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Nostalgia de puretones.

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  • Re: Nostalgia de puretones.

    Originalmente publicado por Quo vadis? Ver Mensaje
    Echo de menos la afición tranquila, cuando no se decían cosas como "perros" o "mercenarios".
    Echo de menos la afición que se reía más que insultaba; que sólo tenía cuatro cánticos más o menos, y las palmas por bulerías: El "Somos campeones de España en el Vicente Calderón", "Un mielda pa el Sevilla y otra pa...", el "Beeeeeetis"... y no cantábamos las mismas canciones del Atlético de Madrid...
    Echo de menos la afición ocurrente que ponía motes como el "Fregona", el "Naúfrago", o el genial "Pepe", de Hadzibegic...
    No me reí nada cuando, en cinco años, pasamos cuatro en segunda, tres de ellos seguidos, y la única queja fue un fenómeno que, en la pared del gol sur, escribió "Estamos jartos".
    "Estamos jartos". No me digáis que no hay que tener arte.
    El fútbol cada vez me interesa menos y todo va a peor. Me ponen enfermo esas campañas de socios donde todo es "hasta la muerte", con gente con cara de extreñida, que parece que va a ir a la guerra... no me interesa esa exageración violenta, esa épica de la nada... el fútbol es para disfrutar, leshes... no se trata de invadir a nadie...
    Cada vez me gusta menos.
    He sido, y sigo siendo, un apasionado del fútbol. Pero del "FÚTBOL", en mayúsculas.

    Nunca he comprendido que haya podido llegar tanta "MALA LECHE" a este deporte y
    que ahora, te lo tengas que pensar muy mucho para llevar a tu hijo, niet@ en mi caso
    a un partido, Y si además le añadimos los horarios. No se lo cargan por que nos gusta
    tanto, y de eso abusan.

    Hay una fotografía mía un poco más atrás que nos puede dar la idea de la diferencia.
    Ibamos al futbol a disfrutar, o a sufrir, pero eso era lo de menos, a convivir, no ya
    como unos aficionados que se dan cita en un graderio, sino a saludarnos e incluso a
    interesarnos por como le va la vida al que estaba a tu lado. La de besos que habré
    dado en esa grada de gol sur. Pasa la vida, como dice la sevillana, pero no cambio
    aquellos años vividos, con más penas que alegrías, por nada. Soy un "PURETÓN" pero:
    "A que más de uno, o dos, os gustaría haber vivido esa "otra" historia del futbol.

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    • Re: Nostalgia de puretones.

      Muy buen post, a ver yo recuerdo muchos, creo que tengo un buen criterio y de fútbol se bastante como para valorar, también importante el respeto y las críticas constructivas, yo recuerdo de ver a un Chano ya vestido de blanquiazul y mi padre decirme es onubense y salió de la cantera del Betis, tenía un auténtico guante en la pierna, después recuerdo a un magnífico Cuéllar que me partió el alma cuando se marcho una diestra increíble y elegancia y calidad a raudales por parte de Márquez pero le faltaba cabeza... Cañas con una actitud como pocos Merino un auténtico pulmón, un Juan Ureña que hubiese sido inexpugnable en la zaga si le hubiesen respetado las lesiones... Después llego la hornada de Capi para mi el mejor, Joaquín intermitente pero siempre dejaba algo de haberse quedado hubiese llegado más lejos, Varela al que le corto la progresión el estallido de Joaquín, melli que estaba llamado a ser en nuevo Fernando hierro y poco dejo aquí... Y así muchos Arzu lo tenía todo y no quiso ser más grande

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      • Re: Nostalgia de puretones.

        Sigamos con recuerdos de puretones.
        Los antecedentes para comprender el hecho:
        En la zona del Gol Norte, entre el estadio y la valla que separaba de la calle, había un emplazamiento para dejar las bicicletas con las que muchos aficionados acudían al fútbol. Se colocaban boca abajo (sillín y manillar al suelo) y una persona te daba una pequeña tablilla de cartón duro o madera, no recuerdo bien, con un número y en el pedal de la bici colgaba otro con el mismo número para que a la hora de salir, tu le entregabas el tuyo y el compraba que era la que estaba con su correspondiente.
        Sucedía que aquel que llevaba una bimba o bomba como se le dice ahora para inflar las ruedas, no la dejaba puesta y se metía con ella en el estadio.
        Pues bien un partido contra el C.D. Badajoz temporada 57-58, el árbitro estaba haciendo su labor rematadamente mal y en un momento del partido, en el primer tiempo una bimba lanzada desde la grada del gol norte, describe un arco y golpea al árbitro en la cabeza.
        Tumulto gordo, se retira a vestuario y casi se suspende el partido.... El encuentro termino 6-3 a favor.
        Esto me confirma que los asistentes al gol norte tienen mejor punteria que los de otra parte del estadio

        Comentario


        • Re: Nostalgia de puretones.

          Originalmente publicado por Bético Fabié Ver Mensaje
          Sigamos con recuerdos de puretones.
          Los antecedentes para comprender el hecho:
          En la zona del Gol Norte, entre el estadio y la valla que separaba de la calle, había un emplazamiento para dejar las bicicletas con las que muchos aficionados acudían al fútbol. Se colocaban boca abajo (sillín y manillar al suelo) y una persona te daba una pequeña tablilla de cartón duro o madera, no recuerdo bien, con un número y en el pedal de la bici colgaba otro con el mismo número para que a la hora de salir, tu le entregabas el tuyo y el compraba que era la que estaba con su correspondiente.
          Sucedía que aquel que llevaba una bimba o bomba como se le dice ahora para inflar las ruedas, no la dejaba puesta y se metía con ella en el estadio.
          Pues bien un partido contra el C.D. Badajoz temporada 57-58, el árbitro estaba haciendo su labor rematadamente mal y en un momento del partido, en el primer tiempo una bimba lanzada desde la grada del gol norte, describe un arco y golpea al árbitro en la cabeza.
          Tumulto gordo, se retira a vestuario y casi se suspende el partido.... El encuentro termino 6-3 a favor.
          Esto me confirma que los asistentes al gol norte tienen mejor punteria que los de otra parte del estadio
          Lo de cartoncitos con los números lo recuerdo perfectamente, mi
          padre hacía uso de ellos cuando el día acompañaba, lo que no se me
          ha quedado grabado en el recuerdo ha sido ningún acto al que haces
          referencia. Seguramente ese día estaba yo con la escarlatina, que no
          se que es, pero que porcullo me dio, y más, tenerme que quedar en la
          cama sin ir a ver el Betis unos partidos. (Ya se me ha curao ehhhhhh).

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          • Re: Nostalgia de puretones.

            Esa misma temporada 57-58, pero en la primera vuelta fue la famosa rotura del larguero (también en gol norte) por D.Luis del Sol Cascajares, al colgarse del mismo en una ocasión fallada de gol. Por cierto contra el otro equipo extremeño, el Extremadura.

            Comentario


            • Re: Nostalgia de puretones.

              Originalmente publicado por Bético Fabié Ver Mensaje
              Esa misma temporada 57-58, pero en la primera vuelta fue la famosa rotura del larguero (también en gol norte) por D.Luis del Sol Cascajares, al colgarse del mismo en una ocasión fallada de gol. Por cierto contra el otro equipo extremeño, el Extremadura.
              ¡¡Tu ves, de eso me acuerdo!!

              Comentario


              • Re: Nostalgia de puretones.

                Originalmente publicado por Caudetreba Ver Mensaje


                Pero la ventanilla abajo no me parece que hizo desde el primer momento.

                Si yo recuerdo con tanta claridad aquellas escaleras, me debería de acordar de dicha
                ventanilla, y no tengo ningún recuerdo.
                Es posible que los carnets se renovaran arriba.

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                • Re: Nostalgia de puretones.

                  Os acordais que se vendian entradas los dias de partido en un bar frente al ambulatorio de maria auxiliadora.
                  Se llamaba bar san francisco javier. Anda que no saque entradas a mi novia alli los domingos por la mañana. Por cierto, era palangana forofa. Hoy es antisevillista

                  Comentario


                  • Re: Nostalgia de puretones.

                    Originalmente publicado por Enrique Garcia Velasco Ver Mensaje
                    Os acordais que se vendian entradas los dias de partido en un bar frente al ambulatorio de maria auxiliadora.
                    Se llamaba bar san francisco javier. Anda que no saque entradas a mi novia alli los domingos por la mañana. Por cierto, era palangana forofa. Hoy es antisevillista
                    ¿Y como se consigue eso?

                    Yo tengo nieto y nieta que no hay maneras. ¡¡La madre que los parió, ni la gorra
                    del Betis soy capaz que se pongan, y eso que me quieren mucho!!

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                    • Re: Nostalgia de puretones.

                      Un par de resúmenes ochenteros.



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                      • Originalmente publicado por Quo vadis? Ver Mensaje
                        Echo de menos la afición tranquila, cuando no se decían cosas como "perros" o "mercenarios".
                        Echo de menos la afición que se reía más que insultaba; que sólo tenía cuatro cánticos más o menos, y las palmas por bulerías: El "Somos campeones de España en el Vicente Calderón", "Un mielda pa el Sevilla y otra pa...", el "Beeeeeetis"... y no cantábamos las mismas canciones del Atlético de Madrid...
                        Echo de menos la afición ocurrente que ponía motes como el "Fregona", el "Naúfrago", o el genial "Pepe", de Hadzibegic...
                        No me reí nada cuando, en cinco años, pasamos cuatro en segunda, tres de ellos seguidos, y la única queja fue un fenómeno que, en la pared del gol sur, escribió "Estamos jartos".
                        "Estamos jartos". No me digáis que no hay que tener arte.
                        El fútbol cada vez me interesa menos y todo va a peor. Me ponen enfermo esas campañas de socios donde todo es "hasta la muerte", con gente con cara de extreñida, que parece que va a ir a la guerra... no me interesa esa exageración violenta, esa épica de la nada... el fútbol es para disfrutar, leshes... no se trata de invadir a nadie...
                        Cada vez me gusta menos.
                        Amén

                        Comentario


                        • Re: Nostalgia de puretones.

                          Originalmente publicado por Caudetreba Ver Mensaje


                          He sido, y sigo siendo, un apasionado del fútbol. Pero del "FÚTBOL", en mayúsculas.

                          Nunca he comprendido que haya podido llegar tanta "MALA LECHE" a este deporte y
                          que ahora, te lo tengas que pensar muy mucho para llevar a tu hijo, niet@ en mi caso
                          a un partido, Y si además le añadimos los horarios. No se lo cargan por que nos gusta
                          tanto, y de eso abusan.

                          Hay una fotografía mía un poco más atrás que nos puede dar la idea de la diferencia.
                          Ibamos al futbol a disfrutar, o a sufrir, pero eso era lo de menos, a convivir, no ya
                          como unos aficionados que se dan cita en un graderio, sino a saludarnos e incluso a
                          interesarnos por como le va la vida al que estaba a tu lado. La de besos que habré
                          dado en esa grada de gol sur. Pasa la vida, como dice la sevillana, pero no cambio
                          aquellos años vividos, con más penas que alegrías, por nada. Soy un "PURETÓN" pero:
                          "A que más de uno, o dos, os gustaría haber vivido esa "otra" historia del futbol.
                          Cuanta razón tenéis tanto tú como Quo Vadis...
                          Ahora da miedo todo lo que rodea al fútbol: mucha violencia, actos de vandalismo de los rivales y de los ultras de tu propia afición,
                          graves insultos van y vienen, aficionados encerrados en jaulas, nada que ver con los derbis antiguos, ambas aficiones mezcladas y ni el más mínimo incidente. Es cierto que da miedo llevar a los niños al fútbol...

                          Aunque sea un poco largo permitidme que adjunte un artículo que escribí hace ya un par de años. Y, por cierto, para que veais que se puede ganar esta batalla, como ejemplo, el de la invasión de campo de final de temporada: se quiso evitar y se evitó. Ahora hay que conseguir evitarlo sin necesidad de rodear el campo de guardias de seguridad.

                          17/05/2011 ─ LA PLAGA

                          Nos asola desde finales de siglo pasado, aunque cada vez con más virulencia. Y es mucho más fuerte que las anteriores, que ésas que llegaron a diezmar la población de muchos países. Y mucho más dañina, aún cuando no suele provocar (a veces sí) pérdidas humanas. Y ¿de qué estamos hablando? Pues de la lacra del siglo XXI: la falta de educación, de civismo y la incultura de un, lamentablemente, cada vez más alto porcentaje de la población (o de la ciudadanía si queremos ser políticamente correctos). Y si sólo fuera eso, pues bueno, que con su pan se lo coman y a quien Dios se la dé, San Pedro se la bendiga, pero es que hemos llegado a un punto en que toda esta auténtica “marea negra” acaba condicionando nuestra vida. Y pongo un ejemplo.
                          Sábado por la tarde de un fin de semana de invierno: a media tarde cumplo con mi vieja costumbre de ir a ver el partido de ese día de mi querido equipo (los que me conozcan sabrán de mi tendencia futbolística, del mismo color que el terreno de juego sobre el que se disputan los partidos, aunque esto que escribo, como todos ustedes también sabrán, bien puede firmarse para cualquier equipo de primera línea en nuestro país). Conforme me acerco al estadio, voy teniendo la sensación de que, en lugar de asistir a un espectáculo deportivo, me dirijo a primera línea de batalla en la guerra de los Balcanes, o en el mismísimo Afganistán: policías antidisturbios a caballo, helicópteros controlando todo desde el cielo, la afición del equipo rival entrando escoltada en el estadio para prevenir choques cruentos, los radicales de mi propio equipo volcando contenedores y haciendo el salvaje en los bares aledaños...
                          Una vez en el interior del recinto y cuando creía poder tranquilizarme por encontrarme a salvo en mi localidad, me doy cuenta de mi gran error: en las gradas ocupadas por los energúmenos es frecuente que se arrojen botes de humo, se enciendan bengalas (ya ocurrió en el viejo campo de Sarriá, hace años una tragedia con las dichosas bengalas), se provoquen avalanchas de personas que arramplan con todo lo que encuentran a su paso, bien para celebrar un gol, o simplemente por tener ganas de “bulla”. No, definitivamente, todavía no estoy a salvo.
                          Pero ¿y si llega el final del partido y hay algo que celebrar? Lo normal sería que todos los aficionados celebraran conjuntamente con su equipo la consecución del logro de que se trate: ovación y vuelta, por usar un símil taurino. Pero no. Ya se encargan estos animalitos de provocar una invasión del campo, que todos los jugadores, árbitros y técnicos tengan que salir corriendo a refugiarse en los vestuarios, que la policía tenga que acabar cargando contra ellos mientras muchos se “entretienen” en arrancar el césped (igual acaban comiéndoselo...), en colgarse de las porterías, o simplemente revolcándose por el suelo como auténticos cuadrúpedos que son... Y si usted es una persona “normal”, (o quizás más bien anormal, teniendo en cuenta que cada vez son más los que así se comportan y menos los que son capaces de guardar las más elementales normas de educación y convivencia) pues se fastidia y se vuelve a casa sin celebración posible y encima avergonzado por comprobar que tiene uno el “honor” de compartir colores deportivos con semejante ganado.
                          Comprenderán entonces que uno se lo piense no una, ni dos, sino hasta cien veces, si de lo que se trata es de llevar a un niño pequeño al estadio para intentar inculcarle el mismo amor que uno le tiene a unos colores que, aunque siguen siendo sagrados, no dejan de ser mancillados una y otra vez cuando se producen incidentes como los que he comentado y que son cada vez, tristemente, más frecuentes. Lo que pasa es que es tanta la fuerza, tanta la pasión, que al final esos temores son vencidos y te armas de valor para no faltar a la cita pues además sabes que, si finalmente no vas, entonces es cuando ellos habrán conseguido su propósito: te habrán vencido y si consiguen vencernos a todos se acabarán cargando este invento y después de éste vendrán otras aficiones y costumbres en las que también se congrega mucha gente; ojo, que creo que en muchos de los casos que voy a citar ya han empezado: así, a bote pronto, se me ocurren la Semana Santa, la Feria, los toros (aquí el precio de las entradas actúa hasta ahora como barrera de entrada, y nunca mejor dicho, para este problema) pero yendo incluso más lejos se podría citar un simple día de playa o de piscina (pública), una romería, o por llegar a una actividad de lo más usual, acudir a una zona comercial de compras un día de mucha afluencia.
                          Con todo, la pregunta final es evidente: ¿Qué podemos hacer para que no ocurra esto? ¿cómo puedo evitar perder esta batalla? Pues son preguntas de respuesta, no difícil, pero sí un poco complicada, sobre todo si tenemos en cuenta los tiempos en que vivimos, en los que los derechos (los deberes no) son para los que quebrantan las normas de convivencia, mientras que los contribuyentes de a pie sólo tenemos la obligación de pagar religiosamente nuestra aportación al fondo común.
                          Pero hay una respuesta: y esta no es otra que luchar para conseguir que suba el nivel educativo, luchar para que seamos conscientes de que todos tenemos derecho a vivir sin temor, luchar para que esas antiguas “normas de urbanidad“ (¿se dan estas normas en la nueva asignatura de educación para la ciudadanía?) se lleven a la práctica, empezando por inculcar a nuestros propios hijos lo que está bien y lo que está mal, independientemente de que les guste más o menos, aunque muchas veces ello implique tener que decir NO a muchas cosas. Luchar en definitiva para que los que se comportan de esa manera acaben avergonzándose de ellos mismos.
                          Se puede conseguir. Y sin tener que enfrentarse violentamente con nadie. Se puede. Tan sólo tenemos que inculcar a todos los que nos rodean, pregonando sobre todo con el ejemplo, lo que es comportarse con educación. Costará trabajo, pero podemos conseguirlo. Podemos conseguirlo porque en otros países lo han conseguido y nosotros no somos menos que nadie. Podemos lograrlo. ¿Lo lograremos?

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                          • Re: Nostalgia de puretones.

                            Gatobético: La libertad se ha convertido en libertinaje y difícil es volver a los tiempos pasados.
                            Puedo dar fe de que en mis años de niños, acudía al estadio del otro equipo de la ciudad, en compañía de mi padre y otros amigos mezclados ambos bandos, sin riña ni peleas, ni protegido por la policía. Pero llegaron los años finales de los 80 y principio de los 90 y allí empezó todo.

                            Comentario


                            • Re: Nostalgia de puretones.

                              Originalmente publicado por Bético Fabié Ver Mensaje
                              Gatobético: La libertad se ha convertido en libertinaje y difícil es volver a los tiempos pasados.
                              Puedo dar fe de que en mis años de niños, acudía al estadio del otro equipo de la ciudad, en compañía de mi padre y otros amigos mezclados ambos bandos, sin riña ni peleas, ni protegido por la policía. Pero llegaron los años finales de los 80 y principio de los 90 y allí empezó todo.
                              El problema de este bendito país nuestro es que pasamos de un régimen autoritario a una democracia en la que, al principio, nadie se atrevía a decir NO o a regular y legislar con restricciones. La policía tenía fama de ser la más permisiva de Europa (así se anunciaba en los viajes a España para hooligans ingleses que venían a hacer el cafre) y eso, unido a nuestro carácter latino hizo que llegáramos a donde hemos llegado. Pero si otros países, y no digo ya los nórdicos o centroeuropeos, sino de nuestro entorno como Italia han conseguido un nivel de civismo "aceptable" nosotros también podemos conseguirlo. A base de educación.

                              Comentario


                              • Re: Nostalgia de puretones.

                                Originalmente publicado por gatobético Ver Mensaje
                                El problema de este bendito país nuestro es que pasamos de un régimen autoritario a una democracia en la que, al principio, nadie se atrevía a decir NO o a regular y legislar con restricciones. La policía tenía fama de ser la más permisiva de Europa (así se anunciaba en los viajes a España para hooligans ingleses que venían a hacer el cafre) y eso, unido a nuestro carácter latino hizo que llegáramos a donde hemos llegado. Pero si otros países, y no digo ya los nórdicos o centroeuropeos, sino de nuestro entorno como Italia han conseguido un nivel de civismo "aceptable" nosotros también podemos conseguirlo. A base de educación.
                                Ese es mi sueño, por el bien de mis nietos.
                                Un saludo

                                Comentario

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