Era un día como otro cualquiera. Merino correteaba alegre por las callejuelas de Sevilla pensando en que bonita era la vida y que feliz era. Al fín, llego a su destino.

Merino: "Perdone Don Javier (Tebas). Estaba disfrutando de la vida cuando me he dado cuenta de que llegaba tarde"

Un señor con cara de pocos amigos apareció de entre la oscuridad. Era bastante mayor.

Tebas: "Que no se vuelva a repetir. Ya sabe que a las altas esferas no les gustan este tipo de incorrecciones"

Merino: "Sí, señor. ¿Que hago hoy?"

Tebas: "Tiene que reunirse con varios representantes de futbolistas. Le ofreceran algunos cracks mundiales"

Merino: "Puedo acercarme a Portugal mismo para mirar al Postiga ese. El viaje les saldría baratito. De hecho hay ofertas en Halcon Viajes que..."

Tebas: "¡Calla! ¿Por que gastarse dinero en semejante idiotez? Luiz Vianna jamás nos ha estafado. Ahí tienes el ejemplo de que los representantes valen mas que los viajes"

Merino: "Si, señor. Tiene razón usted. Con su permiso...Espere, está entrando algo por el fax"

Tebas: "Jugador polivalente de 31 años...y brasileño. Este puede ser bueno. Hablaré con el amo a ver que dice"

Merino: "Voy a comprar más papel para el fax. Ese era el último folio"

Tebas: "Sí. Será lo mejor"

Merino se marcha de la habitación con aire despreocupado. Tebas coge el teléfono y realiza una llamada:

Tebas: "Ponedme con el chofer Momparlet...¡Momparlet! ¿Eres tu?...Necesito más sangre...si...para el amo...