuperación de Jarni y Alfonso para la causa, nos dieron una temporada impresionante, con final de copa incluida.
El Betis que ascendió con Luis del Sol, y que cogió Juande Ramos coqueteando con la Champions, y clasificándose para la Uefa, pasó luego dos años con Víctor Fernández sin satisfacer las expectativas. No voy a entrar en la gestión, ni si fue culpa del entrenador o no; sólo digo que, a pesar de no hacerlo bien, Juanito, Rivas, Assunçao, Joaquín y Capi -con sus intermitencias- se bastaban para no asustarnos con el descenso. De tal manera, habiendo una base, con Edú y Oliveira, nada más y nada menos que Champions y título de Copa.
Es decir, pienso que debemos mirar sobre todo:
-No mirar hacia el descenso, más allá del primer tercio de temporada -cuando los equipos todavía se están haciendo.
-Que los jugadores que tenemos en propiedad, sean capaces de hacer una base de equipo que nos permitan el punto anterior. Si es así, ya no nos veremos obligados a fichar 14 tíos en una año, sino centrarnos en un par de posiciones que nos permitan dar un salto de calidad, es decir, fichar titulares y no un equipo entero.

Quedar 7º, 5º, o 9º, no me importa. Podemos quedar 7º que si todos los goles los meten Rubén y Molina, para mí puede ser una temporada de estancamiento. Pero si Rubén mete diez en lugar de 18, pero entre Chuli y Braian meten 12, lo consideraré crecimiento.
Una columna vertebral de jugadores en propiedad. Con Xavi Torres, Cedrick, Reyes, Verdú, Nosa, Steinfas... Sfedfre... Markus... ¡eso sí sería un paso adelante!, y además nos permitirá hacer una verdadera valoración de mi tortuguita serbia.
Perdón por el tocho, y que nadie dude de que, si suena el pífano en Europa o la copa, bailaré como un fauno en un congreso de bailarinas eróticas.

Para terminar, y atendiendo a las propuestas que me llegan por privado, una foto mía completamente desnudo: